El sol iluminaba con ferocidad desde su punto mas alto, hora pico en el pueblo, panaderos, mercantes y todo tipo de clientes iban de un lado para el otro ocuparnos de sus asuntos sin poner atención al resto, las concurridas calles daban fé de ello. En un rincón del distrito comercial una pequeña chica de mechones dorados aguardaba en el interior de la herreria, recargada contra una pared y de brazos cruzados, su rostro y ligero golpeteo de su talon en el suelo de madera dejaba claro que se sentía impaciente, aunque no decía una palabra.

—....

Era una muy necesaria visita; en el mas puro momento de genialidad y destreza había quebrado su espada a mitad de un trabajo. No tenia tiempo para forjar otra de la misma calidad asi que compró otra para salir del apuro, pero aun así era necesario afilarla. La unica persona con la que podia enojarse era ela misma.
El sol iluminaba con ferocidad desde su punto mas alto, hora pico en el pueblo, panaderos, mercantes y todo tipo de clientes iban de un lado para el otro ocuparnos de sus asuntos sin poner atención al resto, las concurridas calles daban fé de ello. En un rincón del distrito comercial una pequeña chica de mechones dorados aguardaba en el interior de la herreria, recargada contra una pared y de brazos cruzados, su rostro y ligero golpeteo de su talon en el suelo de madera dejaba claro que se sentía impaciente, aunque no decía una palabra. —.... Era una muy necesaria visita; en el mas puro momento de genialidad y destreza había quebrado su espada a mitad de un trabajo. No tenia tiempo para forjar otra de la misma calidad asi que compró otra para salir del apuro, pero aun así era necesario afilarla. La unica persona con la que podia enojarse era ela misma.
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