Apolo y el oráculo. El humo del incienso flota en el aire, mientras el Dios se aproxima al trípode donde la sacerdotisa yace en trance.
—“He venido a buscar respuestas. Mis pensamientos están nublados, y mi corazón, inquieto. Necesito claridad.”
Oráculo (con voz pausada, como si hablara desde otro plano):
“Tus dudas no son del todo tuyas, hijo de Leto....