• - Bien, aquí tenemos a nuestr@ invitad@ de honor! Un gusto tenerte junto a nosotros en este espacio fuera de la realidad y la cuarta pared. Queremos que nos cuentes... Cómo ha sido tu estadía en este hermoso plano? Has hecho amigos? Te has sentido sol@ o ignorad@?

    *Te ve fijamente mientras espera paciente la respuesta*
    - Bien, aquí tenemos a nuestr@ invitad@ de honor! Un gusto tenerte junto a nosotros en este espacio fuera de la realidad y la cuarta pared. Queremos que nos cuentes... Cómo ha sido tu estadía en este hermoso plano? Has hecho amigos? Te has sentido sol@ o ignorad@? *Te ve fijamente mientras espera paciente la respuesta*
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  • — "The weight of being a lonely queen on the Iron Throne is more than anyone has ever been able to bear."

    Rhanya felt migraines beginning to manifest on her, so much pain that she couldn't even eat. She felt weak, sad, and alone. Was that the burden of reigning?

    A sigh escaped her mouth. She shook his head, remembering the last meeting with the Council. A Royal Council she could no longer trust.

    One she would enjoy cutting out the tongues of each of them, or feeding them to her dragon.

    — Perhaps, my Lords, we should try to be more...loyal, don't you think?
    — "The weight of being a lonely queen on the Iron Throne is more than anyone has ever been able to bear." Rhanya felt migraines beginning to manifest on her, so much pain that she couldn't even eat. She felt weak, sad, and alone. Was that the burden of reigning? A sigh escaped her mouth. She shook his head, remembering the last meeting with the Council. A Royal Council she could no longer trust. One she would enjoy cutting out the tongues of each of them, or feeding them to her dragon. — Perhaps, my Lords, we should try to be more...loyal, don't you think?
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  • '╭❥ ¿Estás serán ropas adecuadas para la ocasión?
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  • 𝐏𝐨𝐰𝐞𝐫 𝐚𝐧𝐝 𝐌𝐨𝐧𝐞𝐲 Pt 4
    ──── #3D #MonoRol

    ❝ El dinero si importa y cada billete... cuenta. ❞

    La apertura de su empresa de pescado no fue solo un sueño emprendedor, sino también...

    La cobertura perfecta para su imperio criminal.

    Desde el exterior parecía un negocio respetable, un proveedor de productos marinos frescos y de calidad. Pero en las sombras, era el centro de operaciones de una red de contrabando internacional.

    Sin embargo todo comenzó a empeorar cuando una nueva detective de la policía. Klara Petrushka, centró su atención en George.

    Klara no era como los demás....

    Era perspicaz y determinada, y pronto notó las discrepancias en los movimientos financieros de la empresa de George. A pesar de que sus registros parecían impecables, algunas transacciones levantaron sospechas.

    Al mismo tiempo, dentro de la organización de George, las tensiones comenzaron a hervir. Su mano derecha, Yuri Gorbachov, resentido, comenzó a conspirar en secreto con una mafia rival. Yuri no solo quería robarle el control del imperio criminal a George sino que también...

    Estaba dispuesto a entregarle información a Klara para asegurar su propia protección....

    El punto de quiebre llegó una noche lluviosa cuando Klara, con una orden en mano y un equipo SWAT detrás de ella, irrumpió en la planta procesadora de pescados. Los agentes encontraron cajas con mercancías ilegales...

    Drogas....

    George a punto de escapar de aquel lugar se encontro con Yuri...

    ─Sabía que no podía confiar en ti....Todo este tiempo planeabas apuñalarme por la espalda, ¿verdad?.

    Anunció mirando furioso a Alejandro mientras se prepara con un tubo de metal que había encontrado.

    Yuri: Lo único que no entiendo es cómo tardaste tanto en darte cuenta. Alguien tiene que dirigir este negocio, y tú eres un riesgo, George. Es hora de que desaparezcas...

