De familia acomodada e hijo único. Sus padres eran trabajadores incansables que lo dieron todo por él, pagándole los mejores estudios. Ya en el instituto conoció a la que sería el amor de su vida Adara O'Dogherti, la mediana de tres hermanos. El mayor de ellos era su mejor amigo en ese momento. Y pese algunas peleas por andar coqueteando a su hermana, terminó por aceptar lo que esos dos sentían. 

18 años tenía cuando se fue a vivir con ella. Sus padres no estaban muy de acuerdo con ello, demasiado joven y ni siquiera había empezado una carrera. Así que cuando sacó unas oposiciones para trabajar para el Estado y le dieron un puesto más que rentable, pensaron que su hijo no era tan loco. 

Con trabajo fijo, bien remunerado y casa propia, se casó con la mujer que pensó sería la más importante en su vida. Tenían 21, ella acababa la carrera de medicina y él ascendía puestos trabajando codo a codo con un senador. 

El cuento de hadas creció con el nacimiento de sus hijas, dos preciosa niñas de cabellos tan rojos como su madre, Enya y Brianna. Sus niñas, sus preciosas muñequitas... 

Pero el cuento de hadas se rompió, el mismo día que descubrió, que su esposa, se llevaba acostando años con el Senador para el que trabajaba, que su ascenso había sido más para tenerlo vigilado que otra cosas y que sus hijas...no eran suyas. 

Eral el día de su cumpleaños número 31. Toda su vida había sido una mentira. La falta de cariños de su mujer y sus hijas con él, no era porque fuesen poco expresivas, era que no lo amaban como él a ellas. 

Se marchó, lo dejó todo, trabajo, casa, familia. Huyó. Sus padres habían muerto hacía tiempo y tenía dinero suficiente para vivir sin depender de nada ni nadie.... 

Y estalló todo. La gente enfermó, los muertos se levantaban y mordían a los vivos. La vida era una locura y él estaba demasiado lejos para preocuparse por si aquellas niñas... o esa mujer... seguían con vida. 

Varios años vagó solo hasta encontrarse con Negan y su entonces pequeño grupo. Grupo que se fue ampliando y al que pertenecía en cuerpo y alma... la vida era dura y había que ser duro con ella si era necesario. Costase lo que costase y la ley del más fuerte prevalecía. 

No volvió a enamorarse, pero si a compartir buenos momentos con una de sus compañeras, Laura.

Hizo cosas de las que quizás en el pasado se hubiese arrepentido, pero tal como estaba todo, era matar o morir. Y no tenía pensado en morir precisamente. 

Hubo guerras, altercados y el grupo desapareció tras la muerte de Negan... solo estuvo en contacto con Laura unos meses más. Ella había empezado a vivir con los mismos que destruyeron a Los Salvadores, no la culpaba, pero él no se veía capaz de vivir con ellos. Supo que Negan seguía vivo y no se alejó demasiado, algún día... él saldría de allí, y estaría para recibirlo. Después de todo, era el único amigo con el que podía contar ahora... 

Cuando llegaron los susurradores la perdió también a ella. Lloró, claro que lo hizo. No había amor, pero si un sentimiento fuerte, era muy joven para morir de la manera que lo hizo, aunque se enteraría mucho después de aquello.