Monorrol: La Visita
Ese día, junto con Noeh y Vanitas, Aimi llego a esa gran mansión. Por ser hogar de un poderoso vampiro carmesí, Vanitas no tuvo otra que vendar los ojos de Aimi para protegerla.   —¿Porque yo si debo tener los ojos vendados y tu no, Vanitas? —. Pregunto Aimi en una pequeña queja, algo frustrada de ser la única de tener que usar...
Me encocora
1
0 comentarios 0 compartidos 689 vistas
Patrocinados
Patrocinados