El chico lobo se acaba de despertar, había tenido una noche muy grata asando pescados a orillas del rio. Al abrir sus ojos un ligero escalofrío recorrió su cuerpo para hacer que sus extremidades y espalda se estiraran a más no poder, se estaba desperezando.
-¡HM!...
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El chico lobo se acaba de despertar, había tenido una noche muy grata asando pescados a orillas del rio. Al abrir sus ojos un ligero escalofrío recorrió su cuerpo para hacer que sus extremidades y espalda se estiraran a más no poder, se estaba desperezando.
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