Destinos cruzados
Tal vez debería sorprenderse, pero no lo hacía.
Resultaba increíble todo lo que la gente podía ofrecer a cambio de algo, sobre todo cuando se habla de apuestas, de juegos, y solo se empieza a perder.
No era la primera vez y dudaba que fuera la última en que le ofrecieran a otra persona. Sin embargo, esta vez el contexto era completamente diferente al habitual.
- ¿Por qué debería aceptar? -
En un cuarto privado, alejado del bullicio de la gente jugando y apostando, charlaba de negocios sentado en una cómoda silla y tras un lujoso escritorio con una posible problemática familia, si se tenía en cuenta quiénes eran y en lo que estaban metidos, que ahora le ofrecían a él a uno de sus miembros.
No le interesó demasiado la oferta. Tenía almas, bastantes almas, bajo su contrato. ¿Sería beneficioso tener a una más? Por supuesto, pero jamás era algo tan... Voluntario tener a alguien bajo su control.
Lo consideró un momento, entonces se dirigió a quien le ofrecían.
- ¿Cómo es tu nombre? -
Resultaba increíble todo lo que la gente podía ofrecer a cambio de algo, sobre todo cuando se habla de apuestas, de juegos, y solo se empieza a perder.
No era la primera vez y dudaba que fuera la última en que le ofrecieran a otra persona. Sin embargo, esta vez el contexto era completamente diferente al habitual.
- ¿Por qué debería aceptar? -
En un cuarto privado, alejado del bullicio de la gente jugando y apostando, charlaba de negocios sentado en una cómoda silla y tras un lujoso escritorio con una posible problemática familia, si se tenía en cuenta quiénes eran y en lo que estaban metidos, que ahora le ofrecían a él a uno de sus miembros.
No le interesó demasiado la oferta. Tenía almas, bastantes almas, bajo su contrato. ¿Sería beneficioso tener a una más? Por supuesto, pero jamás era algo tan... Voluntario tener a alguien bajo su control.
Lo consideró un momento, entonces se dirigió a quien le ofrecían.
- ¿Cómo es tu nombre? -
Tal vez debería sorprenderse, pero no lo hacía.
Resultaba increíble todo lo que la gente podía ofrecer a cambio de algo, sobre todo cuando se habla de apuestas, de juegos, y solo se empieza a perder.
No era la primera vez y dudaba que fuera la última en que le ofrecieran a otra persona. Sin embargo, esta vez el contexto era completamente diferente al habitual.
- ¿Por qué debería aceptar? -
En un cuarto privado, alejado del bullicio de la gente jugando y apostando, charlaba de negocios sentado en una cómoda silla y tras un lujoso escritorio con una posible problemática familia, si se tenía en cuenta quiénes eran y en lo que estaban metidos, que ahora le ofrecían a él a uno de sus miembros.
No le interesó demasiado la oferta. Tenía almas, bastantes almas, bajo su contrato. ¿Sería beneficioso tener a una más? Por supuesto, pero jamás era algo tan... Voluntario tener a alguien bajo su control.
Lo consideró un momento, entonces se dirigió a quien le ofrecían.
- ¿Cómo es tu nombre? -
Tipo
Individual
Líneas
Cualquier línea
Estado
Terminado
124
turnos
1
maullido
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