La curiosidad fue una característica que compartía con la invitada, una persona tan interesante, que, Junior quiso conocer todo sobre dónde provenía. A su vez, la señorita de rasgos felinos parecía interesada en Inglaterra, por lo que Junior le ofreció un intercambio de conocimiento.
—Gustosamente le proporcionaré todo lo que quiera saber sobre mi país —comenzó diciendo, haciendo un buen trabajo en ocultar su entusiasmo.
El aprendizaje era una cosa que Junior disfrutaba, sobre todo cuando se trataba de elementos a los cuales no podía acceder y apenas conocía por la literatura, libros descriptivos, y enseñanzas de sus tutores. Junior raras veces visitaba la ciudad o el pueblo cercano a las tierras del conde Phantomhive, su padre.
Por lo que le interesaba profundamente lo que la señorita podría ofrecerle sobre su lugar de origen.
—Me complacería escucharla hablar sobre el suyo, si no es molestia para usted.
Le hizo una seña con la mano para invitarla a sentarse en un sillón de la habitación, era como otro salón pero, en este se disponían varios sillones elegantes y una pequeña mesa donde había té y galletas en un plato. Junior quería tener una charla tranquila y privada, para poder absorber todo la información que le brindara la señorita.