Monorol previo al final

—Era un dia oscuro de invierno, ya estaba lista para partir a Londres en un vuelo de dias.—

–Tras dejar sus maletas en la pequeña revisión, la asistente la miró, riendo maniaticamente. Sus ojos violetas se tiñeron de un oscuro bastante notorio, adivirtiendole que algo andaba mal. Seguido de eso, la luz se corto, en conjunto con la seguridad. Se oian gritos de auxilio y zapateos que andaban de un lado a otro freneticamente. Ella sabia que algo iba a venir, pues el frio que entraba por la puerta principal atrajo un olor familiar.—

 —Tomo la mano de su pareja entre la de ella, apretandola con fuerza y acercando sus labios rojizos al oido de su amado, le susurro que sacara a los animales lo más pronto posible De la escena, que ella estaría bien.—

 —Al verlo correr a obligacion de la pelinegra, quien precisaba estar sola, se concentró en la persona que se adentrarse por la puerta principal. Notando imagen que ella no espero ver, ni siquiera en pedadillas.. Su padre, sostenía un arma pequeña cargada con balas entre sus manos y parecía apuntarle a ella, como si trajera odio.—

—Se le veían venas rojizas intensas que brillaban en sus pupilas, el típico tono que tenía alguien después de ver la televisión por toda la noche, aunque este efecto era distinto, el mismo que por sus venas en la piel corrían.—

🫂❝Lo siento, princesa.❞

 

—La muchacha estaba desprevinida, sabiendo que lo que se venía, traeria algo mas que una vida. Rogo a los policías que sacarana los pasajeros de la escena, siendo escuchada en cada palabra.—

 —Los disparos se empezaron a iluminar en la sala vacía del aeropuerto, con luces similares a una estrella. Donde lo único que quedaba era una pelea intensa entre dos almas fuertes, que tenían un pasado oculto, uno que ninguno revelaria al otro. Un simple veterinario con el sueño de llegar lejos, y una mujer que llegaría lejos pero habiendo cometido muchos pecados No consensuados .—

—En la mente de ambos pasaban imágenes de cada parte vivida juntos, como el la crió y amo, pero uno de los dos debía caer, se sabía perfectamente, pues en las guerras siempre alguien, muere, no importa si lo amas.—

—Esto es lo que buscaban, por lo que con aquella maldición en sus ojos, heredada de un hombre totalmente distinto al que se encontraba frente a ella. Se acercó demostrando que con cada palpitar de su corazon, esa luz crecia a gran escala, como si estuviera a punto de explotar en una galaxia.—

❝No fui torturada para nada. Casi muero en cada intento, el hospital fue mi única salida, y ahora... ya estoy cansada de ver a los que amo sufrir, no permitire que mueras creyendo que yo la mate.❞

—La habitación comenzó a temblar a medida que ella se movía cada vez más rápido, con luces despegando de los cristales en la zona.—

—Usando sus manos para protegerse de los proyectiles que buscaban invadirla. Sentía como estas llegaban a atravesarle, a medida que mas avanzaba. El tipo lograba dañarla, rompiendo cada barrera creada con sus delicadas manos y haciéndola perder la sangre que a ella pertenecía, un carmin intenso pintaba los pisos de rojo.—

 —El hombre tomó con más fuerzas sus armas y acelerando a gran velocisas a través de la oscuridad, se beneficio de las paredes para llegar a la espalda de Lis, donde disparo un último tiro directo a su pecho. El tiro la atravesó haciéndola caer al suelo, con la mano en el pecho pero lo que el no sabía es que las manos de Lis al tocar el piso comenzaron a crear colores de tonalidades violetas, luego rosadas para terminar en un azul radioactivo que exploto en miles de estrellas filosas, despojando la vida de aquello que tanto amaba. Ella intentó detenerlo, pero ¿como? Era imposible, su poder era más fuerte que ella, su maldición, sus propios ojos eran su perdicion.—

—Se podía ver por cómo las extremidades del tipo empezaban a quemarse, a la vez que el se incineraba a gran rapidez y los ojos de la mas joven se tiñeron de un rojo carmin, como si hubiera tragado la sangre del corazón del joven que antes llamo "papá".—

—Lo último que se escucho fue un crack, tanto en ella como en la caida de su familiar al suelo.—

—Sus ojos puestos en la sangre derramada, sabian que habia cometido un error, uno del que se arrepintió, pero justo antes de correr a el, una oscuridad de mayor altitud, la cubrio, haciendola despertar—

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La realidad

☕️-❝SEÑORITA, SE ESTA QUEMANDO EL PECHO❞

—Grito una mesera, mientras ella bebía un café en la puerta de la cafetería con el teléfono en la oreja, derramando la mayoría de este en su vestido blanco de flores. La noticia que le habían dado era acerca de la muerte reciente de su padre. Conocia muy bien las razones, o asi las creia, ella sabía que lo había matado, era la única explicación ¿verdad?, ¿de que otro modo podría morir si no era su culpa?. Se había convencido de ello, ya que tantas cosas sufridas la hacían no discernir entre la realidad y la fantasía. Se notaba en sus historias apasionantes, en donde se retraraba a ella y a sus sueños mas locos, basados en una especie de historia oscura que habia creado para no soportar su cruda realidad.—

🌹-❝IMPOSIBLE, DEBE SER UN ERROR. HERIDAS AHORA, Y CAUSA DE MUERTE, APELLIDO, ALGO❞

—Las heridas vistas en el sueño eran las que el doctor empezaba a mencionar, dando a entender que su culpa habia sido. Por lo que asustada, sus manos empezaron a sacudirse a tal grado que sintió las piernas caerse, levantó sus ojos al cielo como si supiera que todo había llegado demasiado lejos, casi arrodillada para pedir disculpas—

—A su lado su pareja parecía confundido, como si la hubiera visto despertar de un trance reciente. Otro ataque.—

—El miedo de Analis empezaban a crecer cada vez más rápido al igual que su respiración. Todos se le acercaron preocupados, como si Lea aterrara que algo le pasara. Las pupilas se le dilataban demasiado con sus manos clavadas en la madera de la mesa.—

—El vuelo estaba por despegar, el número final fue llamado, debia escapar antes de que la policia la encontrará, tomo a su pareja decidiendo viajar, cerrando su capítulo final, uno que nunca existió.—

—Subiendo al avión ese mundo volvió a aparecer, casi como si fuera un sueño, muy real. Estos ojos heredados por su padre, eran el reflejo de una vida donde la fantasía se cruzaba con el amor y el mismo con la muerte.—

—No iba a poder escapar sus demonios a menos que los enfrentará, pero ¿por qué crecían más aún con cada suceso en su vida? No podria, ya estaba atrapada. ❝Bienvenida a tu mundo de maravillas, Analis❞ fue lo ultimo que escucho en su cabeza antes de despegar hacia Londres, o para ella, nunca jamas—