Vivianne Kaczmarek, Vivi para sus amigos, sabe mucho. Tanto, de hecho, que resulta incomprensible si uno lo piensa demasiado. Cosas que no debería, que no podría; cosas prohibidas, cosas ocultas, cosas incognoscibles.
Vivianne sabe mucho. Lo más importante, sin embargo, es que Vivianne sabe qué hacer con lo que sabe. O la mayoría de las veces, al menos.
¿Cómo sabe lo que sabe? No tiene las respuestas. ¿Debería tenerlas? Otra pregunta difícil. Una pregunta tan difícil como su edad, la cual ha olvidado. Si pones atención, si observas los rincones de las fotos viejas que se enmarcan en las paredes de Perle Noir, observarás, en ellas, un rostro familiar. Un rostro que, irracional y paradójicamente, no cambia con el avanzar de las décadas.
El Final que Nunca Llega


