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ღ Nombre
Alaska Matisse
ღ Apodos
Lasky
ღ Edad
28 años
ღ Género
Femenino
ღ Sexualidad
Bisexual
ღ Raza
Espíritu de agua
ღ Nacida en
Francia
ღ Ocupación
Modelo
ღ Psicología
Es una mujer que tiene claro lo que quiere o no, lo que le gusta o disgusta, además de mantenerse firme ante sus pensamientos y convicciónes. Si bien a veces tiene dudas sobre su naturaleza, trata de no cuestionarse demasiado sobre ello, algo le dice que es mejor ni indagar demasiado y simplemente aceptarlo.
A primera vista parece distante o que será una persona poco agradable, la realidad es un poco diferente. Si llaman su atención o siente que la otra persona no tiene malas intenciones será todo un encanto y se prestará a ser más sociable. De lo contrario, será cortante y, en ocasiones, grosera con tal que la dejen en paz.
Es honesta, de vez en cuando usando una honestidad más bien brutal, pero no siempre lo hace con malas intenciones, sino para que los demás comprendan mejor y vean la situación desde su lado. También trata de hacer lo mismo para con los demás, de ponerse en los zapatos del otro (le es un poco difícil).
Si se ganan su cariño es muy dulce y le encanta pasar tiempo con la otra persona, de ayudarle en lo que sea y también llenarle de regalos a ser posible.
ღ Historia
—Dejémosla, la corriente se la llevará lejos. Andando.
No obstante, el agua nunca arrastró el cuerpo. En cambio, fue causante de un nacimiento.
Lo primero que Alaska recuerda es despertar con un dolor punzante en el techo, en su interior, pulmones luchando por mantenerse fuertes y recibir aire en vez de agua. Luego, luz, directo desde la superficie, aquello que la impulsó a nadar para, finalmente, dar una gran bocanada de aire una vez que su cabeza salió debajo del agua.
Se aferró a la tierra de la orilla, arrastrándose para salir, queriendo escupir el agua que se coló hacia sus órganos, pero nada salió... y el dolor había desaparecido de un momento a otro. No comprendía nada, ni lo que le ocurrió, ni dónde estaba o quién era. Solo supo que estaba sola, en algún lugar desolado, con un gran río que pudo haberla hecho desaparecer, pero algo le dijo que fue benevolente con ella y le dio una segunda oportunidad.
También entendía que sentía una gran necesidad de buscar a personas que no podía ponerles rostros en su mente, pero que necesitaba encontrarlas. La furia en su interior crecía con cada pensamiento sobre ello. Quería lastimar a esos extraños, lastimarlos al punto de asesinarlos.
Bastó con ponerse de pie para que el agua que, hasta ese momento, la empapaba, desapareciera como si nada, dejándola en perfecto estado. Era como si ni siquiera hubiera pisado la orilla. Pero eso no era lo importante, primero tenía que descubrir quién era y porqué tenía tanto deseo por lastimar a gente que no conocía.
Así, tras encontrar un camino que la llevó a la ciudad más cercana, Alaska comenzó a experimentar situaciones que se salían un poco de su control, como encontrarse con personas que parecían conocerla de toda la vida, pero ella no recordaba nada en absoluto; como el que la llamaran de diferentes partes, pero sin entender de qué se trataba; como el tener un hogar propio que se veía como si lo pisara por primera vez. Tuvo que adaptarse, fingir ser la chica que todos a su alrededor decían que era. Nunca quiso mencionar el hecho que perdió la memoria (si es que era el caso) ni en dónde despertó. Siguió con la vida que supuestamente siempre tuvo, solo que también podía hacer cosas que nadie en su círculo podía hacer (lo que también mantuvo en secreto).
Entonces, un día, se cruzó con un grupo de chicas e inmediatamente algo hizo clic en su interior. Eran ellas, lo supo sin duda alguna. Ellas eran las culpables. Algo se apoderó de ella en ese momento y, de repente, no supo nada más. Lo siguiente fue que despertó en ese mismo lugar de su primer recuerdo. Aquel río que no descansaba, ahora teñido completamente de rojo y con cuerpos flotando lentamente alrededor de Alaska. Ella estaba cubierta en sangre, hasta en su boca pudo percibir el ligero sabor métalico característico. Además, se sentía mucho mejor.
Nunca quiso pensar demasiado en lo ocurrido, solo se fue de allí tras limpiarse y ver que la corriente se llevó los cuerpos para jamás ser encontrados. Y, a partir de ese momento, también empezó a tener extraños desmayos y lagunas mentales que solo ocurrían los sábados. Hasta la actualidad aún sigue pasando.
ღ Trivia
-Obviamente, tiene gran afinidad con el agua y todo lo que la contenga, siendo capaz de controlarla. También puede usarla para sanar (aún está desarrollando esta parte, queriendo ser capaz de sanar heridas mucho más graves).
-Nunca deja que otros la visiten o la vean los sábados, sabe que lo que sea que le ocurre esos días es por su “nueva” naturaleza, prefiere que nadie sepa más, ni siquiera ella misma.
-Cuando ve a individuos con mucha inocencia o de carácter un poco más frágil es imposible para ella no ser protectora, cuida mucho de las “almas puras”.
-Al parecer, desde antes de poder recordar, tenía entrenamiento de defensa personal. Según pudo investigar, sus padres la enviaron desde pequeña.
-Cada vez que alguien nuevo aparece y la trata como alguien cercana intenta actuar de la misma manera, de a poco haciendo alguna que otra pregunta sutil o averiguando información por su cuenta.
﹝14/01/2025﹞