El Pantano de la Desesperación estaba envuelto en una niebla espesa, con el aire cargado de humedad y el olor a vegetación en descomposición. Yukine y Dafne avanzaban con cautela, sus pasos resonando en el agua estancada. Sabían que el dragón elemental de agua, Aqualon, acechaba en algún lugar cercano
El Pantano de la Desesperación estaba envuelto en una niebla espesa, con el aire cargado de humedad y el olor a vegetación en descomposición. Yukine y Dafne avanzaban con cautela, sus pasos resonando en el agua estancada. Sabían que el dragón elemental de agua, Aqualon, acechaba en algún lugar cercano