Querida hermana.
Aunque nuestros caminos se han separado, y ello ha impactado nuestra vida, no puedo desprenderme aún de este viejo hábito. Ciertamente, es el único que deseo mantener para siempre, quizá porque así mantengo la esperanza de que nuestros destinos se volverán a entrelazar y podremos estar juntos, así podrás leer cada carta que he escrito y preguntar con libertad de todo aquello que en mis viajes he visto.
Hace poco comencé a viajar en el Expreso Astral. Los Anónimos han sido amables conmigo pese a todo el daño que causé, aún me sorprende que el señor Yang me permitiera presentar mi solicitud, formal y directamente, a los demás miembros de la tripulación. Siendo sincero, no pensé que pudieran recibirme abiertamente, creí que incluso se negarían a aceptarme con ellos por mi historial como fugitivo, pero fueron... amables. Creí que los primeros días habría algo de hostilidad de su parte, mas no ha sido así, no sé si es porque tratan amablemente a todos sus pasajeros o es una forma en la que manifiestan su lastima hacia mi situación. Sea cual sea, estoy agradecido con ellos.
El revisor seguramente te agradaría. Es bastante estricto, pero es muy comprensivo y conoce perfectamente los gustos de cada tripulante. Se llama Pom-Pom, él conduce el Expreso y en sus tiempos libres mantiene el vagón panorámico limpio. Lo he observado muchas veces, le he ayudado con pequeñas tareas algunas veces y... Un día, le consulté a Stelle si necesitaban de mí para alguna tarea, me sugirió que le diera un masaje en las orejas a Pom-Pom. Pensé que rechazaría mi sugerencia, pero fue muy amable en dejarme hacerlo. No pensé que fuese a agradarle algo así, pero me hizo sentir bien.
Sigo buscando mi lugar en el cosmos, sigo pensando en métodos para solucionar lo que arruiné y, también, sigo pensando en el acuerdo con la señora Bonajade. No sé si lo que debo darle a cambio lo reclamará antes o después de llegar a mi destino, no sé incluso si pueda encontrar ese lugar. Pero no puedo evitar sentirme emocionado por esto.
Todavía hay remanentes del control en mí, poco a poco he podido aprender a lidiar con ello. Conversar con el señor Yang me ha servido de mucho para ello, es una persona que parece entender todo lo que siento y lo que hice.
Me gustaría v̵o̵l̵v̵e̵r̵ ̵α̵ ̵ ̵verte. P̵ı̵e̵n̵s̵o̵ ̵e̵n̵ ̵t̵ı̵ ̵t̵o̵d̵o̵s̵ ̵l̵o̵s̵ ̵d̵ı̵́α̵s̵,̵ anhelo que estés a salvo y feliz, que estés disfrutando de tus viajes y llevando tu maravillosa voz a todo el cosmos.
Con amor, Sunday.
Aunque nuestros caminos se han separado, y ello ha impactado nuestra vida, no puedo desprenderme aún de este viejo hábito. Ciertamente, es el único que deseo mantener para siempre, quizá porque así mantengo la esperanza de que nuestros destinos se volverán a entrelazar y podremos estar juntos, así podrás leer cada carta que he escrito y preguntar con libertad de todo aquello que en mis viajes he visto.
Hace poco comencé a viajar en el Expreso Astral. Los Anónimos han sido amables conmigo pese a todo el daño que causé, aún me sorprende que el señor Yang me permitiera presentar mi solicitud, formal y directamente, a los demás miembros de la tripulación. Siendo sincero, no pensé que pudieran recibirme abiertamente, creí que incluso se negarían a aceptarme con ellos por mi historial como fugitivo, pero fueron... amables. Creí que los primeros días habría algo de hostilidad de su parte, mas no ha sido así, no sé si es porque tratan amablemente a todos sus pasajeros o es una forma en la que manifiestan su lastima hacia mi situación. Sea cual sea, estoy agradecido con ellos.
