El chico lobo se quedó mirando a la nada, sin parpadear y con una sonrisa pícara de oreja a oreja, parecía que estuviera planeando o si estuviera recordando una travesura.
El chico lobo se quedó mirando a la nada, sin parpadear y con una sonrisa pícara de oreja a oreja, parecía que estuviera planeando o si estuviera recordando una travesura.
