El viento movía su cabello mientras Sienna revisaba su teléfono con el ceño fruncido, la señal iba y venía y el GPS parecía haberse rendido hacía rato. Apoyó la cadera contra la moto y suspiró sintiendo la adrenalina aún en sus venas; había salido a buscar a su objetivo siguiendo las pistas que le dieron, pero entre tantas vueltas y caminos ocultos había terminado perdiéndose en medio de la nada y lo peor de todo… ahora tenía que avisarle a él, apretó los labios mientras tecleaba:

••• Me perdí :( no preguntes cómo, ven por mí •••

Aunque enseguida borró el mensaje.

••• El sujeto no está en la ubicación indicada, seguí otra pista pero la zona no tiene cobertura, envíame coordenadas para volver. •••

Suspiró y envió el mensaje, aunque lo que realmente quería decir era: "Estoy perdida… y lo único en lo que puedo pensar es en ti"

Miró la pantalla esperando una respuesta, su jefe siempre era frío y calculador… pero a veces en medio de los silencios y las órdenes ella creía notar algo más, algo que le hacía desear perderse más seguido solo para tener una excusa para hablarle.

Sienna bajó las escaleras del subterráneo a toda prisa, los pasos detrás de ella se escuchaban cada vez más cerca, no sabía cuántos eran ni quién los había enviado, pero eso no importaba, solo tenía un bate de metal para defenderse y un instinto que nunca le había fallado.

Se deslizó dentro del baño, cerrando la puerta con cuidado, el silencio repentino la envolvió, dejando solo el eco de su propio pulso martillando en sus oídos.

Apoyó el bate sobre su hombro y levantó la mirada, su reflejo en el espejo la observaba con la misma calma calculada que siempre llevaba, a pesar del caos, de la persecución, del peligro inminente… se veía increíble.

Su negro y lacio cabello le caía sobre los hombros, el uniforme ligeramente desordenado le daba un aire despreocupado, y la forma en que sostenía el bate… era imposible no apreciar lo bien que se veía.

Sin pensarlo demasiado, sacó su teléfono y alzó la cámara.

*Click*

Una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro ¿quién dijo que estar en peligro era excusa para no tomarse una buena foto?

El sonido de pasos apresurados en el pasillo la devolvió a la realidad, guardó el móvil, ajustó el agarre del bate y respiró hondo.

_Bien_ susurró para sí misma, con una sonrisa aún en los labios _Hora de volver al juego_

Y con eso, salió del baño, lista para lo que viniera.