Elliot siempre tuvo una gran ambición de ser exitoso y tener control sobre su propia vida; sin embargo, sus padres eran muy controladores y tenían la idea de que él debía seguir al pie de la letra cada uno de los pasos señalados que ellos impusieran. De ese modo, lo primordial (además del éxito) era casarse con alguien de su misma clase social y educación. Desde su perspectiva y con evidentes razones, aquello se le hacía una condena, ¿que ocurriria si eso no era lo que quería para él?; pero contrario a sus pensamientos, cuando aun era un niño y sus padres le presentaron a quien en un futuro sería su esposa, no se imaginó que aquella niña se convertiría en una amistad que perduraria por años.

Incluso hasta su actualidad, Elliot y Samantha, se convirtieron en confidentes, eran casi como hermanos.

Pero volviendo a su pasado: Cuando Elliot tenía 20 años, conoció a Peter; un chico menor que él por dos años, quien cursaba la misma carrera. Su amistad se fue dando de manera lenta hasta que de igual forma que con Samantha, Elliot sentía que Peter se había convertido en parte importante de su vida, era un gran amigo. Podrían ser de carácter diferente, pero también compartían muchas ideas en común, principalmente la ambición de crecer en sus respectivas carreras.

Para Elliot, su mejor amigo era mucho mas que una compañía, lo respetaba y le tenía un enorme aprecio por su apoyo incondicional y eventualmente, una chispa se encendió en su corazón.

Sin embargo, esta amistad se consumiría en un fuego imposible de parar. A sus 25 años, cuando estaba por terminar la carrera llegó la presión familiar. No era posible que aun con todos los años de conocer a Samantha, ellos jamás hubiesen formalizado nada. Eso era debido a que ninguno de ellos planeaba hacerlo desde un primer momento, porque eran grandes amigos, y simplemente nunca existió una atracción romántica entre ellos. Además, solo Samantha sabía él secreto de Elliot, a él le gustaban los hombres.

Con todo ello, a raíz de las exigencias familiares y a causa del evidente desinterés de Elliot por las mujeres, no tardaron en esparcirse rumores entre ambas familias, dudando de la sexualidad del hijo mayor de la familia Callerense. Esto era algo que se ocultó de los oídos de su amigo Peter, aun cuando su nombre también terminó siendo manchado en aquellos cotilleos.

Elliot temía que esto pudiera suponer problemas para sus amistades, al mismo tiempo que, también temía por su privacidad, aunque no quisiera admitirlo, aun se sentía encadenado a las expectativas que habían puesto sobre él desde niño.

Samantha era la única que podía entender la situación en la que se encontraba, porque de la misma manera, eso también le afectaba, y después de una extensa conversación llegaron a un acuerdo. Acordaron comprometerse como una cortina de humo, tratando de posponer aquel momento de contraer nupcias tanto como pudieran. Lamentablemente, no contaban con que sus familiares ya no se conformarían con un anillo de compromiso.

A pocos días, Elliot confesó a Peter su casamiento, aunque sin detallar que en un primer momento solo había sido un plan, sin ningún motivo romántico detrás y que no planeaba tener una vida de casado como tal.

Omitiendo esos detalles, la decisión de Elliot no fue bien recibida por Peter, quien parecía molesto por dicha revelación, y aquello desencadenó en una serie de malentendidos que jamás pudieron arreglarse porque ninguno podía entender los comportamientos del otro.

Aun cuando el tema jamás se resolvió, Elliot llegó a invitar a Peter a la boda, esperando que su mejor amigo estuviera ahí en un momento tan importante para él. Y no tanto por el evento, sino que, esperaba que aunque anteriormente hubiesen discutido, su relación pudiera ser rescatada y volver a ser los mismos de siempre. Cosa que no pasó, pues Peter nunca llegó, y con ello, la decepción de Elliot junto con su corazón roto tomaron aquel desplante como el fin de su amistad. Una vez que la fiesta terminó sus destinos se separaron.

Elliot y Samantha viajaron a Europa al segundo día de la boda, donde se suponía que tendrían su luna de miel, aunque realmente era un plan para mantenerse lo mas alejados posibles de los chantajes familiares. Vivieron ahí por 4 años, en los cuales Samantha aprovechó para encontrar el amor verdadero mientras que Elliot solo se sumergía en la amargura mientras seguía con sus estudios y después de terminar tal propósito, rápidamente quedó atrapado en el trabajo.

En esos 4 años, solo estuvieron casados 2 años, hasta que finalmente se divorciaron para que su mejor amiga pudiera hacer una vida de verdad con el hombre que había conocido en su estadía por Inglaterra.

Mientras tanto, Elliot pasó cada uno de esos años sufriendo por la perdida de su amistad con aquel hombre del pasado. Al principio intentó convencerse de que era una decepción momentánea, sin embargo, había emociones y pensamientos más allá de lo que le gustaría admitir; como el arrepentimiento por su amor imposible.

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⇲ | Datos extra:

Ojos color carmesí

Cabello castaño rojizo

Adicción al tabaco

Migraña

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⇲ | Intereses:

Trajes formales

Reuniones 

Días lluviosos

Vino

Domingos

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⇲ | Cosas a evitar:

Fiestas

Calor

Desvelarse

Dulces

Recibir órdenes

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⇲ | Puntos a destacar:

Es objetivo y centrado cuando se trata de su trabajo. Siempre responsable y capaz de realizar sus tareas, sin excusas.

Por las mañanas siempre esta de malhumor, se pone irritable, sobre todo si algo ajeno a su alarma, es el culpable de despertarlo.

Puede actuar sarcásticamente y mordaz con las personas, lo cual provoca que a menudo hiera los sentimientos de los demás.Es una persona con fuertes opiniones.

No da su brazo a torcer, se aferra a sus ideas, sin dar oportunidad de explorar otras opciones.

Persona franca y directa cuando se trata de algo externo, pero evasivo y deshonesto con respecto a sus propios sentimientos.

Es la clase de persona que jamás pasa por alto una ofensa, lo cuál lo hace ser alguien bastante rencoroso.

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