— Los bateas, literalmente, y les dices que no es "no". Una y otra vez. Que no los quieres ver. Que te dejen en paz. Estás tan harta que empiezas a perder la paciencia, les gritas que no es no, que jamás, que ni amigos, que nada de nada. Explotas y los insultas, que son cabezahuecas, que no saben leer, que no tienen comprensión, que no tienes el menor interés se volver a interactuar con semejante simio. ¿Y qué hace? Te manda solicitud...
— Los bateas, literalmente, y les dices que no es "no". Una y otra vez. Que no los quieres ver. Que te dejen en paz. Estás tan harta que empiezas a perder la paciencia, les gritas que no es no, que jamás, que ni amigos, que nada de nada. Explotas y los insultas, que son cabezahuecas, que no saben leer, que no tienen comprensión, que no tienes el menor interés se volver a interactuar con semejante simio. ¿Y qué hace? Te manda solicitud...