Las estrellas adornan el cielo sin luna de aquella noche; luego de algo de persuasión la castaña consiguió que su compañero accediera a acompañarla en su visita al lago para darse un baño juntos. Hacía mucho que no iba a nadar y le hacía mucha ilusión que estuviera a su lado; sin embargo ya en el lugar y con la chica ya en el agua era renuente a la idea de entrar.

—Puedes quedarte ahi y solo mirar si quieres— dijo ella reprendiéndolo con cariño apoyandose en el muelle —Pero no habra cariñitos esta noche eh~

Monika fue incapaz de esconder La sonrisa cargada de picardía en ese momento. Era obvio que solo intentaba molestarlo y provocarlo

El sol poniente ilumina aquella cabaña en medio del bosque, las luces estaban apagadas mientras solo el sonido del televisor reproduciendo una película de un Anime popular llenaba el interior; la castaña se encontraba sentada junto a su compañero mirando fijamente la pantalla con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro

—...

Ella no es fanática de las famosas Idol, o del anime en general; sin embargo cualquier actividad adquiria una cantidad significativa de valor para ella cuando era realizada junto a su compañero de vida.

—Debo admitir que tienen voces preciosas.

Desliza una mano sobre la de el y le fuerza a mirarla

—Aunque ya sabes que también puedo cantar para ti~

—Heh, buenos días dormilón@~

La castaña se gira en su silla para mirar directamente al contrario quien tenia la expresión de alguien que recién había salido de la cama; Monika sonríe y cruza sus piernas, lleva un pijama puesto mientras las luces de sus dos monitores se reflejaban un poco en su piel y ojos.

—Había olvidado lo divertido que eran las partidas online; así que me perdí un par de horas— Una risita escapó de sus labios mientras se llevaba una mano al pecho con orgullo —y soy muy buena jugadora

Resultaba extraño que tras estar atrapada en el mundo virtual aún conservaba su atracción por las computadoras.

—La noche aun es joven cariño~

La luna brillaba tras un mar de nubes aquella noche; la ventana abierta dejaba entrar un poco de la fresca brisa que soplaba creando un ambiente fresco y sereno. La castaña, sentada en el sofá cruzo sus piernas y clavó la mirada en el contrario con una pequeña sonrisa.

—¿Te apetece alguna actividad? no hay malas ideas~

Expresó con un interés genuino por lo que sea que pudiera decir, haciendo su gesto característico con el dedo. Se había puesto el uniforme que tanto parecía gustarle.

En medio de una habitación desordenada, la castaña se removió entre sus sabanas mientras la luz del alba irradiaba la habitación con su brillo y calidez habituales. El letargo del sueño aun pesaba sobre ella mientras lanzaba una mirada hacia la ventana que la iluminaba y luego a su compañer@ de habitación.

—Te dije que la pasaríamos bien cariño. Una eternidad con una bella chica no esta nada mal ¿o si?

Ella sonrió con confianza mientras se tumbaba de lado para mirarl@. Habia un destello de picardia en su mirada, pero era sutil. Era claro que estaba insinuando, sin embargo el punto era resaltar la dulzura y la ternura del momento.