Esta mañana no tuve tiempo para desayunar con el resto de la familia, las sábanas se me han pegado. Precisamente hoy, ayer empecé un nuevo proyecto en la escuela de arte y tengo que entregarlo hoy.

 

Estoy perdido.

 

 

Mientras estoy en el carruaje, reposo unos bocetos para intentar calmar mis nervios. Tampoco ayuda que estemos yendo despacio, no entiendo porqué no puede ir más deprisa.

Tengo que llegar cuánto antes a la academia.

 

Finalmente he logrado entregar mi proyecto (por los pelos), al salir del edificio empiezo a reírme sin motivo alguno. Algunos compañeros que también están fuera, reunidos en pequeños grupos, me miraban como si hubiera perdido la cordura.

Ni siquiera yo se explicar el motivo de mi repentina alegría.

 

-¡Bridgerton¡.

-¡Otra ronda¡.

-¡Está vez invitó yo¡.

-¡Ya era hora¡.

Padington y Radwhington siguen con una de sus muchas absurdas discusiones que nunca llevan a nada.

Otros están jugando a las cartas y otros envueltos en una discusión, la verdad es que desconozco el tema en si que les tiene tan enfrascados.

Antes disfrutaba pasando el tiempo (después de las clases), en cualquier taberna. Junto a mis compañeros, tomando varios tragos, riendo sin parar y a veces jugando el resto de la tarde a las cartas.

Desde que volví de haber estado unos días en mi cabaña, ahora solo pienso en volver a casa, nada más terminar las clases.

 

Para poder verla.

 

-¡Bridgerton, únete a nosotros¡.

 

Hice una parada antes de llegar a casa, no quería que nadie le pareciese raro o extrañó que llegará pronto. Normalmente suelo volver a casa tarde, sobre todo los fines de semana.

 

Fui a cambiarme primero, quedan diez minutos para la hora de la cena.

 

¿Dónde sea metido?.

 

Durante la cena no la vi en ningun momento, tampoco cuándo todos fuimos a continuar nuestra conversación en el salón principal.

¿Acaso se está escondiendo de mí?.

 

Solo quiero verla antes de acostarme, hoy no la he visto en todo el día.

 

 

La extraño.