El revisor seguramente te agradaría. Es bastante estricto, pero es muy comprensivo y conoce perfectamente los gustos de cada tripulante. Se llama Pom-Pom, él conduce el Expreso y en sus tiempos libres mantiene el vagón panorámico limpio. Lo he observado muchas veces, le he ayudado con pequeñas tareas algunas veces y... Un día, le consulté a Stelle si necesitaban de mí para alguna tarea, me sugirió que le diera un masaje en las orejas a Pom-Pom. Pensé que rechazaría mi sugerencia, pero fue muy amable en dejarme hacerlo. No pensé que fuese a agradarle algo así, pero me hizo sentir bien.
Sigo buscando mi lugar en el cosmos, sigo pensando en métodos para solucionar lo que arruiné y, también, sigo pensando en el acuerdo con la señora Bonajade. No sé si lo que debo darle a cambio lo reclamará antes o después de llegar a mi destino, no sé incluso si pueda encontrar ese lugar. Pero no puedo evitar sentirme emocionado por esto.
Todavía hay remanentes del control en mí, poco a poco he podido aprender a lidiar con ello. Conversar con el señor Yang me ha servido de mucho para ello, es una persona que parece entender todo lo que siento y lo que hice.
Me gustaría v̵o̵l̵v̵e̵r̵ ̵α̵ ̵ ̵verte. P̵ı̵e̵n̵s̵o̵ ̵e̵n̵ ̵t̵ı̵ ̵t̵o̵d̵o̵s̵ ̵l̵o̵s̵ ̵d̵ı̵́α̵s̵,̵ anhelo que estés a salvo y feliz, que estés disfrutando de tus viajes y llevando tu maravillosa voz a todo el cosmos.
Con amor, Sunday.
Querida hermana.
Aunque nuestros caminos se han separado, y ello ha impactado nuestra vida, no puedo desprenderme aún de este viejo hábito. Ciertamente, es el único que deseo mantener para siempre, quizá porque así mantengo la esperanza de que nuestros destinos se volverán a entrelazar y podremos estar juntos, así podrás leer cada carta que he escrito y preguntar con libertad de todo aquello que en mis viajes he visto.
Hace poco comencé a viajar en el Expreso Astral. Los Anónimos han sido amables conmigo pese a todo el daño que causé, aún me sorprende que el señor Yang me permitiera presentar mi solicitud, formal y directamente, a los demás miembros de la tripulación. Siendo sincero, no pensé que pudieran recibirme abiertamente, creí que incluso se negarían a aceptarme con ellos por mi historial como fugitivo, pero fueron... amables. Creí que los primeros días habría algo de hostilidad de su parte, mas no ha sido así, no sé si es porque tratan amablemente a todos sus pasajeros o es una forma en la que manifiestan su lastima hacia mi situación. Sea cual sea, estoy agradecido con ellos.
El revisor seguramente te agradaría. Es bastante estricto, pero es muy comprensivo y conoce perfectamente los gustos de cada tripulante. Se llama Pom-Pom, él conduce el Expreso y en sus tiempos libres mantiene el vagón panorámico limpio. Lo he observado muchas veces, le he ayudado con pequeñas tareas algunas veces y... Un día, le consulté a Stelle si necesitaban de mí para alguna tarea, me sugirió que le diera un masaje en las orejas a Pom-Pom. Pensé que rechazaría mi sugerencia, pero fue muy amable en dejarme hacerlo. No pensé que fuese a agradarle algo así, pero me hizo sentir bien.
Sigo buscando mi lugar en el cosmos, sigo pensando en métodos para solucionar lo que arruiné y, también, sigo pensando en el acuerdo con la señora Bonajade. No sé si lo que debo darle a cambio lo reclamará antes o después de llegar a mi destino, no sé incluso si pueda encontrar ese lugar. Pero no puedo evitar sentirme emocionado por esto.
Todavía hay remanentes del control en mí, poco a poco he podido aprender a lidiar con ello. Conversar con el señor Yang me ha servido de mucho para ello, es una persona que parece entender todo lo que siento y lo que hice.
Me gustaría v̵o̵l̵v̵e̵r̵ ̵α̵ ̵ ̵verte. P̵ı̵e̵n̵s̵o̵ ̵e̵n̵ ̵t̵ı̵ ̵t̵o̵d̵o̵s̵ ̵l̵o̵s̵ ̵d̵ı̵́α̵s̵,̵ anhelo que estés a salvo y feliz, que estés disfrutando de tus viajes y llevando tu maravillosa voz a todo el cosmos.
Con amor, Sunday.