#Wendigo

Recuesta a Tolek Zientek en la cama improvisada dentro de su refugio: una sección aislada de la antigua fábrica abandonada que ha convertido en su hogar. Las paredes de ladrillo expuesto y las vigas de acero oxidadas rodean un espacio sorprendentemente cálido con tan solo girar una perilla. Aquí, James tiene todo lo necesario para atender las heridas y realizar los rituales que ha aprendido a lo largo de los años.

Con cuidado y cariño, acariciando su piel, quita la ropa de Tolek, revelando las heridas en su brazo. Se dirige a una estantería cercana, donde guarda su kit de primeros auxilios junto con una colección de hierbas medicinales, cada una cuidadosamente seleccionada y seca. Toma uña de gato para reducir la inflamación, salvia blanca para limpiar y proteger de infecciones, y milenrama para detener la hemorragia. Machaca las hojas en un mortero, mezclándolas con agua tibia para crear una pasta espesa y aromática. Luego, aplica la mezcla sobre las heridas, asegurándose de que cada herida quede bien cubierta.

Una vez aplicadas las hierbas, sutura las áreas más profundas con un hilo de cáñamo tratado con resina antiséptica, dejando nudos parejos que denotan la experiencia de la práctica. Después, envuelve el brazo con vendas de lino, previamente bendecidas, pronunciando en voz baja palabras de protección en la vieja lengua navaja. Con las heridas tratadas, toma un cuenco con agua tibia, un paño húmedo y limpia el cuerpo de Tolek, eliminando la sangre y el sudor que cubren cada porción de su piel.

Finalmente, tras guardar o descartar los utensilios utilizados según corresponda, James se sienta junto a él con un pincel fino y un pequeño cuenco de tinta negra preparada con carbón y hierbas rituales. Dibuja cuidadosamente símbolos en puntos estratégicos del cuerpo de Tolek: sobre el pecho, las muñecas y la frente. Cada símbolo está destinado a mejorar la circulación de energía vital, acelerar la sanación y protegerlo de influencias negativas. Al terminar, lo cubre con sábanas y mantas limpias, asegurándose de que esté ceñido y abrigado.

Antes de alejarse, se inclina y le besa suavemente en los labios, dejando un susurro inaudible de alivio en el aire.

Exhausto, pero consciente de que necesita cuidarse para mantenerse fuerte, se dirige a la ducha, dejando que el agua fría limpie no solo su cuerpo, sino también su mente. Luego, buscará algo de comer, sintiendo cómo el peso de la noche se incrementa lentamente.
#Wendigo Recuesta a [Tolek] en la cama improvisada dentro de su refugio: una sección aislada de la antigua fábrica abandonada que ha convertido en su hogar. Las paredes de ladrillo expuesto y las vigas de acero oxidadas rodean un espacio sorprendentemente cálido con tan solo girar una perilla. Aquí, James tiene todo lo necesario para atender las heridas y realizar los rituales que ha aprendido a lo largo de los años. Con cuidado y cariño, acariciando su piel, quita la ropa de Tolek, revelando las heridas en su brazo. Se dirige a una estantería cercana, donde guarda su kit de primeros auxilios junto con una colección de hierbas medicinales, cada una cuidadosamente seleccionada y seca. Toma uña de gato para reducir la inflamación, salvia blanca para limpiar y proteger de infecciones, y milenrama para detener la hemorragia. Machaca las hojas en un mortero, mezclándolas con agua tibia para crear una pasta espesa y aromática. Luego, aplica la mezcla sobre las heridas, asegurándose de que cada herida quede bien cubierta. Una vez aplicadas las hierbas, sutura las áreas más profundas con un hilo de cáñamo tratado con resina antiséptica, dejando nudos parejos que denotan la experiencia de la práctica. Después, envuelve el brazo con vendas de lino, previamente bendecidas, pronunciando en voz baja palabras de protección en la vieja lengua navaja. Con las heridas tratadas, toma un cuenco con agua tibia, un paño húmedo y limpia el cuerpo de Tolek, eliminando la sangre y el sudor que cubren cada porción de su piel. Finalmente, tras guardar o descartar los utensilios utilizados según corresponda, James se sienta junto a él con un pincel fino y un pequeño cuenco de tinta negra preparada con carbón y hierbas rituales. Dibuja cuidadosamente símbolos en puntos estratégicos del cuerpo de Tolek: sobre el pecho, las muñecas y la frente. Cada símbolo está destinado a mejorar la circulación de energía vital, acelerar la sanación y protegerlo de influencias negativas. Al terminar, lo cubre con sábanas y mantas limpias, asegurándose de que esté ceñido y abrigado. Antes de alejarse, se inclina y le besa suavemente en los labios, dejando un susurro inaudible de alivio en el aire. Exhausto, pero consciente de que necesita cuidarse para mantenerse fuerte, se dirige a la ducha, dejando que el agua fría limpie no solo su cuerpo, sino también su mente. Luego, buscará algo de comer, sintiendo cómo el peso de la noche se incrementa lentamente.
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