    𝑇𝑜 𝑏𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑛𝑢𝑒...
    𝐏𝐨𝐰𝐞𝐫 𝐚𝐧𝐝 𝐌𝐨𝐧𝐞𝐲 🇷🇺 Pt 4 ──── #3D #MonoRol ❝ El dinero si importa y cada billete... cuenta. ❞ La apertura de su empresa de pescado no fue solo un sueño emprendedor, sino también... La cobertura perfecta para su imperio criminal. Desde el exterior parecía un negocio respetable, un proveedor de productos marinos frescos y de calidad. Pero en las sombras, era el centro de operaciones de una red de contrabando internacional. Sin embargo todo comenzó a empeorar cuando una nueva detective de la policía. Klara Petrushka, centró su atención en George. Klara no era como los demás.... Era perspicaz y determinada, y pronto notó las discrepancias en los movimientos financieros de la empresa de George. A pesar de que sus registros parecían impecables, algunas transacciones levantaron sospechas. Al mismo tiempo, dentro de la organización de George, las tensiones comenzaron a hervir. Su mano derecha, Yuri Gorbachov, resentido, comenzó a conspirar en secreto con una mafia rival. Yuri no solo quería robarle el control del imperio criminal a George sino que también... Estaba dispuesto a entregarle información a Klara para asegurar su propia protección.... El punto de quiebre llegó una noche lluviosa cuando Klara, con una orden en mano y un equipo SWAT detrás de ella, irrumpió en la planta procesadora de pescados. Los agentes encontraron cajas con mercancías ilegales... Drogas.... George a punto de escapar de aquel lugar se encontro con Yuri... ─Sabía que no podía confiar en ti....Todo este tiempo planeabas apuñalarme por la espalda, ¿verdad?. Anunció mirando furioso a Alejandro mientras se prepara con un tubo de metal que había encontrado. Yuri: Lo único que no entiendo es cómo tardaste tanto en darte cuenta. Alguien tiene que dirigir este negocio, y tú eres un riesgo, George. Es hora de que desaparezcas... 𝑇𝑜 𝑏𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑛𝑢𝑒...
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  • — ¿Me parezco a alguien que conocías? Sí... creo que es el punto.
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  • Desde los bordes del sueño, dónde la realidad se deshilacha como tela desgastada, la otra mitad fracturada de Ina –la Sacerdotisa– observa.

    «Duerme, mi otra mitad»

    Murmura, aunque nadie la escucha.

    «Duerme entre dulces mentiras, y yo cuidaré lo que tú no puedes tocar...»

    Soltó una risa amarga, una que Ina no fue capaz de escuchar.

    «Descansa, inocente. Cuando despiertes... yo estaré ahí»

    En el sueño dentro del sueño, Ina se estremece, sin saber por qué.

    Y mientras permanece suspendida en su prisión, su otra yo se escapa por las grietas de la realidad: se desliza por los bordes del abismo, se desprende como tinta derramada, viaja en los espacios entre pensamientos, colándose en mentes ajenas como un verso olvidado; filtrándose en conciencias a través de los resquicios que dejan los miedos no confesados y las dudas de medianoche.
    Desde los bordes del sueño, dónde la realidad se deshilacha como tela desgastada, la otra mitad fracturada de Ina –la Sacerdotisa– observa. «Duerme, mi otra mitad» Murmura, aunque nadie la escucha. «Duerme entre dulces mentiras, y yo cuidaré lo que tú no puedes tocar...» Soltó una risa amarga, una que Ina no fue capaz de escuchar. «Descansa, inocente. Cuando despiertes... yo estaré ahí» En el sueño dentro del sueño, Ina se estremece, sin saber por qué. Y mientras permanece suspendida en su prisión, su otra yo se escapa por las grietas de la realidad: se desliza por los bordes del abismo, se desprende como tinta derramada, viaja en los espacios entre pensamientos, colándose en mentes ajenas como un verso olvidado; filtrándose en conciencias a través de los resquicios que dejan los miedos no confesados y las dudas de medianoche.
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  • Otra vez gemelos que te parece hermanito? [legend_crimson_rabbit_440]
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  • Mientras el cuerpo físico de Ina se mantiene flotando en una burbuja, su mente sigue anclada en el sueño del Halovian, y su sonrisa sigue siendo la de quien no sabe que está soñando. Allí, bajo un sol dorado, dos estudiantes caminan hacia su primera cita.

    La campana del institutó sonó, Ina salió apresurada esquivando a compañeros cuyos rostros empezaban a difuminarse como acuarelas bajo la lluvia. Solo [anagenesis001] permanecía nítido, con una sonrisa que le hacía cosquillas en un recuerdo de su memoria que parecía no existir.

    —¡Beli-b... —pausa— digo, Belial~ —canturreó, ajustando su mochila, de la cual colgaba un mini peluche de pulpo que no recordaba haber puesto allí.

    Ambos avanzaron por el camino hacia el arcade. Ina caminaba junto a él, sus pasos sincronizados sobre la acera.

    Se detuvieron antes de cruzar la calle, Ina vio el semáforo: rojo-verde-morado... ¿Morado?. Parpadeó. Era amarillo, pero podría jurar que lo había visto morado. Sacudió su cabeza y cuando el semáforo se puso en rojo, avanzó a un lado de él.

    —Belial... ¿A veces no te pasa que...?

    Dudó. Las palabras se le enredaron en la lengua. ¿Qué le iba a decir? ¿Que estaba teniendo alucinaciones?

    —...Nah, ¡olvídalo! —sacudió la cabeza una vez más, riendo demasiado alto.

    Llegaron al local, se detuvieron un instante frente al letrero neón del arcade. Y cuando empujó la puerta de vidrio, por un segundo, creyó ver en el reflejo a Belial con...¿alas?. Pero rápidamente, su atención se desvió hacia las luces de colores, los sonidos, las risas y el ambiente. El arcade la envolvió.

