(Sombra)
-Estas preciosa.
La voz grave, masculina y con gran profundidad llamó la atención inmediatamente de la demonesa, se detuvo sonrió y dió medía vuelta hacia atrás.
(Aradia).
-Arceos... ¿Eres tú?.
Aradia preguntó curiosa, el crujir de las hojas bajo los pies del ajeno se dejaron escuchar al ser pisadas en la oscuridad del bosque, como una niebla saldría de su escondite una sombra oscura, mostrándo solo ojos brillantes y dejándose oír esa voz tan llena de calma y serenidad.
(Sombra).
-Los más jóvenes de la manada me pusieron al tanto de ti... para ellos eres solo un invasor más; necesitaba asegurarme de que fueran ciertas mis sospechas, a kilómetros tuve la respuesta, ya que tu aroma, está impregnada en el lugar como si le perteneciera.
(Sombra)
-Estas preciosa.
La voz grave, masculina y con gran profundidad llamó la atención inmediatamente de la demonesa, se detuvo sonrió y dió medía vuelta hacia atrás.
(Aradia).
-Arceos... ¿Eres tú?.
Aradia preguntó curiosa, el crujir de las hojas bajo los pies del ajeno se dejaron escuchar al ser pisadas en la oscuridad del bosque, como una niebla saldría de su escondite una sombra oscura, mostrándo solo ojos brillantes y dejándose oír esa voz tan llena de calma y serenidad.
(Sombra).
-Los más jóvenes de la manada me pusieron al tanto de ti... para ellos eres solo un invasor más; necesitaba asegurarme de que fueran ciertas mis sospechas, a kilómetros tuve la respuesta, ya que tu aroma, está impregnada en el lugar como si le perteneciera.