Es molesto que Sebastián deba esforzarlo a sonreír cuando no quiere, su humor nunca ha sido lo contrario a su humor agrio y amargado.

Observa que el invitado se va de la mansión, logrando ver qué la puerta se cierra para al final, apartar la mano a Sebastián. Frunciendo el ceño haciendo una ligera mueca con sus labios antes de caminar a la habitación.

Es molesto que Sebastián deba esforzarlo a sonreír cuando no quiere, su humor nunca ha sido lo contrario a su humor agrio y amargado. Observa que el invitado se va de la mansión, logrando ver qué la puerta se cierra para al final, apartar la mano a Sebastián. Frunciendo el ceño haciendo una ligera mueca con sus labios antes de caminar a la habitación.
0 turnos 0 maullidos 192 vistas
Patrocinados
Patrocinados