Introducción — Destino
#Wendigo #IntroWendigo
James llegó a Pine Hollow con su característico escepticismo, dispuesto a desentrañar la verdad detrás de las desapariciones. Al llegar al pueblo, fue recibido con una mezcla de curiosidad y desconfianza. Los aldeanos, agotados por el miedo y la incertidumbre, veían en él una posible esperanza, pero también una amenaza.
El líder del pueblo, un anciano llamado Samuel Hartman, le dio la bienvenida y le ofreció alojamiento en su propia casa.
Durante los primeros días de su estancia, James se dedicó a entrevistar a los aldeanos y recopilar información. Habló con las familias de los desaparecidos, exploró los lugares donde fueron vistos por última vez, y revisó los archivos locales en busca de patrones o pistas. A medida que profundizaba en su investigación, comenzó a notar un patrón inquietante: todas las desapariciones ocurrieron cerca del mismo sector del bosque, un lugar al que los aldeanos llamaban "La Sombra".
Decidido a investigar más a fondo, James se adentró en el bosque acompañado de un grupo de leñadores locales que conocían bien el terreno. Armados con antorchas y herramientas, el grupo avanzó hacia la zona conocida por sus extrañas desapariciones. La atmósfera en el bosque era tensa, cargada de una sensación de peligro inminente. Los leñadores, hombres recios y experimentados, apenas ocultaban su nerviosismo.
Una noche, mientras exploraba una cueva oculta entre los árboles, James encontró restos humanos y objetos personales de los desaparecidos. Las pruebas eran innegables: algo o alguien había estado acechando y cazando a los aldeanos. De repente, un escalofrío recorrió su espalda. La temperatura bajó abruptamente y el aire se llenó de un hedor nauseabundo. Antes de que pudiera reaccionar, fue atacado por una figura alta y demacrada con ojos brillantes y garras afiladas.
La batalla fue feroz y desesperada. James, armado solo con su ingenio y una pistola, luchó con todas sus fuerzas contra la criatura. Logró herirlo, pero no antes de que este lo mordiera en el hombro, transmitiéndole una maldición antigua y poderosa.
Malherido y exhausto, James finalmente perdió el conocimiento, dejando que la oscuridad lo envolviera.
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James llegó a Pine Hollow con su característico escepticismo, dispuesto a desentrañar la verdad detrás de las desapariciones. Al llegar al pueblo, fue recibido con una mezcla de curiosidad y desconfianza. Los aldeanos, agotados por el miedo y la incertidumbre, veían en él una posible esperanza, pero también una amenaza.
El líder del pueblo, un anciano llamado Samuel Hartman, le dio la bienvenida y le ofreció alojamiento en su propia casa.
Durante los primeros días de su estancia, James se dedicó a entrevistar a los aldeanos y recopilar información. Habló con las familias de los desaparecidos, exploró los lugares donde fueron vistos por última vez, y revisó los archivos locales en busca de patrones o pistas. A medida que profundizaba en su investigación, comenzó a notar un patrón inquietante: todas las desapariciones ocurrieron cerca del mismo sector del bosque, un lugar al que los aldeanos llamaban "La Sombra".
Decidido a investigar más a fondo, James se adentró en el bosque acompañado de un grupo de leñadores locales que conocían bien el terreno. Armados con antorchas y herramientas, el grupo avanzó hacia la zona conocida por sus extrañas desapariciones. La atmósfera en el bosque era tensa, cargada de una sensación de peligro inminente. Los leñadores, hombres recios y experimentados, apenas ocultaban su nerviosismo.
Una noche, mientras exploraba una cueva oculta entre los árboles, James encontró restos humanos y objetos personales de los desaparecidos. Las pruebas eran innegables: algo o alguien había estado acechando y cazando a los aldeanos. De repente, un escalofrío recorrió su espalda. La temperatura bajó abruptamente y el aire se llenó de un hedor nauseabundo. Antes de que pudiera reaccionar, fue atacado por una figura alta y demacrada con ojos brillantes y garras afiladas.
La batalla fue feroz y desesperada. James, armado solo con su ingenio y una pistola, luchó con todas sus fuerzas contra la criatura. Logró herirlo, pero no antes de que este lo mordiera en el hombro, transmitiéndole una maldición antigua y poderosa.
Malherido y exhausto, James finalmente perdió el conocimiento, dejando que la oscuridad lo envolviera.
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James llegó a Pine Hollow con su característico escepticismo, dispuesto a desentrañar la verdad detrás de las desapariciones. Al llegar al pueblo, fue recibido con una mezcla de curiosidad y desconfianza. Los aldeanos, agotados por el miedo y la incertidumbre, veían en él una posible esperanza, pero también una amenaza.
El líder del pueblo, un anciano llamado Samuel Hartman, le dio la bienvenida y le ofreció alojamiento en su propia casa.
Durante los primeros días de su estancia, James se dedicó a entrevistar a los aldeanos y recopilar información. Habló con las familias de los desaparecidos, exploró los lugares donde fueron vistos por última vez, y revisó los archivos locales en busca de patrones o pistas. A medida que profundizaba en su investigación, comenzó a notar un patrón inquietante: todas las desapariciones ocurrieron cerca del mismo sector del bosque, un lugar al que los aldeanos llamaban "La Sombra".
Decidido a investigar más a fondo, James se adentró en el bosque acompañado de un grupo de leñadores locales que conocían bien el terreno. Armados con antorchas y herramientas, el grupo avanzó hacia la zona conocida por sus extrañas desapariciones. La atmósfera en el bosque era tensa, cargada de una sensación de peligro inminente. Los leñadores, hombres recios y experimentados, apenas ocultaban su nerviosismo.
Una noche, mientras exploraba una cueva oculta entre los árboles, James encontró restos humanos y objetos personales de los desaparecidos. Las pruebas eran innegables: algo o alguien había estado acechando y cazando a los aldeanos. De repente, un escalofrío recorrió su espalda. La temperatura bajó abruptamente y el aire se llenó de un hedor nauseabundo. Antes de que pudiera reaccionar, fue atacado por una figura alta y demacrada con ojos brillantes y garras afiladas.
La batalla fue feroz y desesperada. James, armado solo con su ingenio y una pistola, luchó con todas sus fuerzas contra la criatura. Logró herirlo, pero no antes de que este lo mordiera en el hombro, transmitiéndole una maldición antigua y poderosa.
Malherido y exhausto, James finalmente perdió el conocimiento, dejando que la oscuridad lo envolviera.
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