Todo el mundo recuerda su primera vez, ya sea cuando te enamoras por primera vez, el primer amor de tu vida o en mi caso mi primera vez matando a un brujo.

 

Flashback 15 años 31 de octubre

 

Noche de Halloween para el resto de seres humanos donde pueden ser el monstruo que siempre has querido o en algunos casos lucir como una zorra, en mi caso desde niña me han estado inculpando ser Cazadora de Brujas, pertenezco al clan Argent y debo demostrar a mi padre de que valgo, tengo que seguir la limpieza de este mundo, de esos seres que una de ellas me arrebato a mi madre cuando solo tenía cinco años.

Yo no lo llegue a presenciar eso para su mala fortuna lo tuvo Grayson, pero cuando padre me lo conto no pude quedarme paralizada de dolor, mama estaba embarazada el día que tuvo la desgracia de fallecer a manos de una bruja.

 

Y aquí estoy mezclada frente gente normal con sus distintos disfraces, era la única noche que podría pasar desapercibida con mi arco además según padre es la noche donde la gente mágica salía de su mundo para mezclarse con los humanos. Tengo entendido de que hasta algunos han decidido de manera normal, es decir que ser como un ser humano yo no entiendo mucho por lo que lo hacen la verdad.

-Ey Elek ¿Vas a por caramelos?  -

Me saco mis pensamientos una compañera de clase y yo me rio viendo de que ella su disfraz era de animadora muerta o mejor dicho de animadora de una película porno,

-No has acertado Cassie. Me voy a dedicar a tirar arco para destrozar las calabazas del señor Kracter –

Le digo con tono burlón ella me miro riéndose.

-Que par de ovarios te gastas, espero que no te pille ni tu padre –

Levanto mi brazo como despedida y me encamino hacia la casa de Kracter, el señor Kracter era el típico viejo de barrio que odiaba tanto a la gente adulta, adolescentes e incluso niños. Según en la última reunión nos habían dicho que era un posible brujo que se había refugiado en el mundo de los humanos. Ya que en sus tiempos de juventud fue miembro del ejercito rojo. Increíble como pudo burlar a Estados Unidos y conseguir su visado de Residente. Mientras me alejaba el jaleo de la gente se iba haciendo más lejanos. Frente a mi se alzaba la casa del señor Kracter, era de las más bonitas en mi opinión que el dueño fuera un ermitaño yo no tenía culpa ninguna. Eta de un estilo victoriano como mi casa pero era bastante obvio que el señor Kracter no quería que nadie merodease alrededor de su casa, había construido en esta una gran verja donde tenía diversos carteles donde ponía claramente “ NO PASAR “ “ PROPIEDAD PRIVADA “  yo mire a un lado y al otro asegurándome que nadie me estaba observando e incluso mis espaldas. Normalmente estas cosas las hacía con Gray, pero hoy se había quedado castigado haciendo un ensayo para la siguiente clase de Historia.

Con agilidad me subo a la valla y consigo saltarla con facilidad, el muy desgraciado había puesto pinchos, pero no contaba que una Argent estaba invadiendo su casa. Me relamí los labios con una sonrisa de oreja a oreja, al observar que en el porche había unas calabazas a medio tallar.

-        Ehhhh Señor Kracter se que se encuentra metió en casa dulce o trato –

Como era de esperar no hubo una respuesta, así que tome fleca de mi estuche y lo coloco en mi arco.

-No le escucho y yo tenía muchas ganas de dulces así que será por las malas –

 

Lancé la flecha a una calabaza y esta reventó al impacto y volví a hacer la misma acción con otra, entonces la puerta principal de la casa se abre de golpe, de esta salió el señor Kracter.

-¡Maldita mocosa Argent! ¿Cómo te atreves a entrar en mi terreno? Sera lo último que vas a hacer-

Diciendo eso me dejo claro que era un brujo y observé como alzó su brazo, pero antes de que me lanzará un hechizo yo le di con una flecha en ese brazo. Mi intuición me dice de que es su brazo domínate.

-AHHH-

Gime de dolor y sin perder tiempo vuelvo a asentarle otro flechazo, pero esta vez en su pecho. Haciendo que caiga al suelo. Menos mal que el veneno contra gente del mundo mágico es eficaz rápido. Poco a poco va poniéndose su tez más blanca y finalmente deja de emitir sonido ninguno. Así que me acerco hacia el cadáver del brujo. Le tomo de los tobillos y lo arrastro hacia dentro de su casa ahí saque de mi bandolera una pequeña hacha y empiezo a cortarlo en pedazos. Todo el mundo recuerda su primera vez, ya sea cuando te enamoras por primera vez, el primer amor de tu vida o en mi caso mi primera vez matando a un brujo y ahora estoy deshaciéndome del cadáver. Lo bueno es que señor Kracter tenía una pocilga donde tenía cerdos y ahí tire el cadáver. Como yo sabia los cerdos no dudaron en ningún momento en comerse el cadáver. Algo me dice que el señor Kracter ha matado a humanos para rituales malignos y los restos que no le interesa se los daba a comer a estos animales. Tras acabar de limpiar las posibles pistas me fui por donde salí, lo bueno de ser Halloween es que puedes pasar desapercibida y nadie se alarma de verte con sangre. Es el día perfecto para relucir mi futuro trabajo real.