Akira!
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¡Información básica!
♥︎៸៸ 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐓𝐈𝐄𝐑𝐑𝐀 : En la Tierra, Akira Nishikimura no es más que un humano común y corriente... o eso es lo que quiere que piensen. ¡Pueden llamarlo Akira o Nishiki, lo que prefieran! Pero, por favor, no pregunten por el significado de su nombre; su madre lo eligió. (Sí, sus padres están obsesionados con la cultura japonesa, ¿qué le vamos a hacer?).
Según cálculos muy precisos, nació el 12 de enero. ¿El año? Ah, eso sigue siendo un misterio. Sin embargo, va a la universidad, así que podríamos suponer que tiene unos veintitantos... tal vez más, tal vez menos, aunque su apariencia joven hace difícil saberlo con certeza.
¿A qué se dedica? Bueno, oficialmente, es estudiante en una universidad de arte, especializándose en dibujo y fotografía. Pero si le preguntas, probablemente dirá que "hace nada" con una sonrisa. Aunque, en realidad, está considerando buscar un trabajo para mantener sus pequeños caprichos, porque el dinero que le dieron sus padres no va a durar para siempre.
Además, como pasatiempo investiga a los humanos. Le encanta observar su cultura, sus comportamientos y esas pequeñas curiosidades que los hacen especiales. Una de las cosas que más le fascina es cómo a los humanos se les iluminan los ojos cuando hablan de algo que les apasiona. ¿No es adorable? En cuanto a su sexualidad, está en plena exploración. Tiene la sospecha de que le gustan los chicos, y lo mejor es que su familia estaría más que feliz si un humano masculino lo acompañara a visitar su planeta algún día.
¡El príncipe siempre fue muy trabajador!
♥︎៸៸ ¿𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐄𝐒𝐏𝐀𝐂𝐈𝐎? : En el vasto universo, es conocido como Mixxuchoo, aunque la mayoría simplemente lo llama “El Príncipe”. Aquellos que saben de su existencia no dudan en agradecerle, porque tiene un don extraordinario: la capacidad de crear estrellas, planetas e incluso la vida misma.
Nació hace 150 años, lo cual lo hace apenas un adulto para su especie, con siglos y siglos de vida aún por delante. A pesar de su juventud, ya ha logrado cosas increíbles. Como príncipe, su deber es apoyar a su pueblo y ofrecer ayuda a los planetas vecinos, una tarea que lleva con orgullo y dedicación. A su corta edad, ha creado más estrellas y planetas que cualquier otro de su especie. También ha ideado proyectos e inventos que benefician enormemente a su pueblo, (aunque para ellos esto es algo natural, ya que su especie se destaca por ser pionera en la creación e innovación.)
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¡Personalidad!
Su raza es conocida por ser muy sociable, ¡y él no es la excepción! Bueno... a medias. Akira suele ser tímido y, aunque duda mucho antes de dar el primer paso, siempre termina haciéndolo. Básicamente, es un introvertido que se esfuerza por actuar como un extrovertido. Incluso en su forma katamariana, su timidez es tan evidente que su voz apenas se escucha en comparación con otros de su especie.
Tiende a depender de los demás más de lo que le gustaría admitir, buscando aprobación antes y después de hacer casi cualquier cosa. Esto puede ser un poco frustrante, pero tiene sentido cuando se considera la influencia de su familia, que sin querer le ha inculcado inseguridades y dudas. (De verdad, ¡alguien debería convencerlo de ir a terapia!).
A pesar de todo, es difícil hacerlo enojar. Prefiere evitar conflictos y tiene una paciencia casi infinita. Sin embargo, es extremadamente sensible y puede romper a llorar fácilmente si algo lo hiere o lo abruma emocionalmente. (No se preocupen, es algo bastante común en su raza). Pero eso no significa que sea débil. Tiene carácter y no dudará en defenderse cuando vea una injusticia o sienta que algo está mal.
Es ignorante, pero no tonto. Su falta de conocimiento sobre el mundo humano es comprensible, ya que está aprendiendo poco a poco. Tiene una gran curiosidad y una imaginación activa. Como buen katamariano, es un inventor talentoso, aunque la mayoría de sus creaciones son completamente innecesarias. Pero, ¿quién podría quejarse? ¡Son adorables!
