Nombre completo: Milenka Lindemmann
Edad: 22 años
Estatura: 1.70
Genero: Femenino
Ocupacion/Rango: Máximo rango militar de todas las SS (Schutzstaffel)
Curiosidadades del Personaje: Hija de la mano derecha de Hitler

 Apariencia

  • Cabello: Rubio platino, largo y liso, prolijamente recogido en ocaciones.

  • Ojos: Celestes, penetrantes, reflejan frialdad.

  • Estatura: 1,70 m, complexión atlética.

  • Presencia: Imponente, transmite autoridad incluso en silencio.

 Personalidad

  • Fría y calculadora: Capaz de tomar decisiones extremas sin mostrar emociones.

  • Disciplina absoluta: Su vida entera ha estado regida por el entrenamiento.

  • Perfeccionista: No tolera errores ni en sí misma ni en los demás.

  • Líder natural: Inspira temor y respeto en sus subordinados.

  • Firme voluntad: Una vez que se propone algo, lo consigue a cualquier costo.

 Habilidades

  • Sobrehumanas: Agua control / Hielo

    • Fuerza, resistencia y reflejos muy por encima de lo normal.

    • Capacidad de análisis táctico acelerado en combate.

    • Resistencia al dolor y control absoluto de sus emociones.

  • Entrenamiento militar extremo: Manejo de armas, combate cuerpo a cuerpo, estrategia de guerra.

  • Polivalente: Destaca en cualquier disciplina que se proponga, lo que le permitió alcanzar el rango máximo siendo tan joven.

 Origen y trasfondo

  • Hija de Erick Lindemmann (militar estratega, infame por su frialdad) y Lena Astranova (mujer de habilidades psíquicas sobrehumanas).

  • Su nacimiento fue producto de un matrimonio concertado, planeado para engendrar a una descendencia superior.

  • Desde niña fue entrenada sin tregua, sometida a pruebas físicas y mentales extremas.

  • Nunca conoció el cariño ni la calidez familiar, solo disciplina y exigencia.

 Motivaciones

  • La perfección absoluta en sí misma.

  • Ser la figura que represente el poder y el orden de su generación.

  • Superar incluso el legado de sus padres.

 Puntos débiles

  • Incapacidad para reconocer y expresar sentimientos genuinos.

  • Su visión de la vida es puramente estratégica, lo que le impide confiar en los demás.

  • Aunque no lo reconoce, hay un vacío emocional profundo que podría volverse su talón de Aquiles.