El demonio respiraba entrecortadamente. La mano fria como el hielo atravesaba su pecho, habia consguido retenerla para que no le llegase al corazón.
—¿Te resistes a la muerte hermano?—Duneadan sonreía, el frio se iba extendiendo apagando el calor de Zalgiem.—No me creo que seas tan cabezota...je...me diviertes..
Zalgiem libero una mano que sujetaba aquella fria cuchilla y lanzo un puñetazo al cuello de su hermano que hizo un crater en el suelo, Duneadan dio solo un par de pasos atras. Lo necesario, para que lo liberará y tomara distancia.
Miro atrás Kaelem estaba arrasado, su mundo destruido. Sus amigos muertos, su amada...
—Vamos Zal...céntrate en mi, ellos estan muertos ya...padre tenia razón tienes luz en tu alma eso te hace débil ¡Me das asco!
—Duneadan para esta locura.—Se sujetaba la herida que iba cerrando con su magia.—Ya has creado bastante caos...
El oscuro demonio torció la cabeza riendo y lo señalo.
—No, aun no, conservas la esperanza y hasta que no la erradicque de tu interior. Hasta que no te arrebate todo no pararé...
Creo una pequeña bola de energía azul, que enterro en suelo mientras reía.
—¡Que has hecho insensato!—Zalgiem bramo furioso.—Estas enfermo...
—La manera mas rapida de arrebatarte todo Zal destruir tu mundo... literalmente.—Duneadan alzo las manos.—Tranquilo no soy tan cruel.
Movio las manos y unas cadenas, unas cadenas que mas tarde llevaria como una eterna condena,se enroscaron al cuerpo de Zalgiem atandolo a una montaña, cuanto mas trataba de liberarse y mas rompia las cadenas, mas salian atandolo, grito. maldijo, insultó cada vez con menos fuerza.
Duneadan se acerco a él y le sujeto la barbilla, girandole la cara a una columna que emergio, atada con cadenas tambian, habia una mujer de cabello rojo la cabeza baja pero se veia sangre en la frente, la armadura esta rota, era Amanda.
—Shhh, eres muy escandaloso, mira te he traido un regalo. Esta un poco apalizada y se lo han pasado bien con ella pero ¡oye respira! ¡Eso es mucho! Ya que voy a convertir este mundo en polvo que menos que muráis juntos—Suspiro riendo.—Soy todo un romántico...Tan cerca y tan lejos. Bueno disfrutad del fin del mundo.
Abrio un portal desapareciendo por el. Zalgiem forcejeo apretando los diente tirando de las cadenas.
—¡Amanda!¡Amanda despierta!
La mujer movio la cabeza arrugando la mariz y entreabrio los ojos, confusa.
—Z..Zal...Lo..siento...no...te hice caso...—Trato de sonreírle sin fuerzas.—Tienes...razón soy...una...cabezota...
—No, no...—Trato de sonar tranquilo.—Se que estas cansada, pero me tienes que hacer caso.
Veia que la conciencia de la mujer iba y venia.
—Eh, pelirroja, quedate conmigo...—Era su mote cariñoso hacia ella.—Por favor Amanda necesito que reacciones.
—Nunca...me...iria..de..tu lado...
—Esa es mi guerrera...Duneadan va a destruir Kaelem lo va a hacer estallar. Creo que puedo liberarte, cuando lo haga corre a casa, tengo alli la guadaña, usala y esper...
—No...Zal...olvidalo...
—No es momento de ser orgullosa, ere fuerte no lo pongo en duda, pero esto es demasiado, necesito que lo hagas...
—No...es...orgullo...cielo...—lo miro estaba palida. Bajo la cabeza a sus piernas.—No..malgastes..energia...
Zalgiem palidecio. En su traje rojo había una manchaas oscura en las piernas, tenia una hemorragia bastante grave.
—No...no pasa...nada Amanda, te puedo liberar...y sanar...puedo...
—¿Quien de los dos...es...ahora..el..cabezota? ¡Liberate vive maldita sea!
No hubo tiempo a mas fue rapido, lo que dura un paradeo y desde otros lugares del universo, apenas se darian cuenta de que habia una estrella menos.
Zalgiem abrio los ojos flotando en el vacio del espacio, no quedaba nada de su mundo sus amigos....de ella.
