El pelirrojo intentó aludirla para juntarse en su hogar pero la chica de pelo rosa se negó argumentando estar enferma.


Era real y mentira. Su malestar era un agotamiento mental por tanto se dispuso a acostarse.

Lo que en realidad pasaba era que la escencia de cierta persona rondaba a su alrededor y consumía su energía.

Se dejo llevar por el sueño y se rindió, no sin antes sentir el perfume del principe de cabello blanco.

Se durmio a los minutos. . .

. . . Y Akio apareció por un momento.