    —Waaah, ¿que deberíamos jugar primero? —sus ojos brillaban como estrellas— ¿Sabías que los arcades son como rituales? Insertas monedas y rezas para que el universo no te humille...

    Suelta una risita que suena como campanitas rotas. Parpadea. Pausa. ¿Un ritual? ¿Que acaba de decir?. Su sonrisa se borra por 0.65 segundos. Da igual. Lo olvida rápidamente. Su sonrisa reaparece. Sigue tropezando con las mismas pistas, pero no las ve. ¿O tal vez es que no las quiere ver?
    Mientras el cuerpo físico de Ina se mantiene flotando en una burbuja, su mente sigue anclada en el sueño del Halovian, y su sonrisa sigue siendo la de quien no sabe que está soñando. Allí, bajo un sol dorado, dos estudiantes caminan hacia su primera cita. La campana del institutó sonó, Ina salió apresurada esquivando a compañeros cuyos rostros empezaban a difuminarse como acuarelas bajo la lluvia. Solo [anagenesis001] permanecía nítido, con una sonrisa que le hacía cosquillas en un recuerdo de su memoria que parecía no existir. —¡Beli-b... —pausa— digo, Belial~ —canturreó, ajustando su mochila, de la cual colgaba un mini peluche de pulpo que no recordaba haber puesto allí. Ambos avanzaron por el camino hacia el arcade. Ina caminaba junto a él, sus pasos sincronizados sobre la acera. Se detuvieron antes de cruzar la calle, Ina vio el semáforo: rojo-verde-morado... ¿Morado?. Parpadeó. Era amarillo, pero podría jurar que lo había visto morado. Sacudió su cabeza y cuando el semáforo se puso en rojo, avanzó a un lado de él. —Belial... ¿A veces no te pasa que...? Dudó. Las palabras se le enredaron en la lengua. ¿Qué le iba a decir? ¿Que estaba teniendo alucinaciones? —...Nah, ¡olvídalo! —sacudió la cabeza una vez más, riendo demasiado alto. Llegaron al local, se detuvieron un instante frente al letrero neón del arcade. Y cuando empujó la puerta de vidrio, por un segundo, creyó ver en el reflejo a Belial con...¿alas?. Pero rápidamente, su atención se desvió hacia las luces de colores, los sonidos, las risas y el ambiente. El arcade la envolvió. —Waaah, ¿que deberíamos jugar primero? —sus ojos brillaban como estrellas— ¿Sabías que los arcades son como rituales? Insertas monedas y rezas para que el universo no te humille... Suelta una risita que suena como campanitas rotas. Parpadea. Pausa. ¿Un ritual? ¿Que acaba de decir?. Su sonrisa se borra por 0.65 segundos. Da igual. Lo olvida rápidamente. Su sonrisa reaparece. Sigue tropezando con las mismas pistas, pero no las ve. ¿O tal vez es que no las quiere ver?
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  • <<Haber alguien tiene algo que confesar(?) porque yo en persona los voy a exorcisar >>
    <<Haber alguien tiene algo que confesar(?) porque yo en persona los voy a exorcisar >>
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  • El cielo estaba despejado, y el viento cálido acariciaba su rostro mientras la **nube voladora** se deslizaba suavemente entre las nubes.

    Jimoto, ahora con una **nueva chaqueta marrón** que se ajustaba perfectamente a su figura, se mantenía erguido sobre la nube, con los brazos abiertos y los ojos cerrados, como si respirara la paz que durante años se le había escapado.

    Ya no llevaba el ceño fruncido ni la expresión de un guerrero endurecido por el combate. Ahora, su sonrisa era sincera, ligera, como la brisa que lo acompañaba.

    Abriendo los ojos, observó el horizonte y rió con alegría.

    ★—¡Hace mucho que no me sentía tan... libre!

    La nube giró suavemente, como si compartiera la emoción de su jinete.

    ★—¡Vamos, compañera! ¡A donde el viento nos lleve!

    Y así, entre risas y cielos infinitos, Jimoto se perdió en el azul, no como un guerrero… sino como un alma feliz.
    El cielo estaba despejado, y el viento cálido acariciaba su rostro mientras la **nube voladora** se deslizaba suavemente entre las nubes. Jimoto, ahora con una **nueva chaqueta marrón** que se ajustaba perfectamente a su figura, se mantenía erguido sobre la nube, con los brazos abiertos y los ojos cerrados, como si respirara la paz que durante años se le había escapado. Ya no llevaba el ceño fruncido ni la expresión de un guerrero endurecido por el combate. Ahora, su sonrisa era sincera, ligera, como la brisa que lo acompañaba. Abriendo los ojos, observó el horizonte y rió con alegría. ★—¡Hace mucho que no me sentía tan... libre! La nube giró suavemente, como si compartiera la emoción de su jinete. ★—¡Vamos, compañera! ¡A donde el viento nos lleve! Y así, entre risas y cielos infinitos, Jimoto se perdió en el azul, no como un guerrero… sino como un alma feliz.
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