A primera hora de la mañana, como costumbre, la Maestra Intendente se encontraba en el gimnasio que había mandado a acondicionar en la segunda planta de la Sede, gimnasio para ella y para tanto sus capitanes como caballeros. Después de sus calentamientos se dedicó a hacer ejercicios de fuerza, brazos, y piernas, después de todo, aunque no estaba en batallas constantemente, su agilidad, precisión en sus estocadas y fuerza, era donde sobresalía.
-¡Ufff! Después del papeleo de anoche hoy tengo la agenda más libre... ¡Por el Arconte Anemo que calor..!
Dijo la Mayor mientras se echaba aire con una mano y bebía de su pomo de agua. El sudor era notorio en su cuerpo.
-¡Ufff! Después del papeleo de anoche hoy tengo la agenda más libre... ¡Por el Arconte Anemo que calor..!
Dijo la Mayor mientras se echaba aire con una mano y bebía de su pomo de agua. El sudor era notorio en su cuerpo.
A primera hora de la mañana, como costumbre, la Maestra Intendente se encontraba en el gimnasio que había mandado a acondicionar en la segunda planta de la Sede, gimnasio para ella y para tanto sus capitanes como caballeros. Después de sus calentamientos se dedicó a hacer ejercicios de fuerza, brazos, y piernas, después de todo, aunque no estaba en batallas constantemente, su agilidad, precisión en sus estocadas y fuerza, era donde sobresalía.
-¡Ufff! Después del papeleo de anoche hoy tengo la agenda más libre... ¡Por el Arconte Anemo que calor..!
Dijo la Mayor mientras se echaba aire con una mano y bebía de su pomo de agua. El sudor era notorio en su cuerpo.