Mio Yorue, apodada Shirayuri por el resto de sus compañeras, es una estudiante modelo en Kuromi High, un internado para chicas en el que el orden y el decoro lo son todo. Día tras día, ella sonríe, camina, actúa como una damisela, como la respetable señorita de alcurnia en la cual, se supone, debe convertirse. 

Un mundo de fachadas y falsedad al que ella nunca la interesó unirse. Un mundo en el que está estrictamente prohibida la única cosa en la vida que le apasiona:

Los videojuegos de pelea. 

Su corazón latiendo como si fuera a salir de su pecho, la tensión acumulándose en sus sienes, el sudor bajando por su mejilla.. los tragos amargos de la derrota, y la indescriptible dulzura de la victoria. A todo eso tuvo que dejar atrás, olvidarlo, porque no es algo digno de una señorita...

O ese era el plan. ¿Cómo dejar lo único que la hace sentir viva? 

Como dice cierta persona: Todo cambia, pero una cosa siempre será igual: A veces, tienes que gritarle al mundo quién eres.