—¿Te resistes a la muerte hermano?—Duneadan sonreía, el frio se iba extendiendo apagando el calor de Zalgiem.—No me creo que seas tan cabezota...je...me diviertes..
Zalgiem libero una mano que sujetaba aquella fria cuchilla y lanzo un puñetazo al cuello de su hermano que hizo un crater en el suelo, Duneadan dio solo un par de pasos atras. Lo necesario, para que lo liberará y tomara distancia.
Miro atrás Kaelem estaba arrasado, su mundo destruido. Sus amigos muertos, su amada...
—Vamos Zal...céntrate en mi, ellos estan muertos ya...padre tenia razón tienes luz en tu alma eso te hace débil ¡Me das asco!
—Duneadan para esta locura.—Se sujetaba la herida que iba cerrando con su magia.—Ya has creado bastante caos...
El oscuro demonio torció la cabeza riendo y lo señalo.
—No, aun no, conservas la esperanza y hasta que no la erradicque de tu interior. Hasta que no te arrebate todo no pararé...
Creo una pequeña bola de energía azul, que enterro en suelo mientras reía.
—¡Que has hecho insensato!—Zalgiem bramo furioso.—Estas enfermo...
—La manera mas rapida de arrebatarte todo Zal destruir tu mundo... literalmente.—Duneadan alzo las manos.—Tranquilo no soy tan cruel.
Movio las manos y unas cadenas, unas cadenas que mas tarde llevaria como una eterna condena,se enroscaron al cuerpo de Zalgiem atandolo a una montaña, cuanto mas trataba de liberarse y mas rompia las cadenas, mas salian atandolo, grito. maldijo, insultó cada vez con menos fuerza.
Duneadan se acerco a él y le sujeto la barbilla, girandole la cara a una columna que emergio, atada con cadenas tambian, habia una mujer de cabello rojo la cabeza baja pero se veia sangre en la frente, la armadura esta rota, era Amanda.
—Shhh, eres muy escandaloso, mira te he traido un regalo. Esta un poco apalizada y se lo han pasado bien con ella pero ¡oye respira! ¡Eso es mucho! Ya que voy a convertir este mundo en polvo que menos que muráis juntos—Suspiro riendo.—Soy todo un romántico...Tan cerca y tan lejos. Bueno disfrutad del fin del mundo.
Abrio un portal desapareciendo por el. Zalgiem forcejeo apretando los diente tirando de las cadenas.
—¡Amanda!¡Amanda despierta!
La mujer movio la cabeza arrugando la mariz y entreabrio los ojos, confusa.
—Z..Zal...Lo..siento...no...te hice caso...—Trato de sonreírle sin fuerzas.—Tienes...razón soy...una...cabezota...
—No, no...—Trato de sonar tranquilo.—Se que estas cansada, pero me tienes que hacer caso.
Veia que la conciencia de la mujer iba y venia.
—Eh, pelirroja, quedate conmigo...—Era su mote cariñoso hacia ella.—Por favor Amanda necesito que reacciones.
—Nunca...me...iria..de..tu lado...
—Esa es mi guerrera...Duneadan va a destruir Kaelem lo va a hacer estallar. Creo que puedo liberarte, cuando lo haga corre a casa, tengo alli la guadaña, usala y esper...
—No...Zal...olvidalo...
—No es momento de ser orgullosa, ere fuerte no lo pongo en duda, pero esto es demasiado, necesito que lo hagas...
—No...es...orgullo...cielo...—lo miro estaba palida. Bajo la cabeza a sus piernas.—No..malgastes..energia...
Zalgiem palidecio. En su traje rojo había una manchaas oscura en las piernas, tenia una hemorragia bastante grave.
—No...no pasa...nada Amanda, te puedo liberar...y sanar...puedo...
—¿Quien de los dos...es...ahora..el..cabezota? ¡Liberate vive maldita sea!
No hubo tiempo a mas fue rapido, lo que dura un paradeo y desde otros lugares del universo, apenas se darian cuenta de que habia una estrella menos.
Zalgiem abrio los ojos flotando en el vacio del espacio, no quedaba nada de su mundo sus amigos....de ella.
