Hace dos días estaba en el Chicago Med haciendo las prácticas de urgencias.
Este último año aprendí bastante más que mis años como estudiante en la universidad.
Recibí dos ofertas de trabajo, finalmente me decanté por regresar a casa.
Anoche estuve hablando con mis hermanos, por la mañana les confesé la noticia a nuestros padres.
El vuelo en avión fue muy tranquilo, la mayor parte estuve dormida.
En una semana comenzaré a trabajar en un hospital de momento regresaré a vivir con mis padres. Al menos hasta que pueda permitirme pagar el alquiler de un apartamento.
Para cuando el avión finalmente aterrizo en el aeropuerto, solo tengo ganas de darme una ducha y una buena comida caliente.
Mi padre fue a buscarme en su nuevo Todoterreno rojo.
—Tu madre se quedo en casa para prepararte un buen almuerzo.
—Genial.
—Estamos muy orgullosos y contentos de que hayas elegido regresar con nosotros.
—Chicago esta bien, pero os echaba de menos.
Después de secarme el cabello y cambiarme de ropa regreso a mi habitación, mis padres han dejado tanto las habitaciones de mis hermanos como la mía intactas.
Me siento como si volviera a la adolescencia.
Pasado mañana cenaremos todos juntos en familia, como solíamos hacer antes.
Extrañaba volver a estar todos juntos de nuevo, como en los viejos tiempos.
El año pasado literalmente viví en una auténtica montaña rusa, si pudiera volvería a repetir la oportunidad que me dieron una segunda vez.
Me ayudo no solo a nivel profesional, si no también en lo personal.
Ha cambiado mi vida por completo.