¡Apariencia!
Como humano, Akira podría ser considerado bastante atractivo, ¡gracias a los buenos genes de su familia! Tiene el cabello rubio heredado de su madre, algo largo y alborotado, aunque siempre intenta atarlo para lucir más presentable... aunque en realidad prefiere llevarlo suelto. Sus ojos son marrones, como los de su padre, y lo más especial de ellos es lo expresivos que son, brillando como dos pequeñas estrellas cuando está emocionado.
Sus ojos son pequeños y rasgados, una característica que también conserva en su forma katamariana. Su piel es ligeramente bronceada y, si te fijas bien, notarás unas pequeñas pecas que adornan su rostro de manera sutil. No es muy alto, mide apenas 1.60 metros, pero tiene un peso bastante normal, lo que le da una apariencia ¿compacta?
En su forma katamariana, las cosas se vuelven mucho más lindas. Es tan pequeño que fácilmente podría confundirse con un llavero, midiendo apenas 5 centímetros. Su cuerpo es de un color verde, y lo más destacable es la pequeña antena que sobresale de su cabeza. A pesar de su diminuta estatura, posee una fuerza increíble, algo que nunca deja de sorprender.
Sus padres siguen perplejos por lo pequeño que es, incluso para los estándares de su especie. ¡Pero eso solo lo hace más único!
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¡Historia!
Hablar sobre la historia de su familia y cómo llegaron a ser los reyes de todos los cosmos sería intentar condensar millones y millones de años en un simple relato, ¡y eso sería realmente complicado!
Así que mejor hablemos de nuestro querido príncipe, quien nació hace 150 años. En ese entonces, su familia no era tan grande; solo estaban su madre, su padre y algunos tíos lejanos con los que no tenía mucho contacto. Su infancia fue relativamente normal, aunque sus padres eran increíblemente despreocupados... ¡demasiado! Su madre rara vez prestaba atención a sus problemas, y su padre, aunque amoroso, a veces se volvía demasiado exigente, incluso cuando aún era un niño.
Un día, tras una borrachera descomunal, su padre se elevó al cielo y, en un impulso, destruyó todas las estrellas. ¡Las eliminó una por una! Incluso algunos planetas desaparecieron. ¡Ay! ¿Y quién fue el encargado de restaurarlas? Nuestro querido príncipe. Pasó cien años reconstruyendo esas hermosas estrellas. A veces recibía castigos de su padre cuando cometía algún error, pero siempre fue un trabajador incansable. Ya adulto y con el tiempo suficiente para explorar, decidió viajar a la Tierra, el lugar más hermoso y fascinante de todos.
En realidad, ¡ama mucho a su familia! Siempre siguió los consejos que le dieron, y los aplica con cariño en la Tierra. Además, tiene un afecto profundo por sus primos, quienes siempre han sido su apoyo. Sin embargo, al haber dependido tanto de ellos, ahora se encuentra en una encrucijada: no sabe ni siquiera cómo vivir solo e independiente. ¿Debería empezar a trabajar?
Gracias a su padre, ahora tiene papeles que certifican que terminó el secundario, pero no sabe pagar cuentas, ni hablar el idioma humano (¿sabian que la antena que tiene en su cabeza le permite comunicarse en cualquier idioma?) ¡y mucho menos hacer frente a las exigencias del mundo humano!
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¡LEER ESTO ES MUCHO MUY IMPORTANTE!
Como príncipe del cosmos, no se espera ni es necesario que lo traten como tal en cada interacción. ¡Para nada! Su título es más un detalle de fondo que algo que deba definirlo por completo. Sinceramente, no está hecho para peleas; no me interesa para nada el battle. Tampoco pretendo que sea un “Gary Stu” que lo sabe todo o lo puede todo.
Es solo un tipazo que busca hacer amigos y disfrutar de la vida. No busca conflictos ni peleas, solo conexiones sinceras. 🙌
Lo diseñé para que sea muy versátil en cualquier tipo de trama. Aunque suelo ubicarlo en un mundo contemporáneo, puede adaptarse perfectamente a cualquier contexto o escenario. Su título de príncipe del cosmos es algo secundario, un detalle que aporta a su historia, pero no lo define.