¿Mi apariencia te atemoriza? No te confundas, pequeña criatura, miedo debería darte el corazón de los hombres, criaturas emocionales en demasía, seres que son capaces de apuñalar a un padre, a una madre o incluso a un hermano por un puñado de monedas. La oscuridad de la humanidad debería darte temor, no los alquimistas. ~

— Los largos cabellos que se movían a trompicones por la brisa, la profunda mirada serpentina con esas pupilas amarillas juzgando con atisbos claros de autoridad, el ceño fruncido cual señor de la guerra frente a sus tropas; todo en Alex era ominoso cuando no se encontraba reposando de sus actividades como Alquimista. El guerrero poseía un porte único junto a una postura de batalla como reflejo natural; su silueta atlética y desproporcionadamente musculosa —Producto de haber sido sometido a incontables experimentos mutágenos y mágicos en su infancia — le otorgaba un aspecto que rozaba lo monstruoso y a la vez lo divino. El susodicho era una máquina de matar y al mismo tiempo un científico, una poderosa combinación de diferentes artes y especialidades dentro de un mismo ser.

Con su aura amenazante por naturaleza, el mutante se quedó observando a la espera de escuchar a la persona frente a él, no sin antes aclarar algunas cuestiones.-

Solo para recordarlo, mis servicios no son baratos, así que dime, ¿para qué buscas a un alquimista como yo? ~
¿Mi apariencia te atemoriza? No te confundas, pequeña criatura, miedo debería darte el corazón de los hombres, criaturas emocionales en demasía, seres que son capaces de apuñalar a un padre, a una madre o incluso a un hermano por un puñado de monedas. La oscuridad de la humanidad debería darte temor, no los alquimistas. ~ — Los largos cabellos que se movían a trompicones por la brisa, la profunda mirada serpentina con esas pupilas amarillas juzgando con atisbos claros de autoridad, el ceño fruncido cual señor de la guerra frente a sus tropas; todo en Alex era ominoso cuando no se encontraba reposando de sus actividades como Alquimista. El guerrero poseía un porte único junto a una postura de batalla como reflejo natural; su silueta atlética y desproporcionadamente musculosa —Producto de haber sido sometido a incontables experimentos mutágenos y mágicos en su infancia — le otorgaba un aspecto que rozaba lo monstruoso y a la vez lo divino. El susodicho era una máquina de matar y al mismo tiempo un científico, una poderosa combinación de diferentes artes y especialidades dentro de un mismo ser. Con su aura amenazante por naturaleza, el mutante se quedó observando a la espera de escuchar a la persona frente a él, no sin antes aclarar algunas cuestiones.- Solo para recordarlo, mis servicios no son baratos, así que dime, ¿para qué buscas a un alquimista como yo? ~
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