¿Preocupado? Yo por qué lo estaría
Estoy bien , no hay que preocuparse

Saliendo de la ducha, terminaba de secarse mientras veía la hora, aún tenía algo de tiempo antes de salir a sus reuniones.

Fue al armario para buscar un conjunto acorde, después de todo volvería a hacer presencia para seguir con las mejoras del infierno y debía volver a destacar como el monarca que era.

Sí, soy muy fuerte como mi padre. Soy serio como mi abuelo. Soy rubio como mi tío. ¿Extraño, verdad?

Tengo frío el corazón, llevo un hueco en mi interior y no se rellena con nada.

https://www.youtube.com/watch?v=Ghby5wfBVIQ

#Friends
#hospital

Su amigo y él en la sala de espera del hospital luego de haberse lastimado el tobillo y otro la muñeca, por intentar recrear pasos de trainees.

— Por intentar ser Justin Bieber.

Se burló su amigo de él. Era irónico porque a Joshua le decían así por llegar a ser casi Idol, pero en esa salida intentaron recrear algunos pasos de hip hop, todavía tenían la adrenalina y no dejaban de reír a pesar del dolor. Joshua sacó su teléfono con su mano lastimada, hizo una mueca al sentir el dolor punzante y casi se le cae el teléfono, pero todavía pudo sujetarlo. Tomó una foto rápida para reírse de ese momento en el futuro.

— Por intentar ser Jungkook.

Le regresó la broma, su amigo era muy fan de él. Ambos sabían bailar, pero les faltaba práctica y conciencia que al final terminaron en ese sitio.

Era la primera vez que mis pies tocaban la tierra lejos de mi azotea. Mis manos, tan acostumbradas a sostener los hilos de vidas que nunca me pertenecieron, descansaban ahora sobre la madera fría de una banca en un parque casi vacío. El viento traía consigo el murmullo de hojas secas y el eco distante de voces humanas, esas risas huecas que intentan engañarse a sí mismas con la idea de eternidad.

Me detuve a observarlos. Hombres y mujeres caminaban con aire triunfal, como si el simple hecho de respirar fuera un mérito propio y no un préstamo concedido. Se adornaban de promesas, de joyas brillantes, de palabras llenas de un vacío que solo yo sé medir. La vanidad, esa máscara torpe, les cubría el rostro. Les hacía creer que eran dueños de su historia, cuando en verdad cada paso que daban estaba atado a un hilo que yo podía cortar con un gesto.

Me pregunté qué sentirían si pudieran verme, sentada entre ellos, sin mi sombra de diosa, reducida a una figura silenciosa en un banco olvidado. Tal vez me mirarían con desdén, como hacen con los solitarios. Tal vez me ignorarían, demasiado ocupados en fingir sonrisas que no les pertenecen. Ellos no entienden la fragilidad de su teatro: ignoran que su belleza se pudre, que sus nombres serán borrados, que sus ambiciones no pesan nada cuando caen en el vacío.

Me descubrí en un extraño silencio. Yo, que nunca he conocido el lujo de las ilusiones, sentí un atisbo de curiosidad. ¿Qué se siente creer en la permanencia? ¿Qué fuego los impulsa a cubrirse de adornos y palabras, cuando todo se reduce a polvo? No era envidia… era otra cosa. Una punzada extraña, como si al observarlos quisiera descifrar el misterio de su obstinada ceguera.

Pero sé la verdad: su vanidad es su condena. Se pintan de colores para no ver el negro que los espera. Se abrazan en plazas, se prometen en parques, se juran eternidades en labios que pronto serán ceniza. Y yo los observo, con la certeza de quien guarda la última palabra, con la calma de quien sabe que cada carcajada que se alza en el aire es un hilo tensándose hacia su final.

La banca crujió bajo mi peso, como si incluso la madera intuyera lo que soy. Levanté la mirada: un niño corría tras una pelota, una mujer arreglaba su cabello en el reflejo de un escaparate, un anciano se dormía con el rostro inclinado hacia el sol. Todos distintos, todos iguales. Tan frágiles. Tan seguros de que el mañana les pertenece.

Sonreí, no de ternura, sino de ironía. Qué espectáculo tan vano y, al mismo tiempo, tan predecible. El destino nunca se equivoca, y yo soy su mano.

────What whisky will not cure, there is no cure for... Shhh... le robé un pequeño traguito al vaso, pero es para darle más realismo a la foto. No vayan a contar que ya me adelante al brindis.

-Tal como lo había prometido, jugué y les conté historias a mis bebés hasta que el sol se oculto dando paso a la noche -

Y de este modo, sus padres vencieron a Mundus, y así concluye esta historia :3

Bueno, ya es hora de que vallan a la cama mis bebés; hubo mucha actividad hoy, hicieron que su madre terminara agotado jxjxjxjx.

Siempre tan ingueña , Brunhilda pero de todo modos ya esta predijo que seria yo .