¿Por qué pesa tanto esta presencia mía? El cielo gris e inmóvil me observa con la paciencia de algo que ya no espera nada de mí, haciendo que me pregunte miles de veces qué hago aquí entre estas ruinas del tiempo en este páramo de pensamientos que no germinan. ¿Vine a buscar algo? ¿O simple huía?
Hay algo que nadie me dice: que incluso en medio de los vivos puedo llegar a sentirne más espectro que carne.
Aquello solo me hace pensar que tal vez eso soy, una flor marchita con un nombre que no me pertenece del todo. Fleurdelys... Suena bonito, ¿no? Como si solo por llamarme así debiera florecer...Y, sin embargo, me marchito.?