- Todo estaba neblado. El frío rozaba mi rostro como si de él fuera dueño. Miraba para todos lados, buscando alguna señal. Pero no vi más. Me puse sobre mis pies y comencé a explorar. Luego de aquella bomba, lo que podía averiguar. - "¿A dónde has de ir?" - me preguntó una voz conocida. Me di media vuelta y pude reconocer ese rostro, que jamás se me olvida. "Estoy agotada. Lo he dado todo y aún así me siento insatisfecha. Continuaré mi camino como quiero. Nos vemos luego." - Sin más, abrí el portal y me despedí del lugar.