Es viernes por la noche.
Arrastrando los pasos de pies cansados, Tolek se dirige de regreso al hotel, cabizbajo, sintiéndose herido no sólo por el ataque que sufrió la noche anterior.
Poco a poco, sus pasos se van haciendo más y más lentos conforme reflexiona en lo que ha pasado desde que Adda desapareció, desde que dio comienzo a su empresa de traerla de vuelta y de comprenderla mejor.
Esta noche, siente algo muy similar a lo que sintió aquella última que vio a quien consideraba su amiga. Siente que la historia se repite, también en su propia piel.
Detiene sus pasos adoloridos al percatarse de que Adda tenía razón. Llama a un cuervo, que esta vez no se trata de Lester sino uno de sus colegas. Se quita el anillo dorado que le une a Thomas y besa con cariño la flor azul que le decora, antes de entregárselo al ave confiándole la misión de llevarlo hacia la habitación del hotel.
Voltea, luego, tomando el camino en dirección opuesta.
No hay ni un sitio al que pertenezca, pero sí existe para él un refugio, una fábrica abandonada a las afueras, entre escombros, ruinas y desperdicios. Un buen sitio para él.
#ElBrujoCojo Es viernes por la noche.
Arrastrando los pasos de pies cansados, Tolek se dirige de regreso al hotel, cabizbajo, sintiéndose herido no sólo por el ataque que sufrió la noche anterior.
Poco a poco, sus pasos se van haciendo más y más lentos conforme reflexiona en lo que ha pasado desde que Adda desapareció, desde que dio comienzo a su empresa de traerla de vuelta y de comprenderla mejor.
Esta noche, siente algo muy similar a lo que sintió aquella última que vio a quien consideraba su amiga. Siente que la historia se repite, también en su propia piel.
Detiene sus pasos adoloridos al percatarse de que Adda tenía razón. Llama a un cuervo, que esta vez no se trata de Lester sino uno de sus colegas. Se quita el anillo dorado que le une a Thomas y besa con cariño la flor azul que le decora, antes de entregárselo al ave confiándole la misión de llevarlo hacia la habitación del hotel.
Voltea, luego, tomando el camino en dirección opuesta.
No hay ni un sitio al que pertenezca, pero sí existe para él un refugio, una fábrica abandonada a las afueras, entre escombros, ruinas y desperdicios. Un buen sitio para él.
#ElBrujoCojo