Hacía días que quería hablar con [high1ady], pero el mes previo al solsticio era un no parar, y Dámaris no había tenido un minuto de descanso. Entre los entrenamientos, ayudar a su madre en la tienda y preparar los productos que vendían, tenía suerte el día que podía dormir más de cuatro horas. Aquella tarde había conseguido dejarlo todo gestionado antes del cierre, y su madre había insistido en que podía encargarse ella del resto, así que salió en busca de su alta lady. El primer lugar al que se acercó fue el taller que tenía esta en el centro de Velaris, pero al encontrarlo cerrado se dispuso a caminar hasta la casa que la fae compartía con su primo. Esperaba que se encontrara allí, pues tampoco tenía muy claro dónde más podría buscarla. Llamó a la puerta, aunque sabía de sobra que los amigos de su primo entraban y salían a sus anchas; a ella le parecía un poco de mala educación entrar en una casa ajena así como así.