Apolo y el oráculo.
El humo del incienso flota en el aire, mientras el Dios se aproxima al trípode donde la sacerdotisa yace en trance. —“He venido a buscar respuestas. Mis pensamientos están nublados, y mi corazón, inquieto. Necesito claridad.” Oráculo (con voz pausada, como si hablara desde otro plano): “Tus dudas no son del todo tuyas, hijo de Leto....
Me gusta
Me shockea
Me encocora
6
32 comentarios 0 compartidos 956 vistas
Patrocinados
Patrocinados