Primero de todo quiero remarcar que esta ficha, la historia del personaje y todo su pasado no me pertenece. Fue creada por mi partener en el pasado y en toda su bondad me la ha cedido a mi.
Dicho esto:

 

  • Nombre: Charlotte Claire Lockhart

  • Apodo o sobrenombre: Charlotte, Capitan Roberts, Lottie.

  • FC: Bridget Regan 

  • Ocupación: Capitán pirata. 

  • Barco: The Dragon Mouth

  • Estatus de sangre: Mestiza. Es decir, Charlotte fue una de las primeras brujas (basadas en el mundo de Harry Potter) y ella piensa que ella y su madre son las únicas sobre la tierra. 

  • Localización: Ahora, mismo el océano entero.

  • Nacimiento: Londres

  • Psicología del personaje: Es luchadora y tremendamente cabezota. Muy orgullosa a veces, tanto que el orgullo le ciega cuando a asuntos sentimentales se refiere. Pero cuando coge confianza con alguien, mucha confianza, o con sus más allegados, resulta ser una muchacha de lo más cariñosa.

         Participa abiertamente de las necesidades de sus hombres a bordo del barco y           le gusta pasar el rato con ellos, jugar a los dados o simplemente                                 emborracharse con ellos en tabernas.
         Los protege y ellos a ella, en consideración. 

  • Biografía:

Charlotte nació en el seno de una familia acomodada, a pesar de que su madre falleciera al darla a luz. Su padre, Capitán de la Marina del Rey de Inglaterra, la cuidó y educó lo mejor que pudo y supo. Fue una niña bien educada e instruida en todo tipo de artes: música, baile, geografía, idiomas como el español aparte de su lengua materna. E incluso su padre le enseñó a manejar la espada. Al menos lo mínimo para defenderse si la atacaban. Cuando Charlotte cumplió quince años, su padre se casó con una mujer que, en un primer momento pareció ser una estupenda madrastra para la joven. Incluso tenía dos hijas con las que Charlotte intentaba llevarse lo mejor posible para hacer feliz a su padre, aunque aquellas niñas parecían haber salido de algún palacio o algo parecido, y se pasaban el día criticando todo lo que pasaba en la casa, en la ciudad y alrededores. Y sobre todo, con la muchacha. Se metían con sus vestidos, con su pelo, con las pecas que poblaban sus mejillas y hasta con su costumbre de aprender esgrima.

Cuando el padre de Charlotte partió a una de las misiones que el Rey le encomendó, la mujer con la que este se había casado, se reveló como la persona que realmente era. Una mujer egoísta, cruel y solo interesada por el bien de sus dos hijas. Menospreciaba a Charlotte muy a menudo, aunque a la muchacha le daba igual y se pasaba el día ayudando en labores domésticas al servicio. No le importaba, se había criado con esa gente y eran casi su familia, por lo que disfrutaba del tiempo que pasaba con ellos. 

 

Pero su padre nunca volvió a casa. En su lugar, uno de los generales de la Marina que había estado bajo las órdenes del padre de Charlotte vino hasta la casa para informar que William Lockhart había fallecido. Y a partir de aquel día, la vida de la pequeña niña se convirtió en un verdadero infierno. Tanto que un día en que la muchacha estaba registrando las cosas de su madre (guardadas en el desván) para saber más de ella y encontró un diario y un extraño artefacto que no supo indicar de momento, aunque lo cierto es que era una varita. La varita de su madre. Decidió llevarse aquello, necesitaba estudiarlo mejor, quizás así conociera a su madre tanto como su padre nunca quiso contarle. Lo que Charlotte no sabía mientras subía las escaleras desde el desván, es que el diario que llevaba, era en verdad el grimorio de su madre, donde esta había escrito toda la información que había reunido acerca del mundo mágico: criaturas, pociones, hechizos...

Y aquel día fue el principio del fin… Pues su madrastra la echó de casa con dieciséis años recién cumplidos. A partir de ahí tuvo que aprender a buscarse la vida ella sola. No fue una época fácil, pero salió ilesa de varios altercados. Aprendió a robar, aprendió a engañar para conseguir comida. Y aprendió a relacionarse con otros hombres. Pues el Londres del siglo XVIII no era apacible para una muchacha sola y perdida en mitad de la calle. Más de una vez escapó de las garras de uno o dos borrachos, y en una de aquellas escaramuzas conoció a un chico estupendo. Se llamaba George y parecía estar en la misma situación que ella. Con él aprendió a ver Londres desde otro punto de vista. Desayunar a orillas del Támesis, robar la cena en los establecimientos de Camden y ver anochecer desde las azoteas de la ciudad Londinense, escuchando cómo poco a poco reinaba el silencio. 

Fueron los mejores meses de su vida hasta el momento, a su parecer. Pero aquella felicidad no podía durar más, y pronto Charlotte descubrió que aquel muchacho no era quien decía ser. En verdad era el heredero de una enorme fortuna. Le dijo que no le importaba, que quería casarse con ella, que quería sacarla de la calle, que una mujer como ella no merecía pasarse la vida robando por las calles de Londres. Le dijo que la amaba, y aquella noche culminaron su amor. 

Pero cuando la madre de George descubrió lo qué se traía él entre manos, expulsó a Charlotte de la casa e incluso llamó a varios soldados para asegurarse de que no se le ocurría volver por allí. 

Y así, nuestra Lottie volvía a estar sola en el mundo. Se convirtió en una mujer dura, amante de la cerveza, el ron y acostumbrada a apostar en tabernas. Seguía viviendo del pillaje por las calles y de correr para esquivar a la ley. Y en una de esas ocasiones, encontró la que sería su vía de escape. Conoció al Capitán Jack Sparrow y sus ansias de libertad se vieron recompensadas cuando pudo escapar con él a bordo de un barco que ella misma consiguió para él. 

Las aventuras que vivió con Sparrow conforman parte del pasado, pero cabe destacar que la joven Charlotte Lockhart se enamoró del famoso pirata. Nunca llegó a decírselo, pero era un hecho. Los dos lo sabían y compartían sentimientos parecidos.

Pero como nada dura para siempre, la felicidad naciente duró poco y una noche, Jack se enfadó con Charlotte y la encaró de una forma en que ella no le había visto jamás. Hasta el punto de sentir que tenía que defenderse de él. Y entonces su magia actuó sola por ella. Empujando a Jack a la otra punta de la cabaña y provocándole un feo golpe contra uno de los baúles que dejó inconsciente al Capitán Pirata.

 

>> Horrorizada por lo que acababa de hacerle a Jack, Charlotte huyó del campamento en que estaba con Jack y el resto de piratas que les habían salvado de una misión suicida en Tortuga. Huyó con el grimorio de su madre y su varita, una espada, su chaquetón y una bolsa de dinero, prometiéndose a sí misma que no volvería hasta que no supiese controlar lo que era capaz de hacer. 

Y a eso se dedicó los años siguientes. Recorrió el mundo en busca de personas como ella, personas que le enseñaran. Fue un duro camino a recorrer para Lottie, pero un año y medio después, dado que aprendía bastante rápido, comenzó a correrse la voz de que la Capitana Roberts buscaba una tripulación. 

Nadie sabe de dónde sacó el barco, pero el Dragon Mouth surcaba los mares del Caribe rompiendo olas de forma orgullosa meses después con una capitana de melena negra como las alas de un cuervo.