Se hallaban bajo el techo de un escenario montado en medio del parque Hyde, y aunque el sol no les daba directamente, hacía mucho calor.
Una gota de sudor rodó desde el costado de su frente hasta su mejilla, Grey la limpió rápidamente, soltando un resoplido bajo la mirada desaprobatoria de Phipps, quien, a pesar de sufrir el calor igual que él, mantenía una actitud estoica.
"Sí, sí" pensó. "Tengo que estar quieto como una estatua".
Miró al frente, como se suponía que debía hacer, sin moverse ni un centímetro hasta que la reina terminara su discurso.
Tras un largo rato, de repente, la monarca terminó de hablar, la gente comenzó a aplaudir efusivamente.
La reina procedió a retirarse, y los Doble Charles la siguieron junto a John Brown.
Por obvios motivos, Su Majestad se dirigió al palacio de Buckingham junto a su fiel asistente, mientras que los Doble Charles tenían la tarde libre.
Lo primero que hizo Grey al verse desocupado fue ir a su casa, ducharse, cambiarse el uniforme por ropa menos calurosa e informal, para dirigirse a su café favorito para pedir una bebida bien fría.
—¡Un iced caramel macchiato, por favor! —pidió con alegría.
Se hallaban bajo el techo de un escenario montado en medio del parque Hyde, y aunque el sol no les daba directamente, hacía mucho calor. Una gota de sudor rodó desde el costado de su frente hasta su mejilla, Grey la limpió rápidamente, soltando un resoplido bajo la mirada desaprobatoria de Phipps, quien, a pesar de sufrir el calor igual que él, mantenía una actitud estoica. "Sí, sí" pensó. "Tengo que estar quieto como una estatua". Miró al frente, como se suponía que debía hacer, sin moverse ni un centímetro hasta que la reina terminara su discurso. Tras un largo rato, de repente, la monarca terminó de hablar, la gente comenzó a aplaudir efusivamente. La reina procedió a retirarse, y los Doble Charles la siguieron junto a John Brown. Por obvios motivos, Su Majestad se dirigió al palacio de Buckingham junto a su fiel asistente, mientras que los Doble Charles tenían la tarde libre. Lo primero que hizo Grey al verse desocupado fue ir a su casa, ducharse, cambiarse el uniforme por ropa menos calurosa e informal, para dirigirse a su café favorito para pedir una bebida bien fría. —¡Un iced caramel macchiato, por favor! —pidió con alegría.
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