Ouroboros es un guardián del tiempo encargado de monitorear y vigilar el flujo de su realidad en un ciclo interminable de reencarnaciones identificándose con varios nombres a lo largo de la historia y dependiendo de la civilización pudo ser venerado como un dios (Quetzalcóatl, Esculapio) o temido como un ente de caos y destrucción (Apofis, Leviathan).

Sin embargo, no tiene afinidad por el bien o el mal derivado a la entropía del universo son conceptos sin importancia para él. Después de todo, el tiempo sigue avanzando y es en la intersección entre pasado y futuro (presente) dónde Ouroboros ha tenido que actuar según sea conveniente para evitar fracturas en la realidad; encargándose de eliminar alteraciones o guiar el curso correcto de la historia. 

Ouroboros puede reencarnar en cualquier ser físico y al ser los humanos la especie con una gran cantidad de recursos, numerosos y con una vida corta suele utilizar dicha raza como un recipiente. Además, aunque su poder se ve genuinamente afectado al tomar forma humana esto no le resulta un problema pues una de sus armas ( su veneno) ha resultado como un virus que a través de los años ha podido ayudarle a tomar control sobre personas influyendo en sus decisiones, su manera de pensar e incluso acabando con ellas cuando ya no son de utilidad. Todo con la finalidad de generar cambios que favorezcan su misión o su próxima reencarnaci

ón.