En Mondstadt conocían a Razor como "El Chico Lobo", generalmente era bien tratado que hasta los puestos le regalaban ropa o comida.
Conocido por su inocencia pues, no sabía de las mentiras y tampoco tenía filtros en su hablar por lo que siempre decía lo que pensaba, metiéndose en problemas más de una vez con los viajeros con los que llegaba a toparse por no lo conocían.
"Acepta lo que te regalen pues te lo están dando de corazón, de lo contrario ofenderás y siempre da las gracias ¿Ok?~<3" Sonaba en su cabeza una de las tantas cosas que le enseñaba su maestra Lisa, la bibliotecaria de Mondstadt.
-...Gracias.. Gustarme mucho...bolas de arroz...
Le dijo al guardia de la entrada de Mondstadt quien había parado al albino al verlo saliendo para regalarle la comida, con amable gesto lo despidió. Razor por su parte se despidió del guardia comiendo una de los onigiris que le había dado.
La mayor parte del tiempo parecía ser un joven calmado, tranquilo, inocente y hasta dulce, sin embargo todo ello cambiaba al verse involucrado en alguna batalla, protector y fiero como un lobo eran solo unas de sus características en combate.
Conocido por su inocencia pues, no sabía de las mentiras y tampoco tenía filtros en su hablar por lo que siempre decía lo que pensaba, metiéndose en problemas más de una vez con los viajeros con los que llegaba a toparse por no lo conocían.
"Acepta lo que te regalen pues te lo están dando de corazón, de lo contrario ofenderás y siempre da las gracias ¿Ok?~<3" Sonaba en su cabeza una de las tantas cosas que le enseñaba su maestra Lisa, la bibliotecaria de Mondstadt.
-...Gracias.. Gustarme mucho...bolas de arroz...
Le dijo al guardia de la entrada de Mondstadt quien había parado al albino al verlo saliendo para regalarle la comida, con amable gesto lo despidió. Razor por su parte se despidió del guardia comiendo una de los onigiris que le había dado.
La mayor parte del tiempo parecía ser un joven calmado, tranquilo, inocente y hasta dulce, sin embargo todo ello cambiaba al verse involucrado en alguna batalla, protector y fiero como un lobo eran solo unas de sus características en combate.
En Mondstadt conocían a Razor como "El Chico Lobo", generalmente era bien tratado que hasta los puestos le regalaban ropa o comida.
Conocido por su inocencia pues, no sabía de las mentiras y tampoco tenía filtros en su hablar por lo que siempre decía lo que pensaba, metiéndose en problemas más de una vez con los viajeros con los que llegaba a toparse por no lo conocían.
"Acepta lo que te regalen pues te lo están dando de corazón, de lo contrario ofenderás y siempre da las gracias ¿Ok?~<3" Sonaba en su cabeza una de las tantas cosas que le enseñaba su maestra Lisa, la bibliotecaria de Mondstadt.
-...Gracias.. Gustarme mucho...bolas de arroz...
Le dijo al guardia de la entrada de Mondstadt quien había parado al albino al verlo saliendo para regalarle la comida, con amable gesto lo despidió. Razor por su parte se despidió del guardia comiendo una de los onigiris que le había dado.
La mayor parte del tiempo parecía ser un joven calmado, tranquilo, inocente y hasta dulce, sin embargo todo ello cambiaba al verse involucrado en alguna batalla, protector y fiero como un lobo eran solo unas de sus características en combate.