El demonio respiraba entrecortadamente. La mano fria como el hielo atravesaba su pecho, habia consguido retenerla para que no le llegase al corazón.
—¿Te resistes a la muerte hermano?—Duneadan sonreía, el frio se iba extendiendo apagando el calor de Zalgiem.—No me creo que seas tan cabezota...je...me diviertes..
Zalgiem libero una mano que sujetaba aquella fria cuchilla y lanzo un puñetazo al cuello de su hermano que hizo un crater en el suelo, Duneadan dio solo un par de pasos atras. Lo necesario, para que lo liberará y tomara distancia.
Miro atrás Kaelem estaba arrasado, su mundo destruido. Sus amigos muertos, su amada...
—Vamos Zal...céntrate en mi, ellos estan muertos ya...padre tenia razón tienes luz en tu alma eso te hace débil ¡Me das asco!
—Duneadan para esta locura.—Se sujetaba la herida que iba cerrando con su magia.—Ya has creado bastante caos...
El oscuro demonio torció la cabeza riendo y lo señalo.
—No, aun no, conservas la esperanza y hasta que no la erradicque de tu interior. Hasta que no te arrebate todo no pararé...
Creo una pequeña bola de energía azul, que enterro en suelo mientras reía.
—¡Que has hecho insensato!—Zalgiem bramo furioso.—Estas enfermo...
—La manera mas rapida de arrebatarte todo Zal destruir tu mundo... literalmente.—Duneadan alzo las manos.—Tranquilo no soy tan cruel.
Movio las manos y unas cadenas, unas cadenas que mas tarde llevaria como una eterna condena,se enroscaron al cuerpo de Zalgiem atandolo a una montaña, cuanto mas trataba de liberarse y mas rompia las cadenas, mas salian atandolo, grito. maldijo, insultó cada vez con menos fuerza.
Duneadan se acerco a él y le sujeto la barbilla, girandole la cara a una columna que emergio, atada con cadenas tambian, habia una mujer de cabello rojo la cabeza baja pero se veia sangre en la frente, la armadura esta rota, era Amanda.
—Shhh, eres muy escandaloso, mira te he traido un regalo. Esta un poco apalizada y se lo han pasado bien con ella pero ¡oye respira! ¡Eso es mucho! Ya que voy a convertir este mundo en polvo que menos que muráis juntos—Suspiro riendo.—Soy todo un romántico...Tan cerca y tan lejos. Bueno disfrutad del fin del mundo.
Abrio un portal desapareciendo por el. Zalgiem forcejeo apretando los diente tirando de las cadenas.
—¡Amanda!¡Amanda despierta!
La mujer movio la cabeza arrugando la mariz y entreabrio los ojos, confusa.
—Z..Zal...Lo..siento...no...te hice caso...—Trato de sonreírle sin fuerzas.—Tienes...razón soy...una...cabezota...
—No, no...—Trato de sonar tranquilo.—Se que estas cansada, pero me tienes que hacer caso.
Veia que la conciencia de la mujer iba y venia.
—Eh, pelirroja, quedate conmigo...—Era su mote cariñoso hacia ella.—Por favor Amanda necesito que reacciones.
—Nunca...me...iria..de..tu lado...
—Esa es mi guerrera...Duneadan va a destruir Kaelem lo va a hacer estallar. Creo que puedo liberarte, cuando lo haga corre a casa, tengo alli la guadaña, usala y esper...
—No...Zal...olvidalo...
—No es momento de ser orgullosa, ere fuerte no lo pongo en duda, pero esto es demasiado, necesito que lo hagas...
—No...es...orgullo...cielo...—lo miro estaba palida. Bajo la cabeza a sus piernas.—No..malgastes..energia...
Zalgiem palidecio. En su traje rojo había una manchaas oscura en las piernas, tenia una hemorragia bastante grave.
—No...no pasa...nada Amanda, te puedo liberar...y sanar...puedo...
—¿Quien de los dos...es...ahora..el..cabezota? ¡Liberate vive maldita sea!
No hubo tiempo a mas fue rapido, lo que dura un paradeo y desde otros lugares del universo, apenas se darian cuenta de que habia una estrella menos.
Zalgiem abrio los ojos flotando en el vacio del espacio, no quedaba nada de su mundo sus amigos....de ella.