— 𝐋𝐥𝐞𝐠𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨, 𝐭𝐞𝐧𝐠𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐫𝐞𝐭𝐨𝐦𝐚𝐫 𝐥𝐨𝐬 𝐟𝐮𝐧𝐝𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐚𝐜𝐨𝐫𝐭𝐚𝐫 𝐝𝐢𝐬𝐭𝐚𝐧𝐜𝐢𝐚𝐬, 𝐦𝐚𝐧𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐥𝐚 𝐠𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚 𝐲 𝐚𝐭𝐚𝐜𝐚𝐫. —
Era media noche, el parque de juegos estaba completamente solo y era el mejor momento para utilizar sus estructuras metálicas para entrenar como lo hacía en sus inicios; los postes horizontales eran perfectos para practicar los swings y las maniobras de evasión.
— 𝐘 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫𝐥𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐚𝐠𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝. —
Pero la rapidez sacrificaba su noción de las distancias; al agacharse velozmente, el costado de su cabeza alcanzó el poste, dándose un sonoro y agudo golpe que lo dejó aturdido y sosteniéndose la cabeza. Sentía que le iba a estallar.
— ¡𝐀𝐠𝐡! 𝐏𝐞𝐧𝐬є́ 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫ί𝐚 𝐦ά𝐬 𝐬𝐞𝐧𝐜𝐢𝐥𝐥𝐨, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐦𝐞 𝐞𝐪𝐮𝐢𝐯𝐨𝐪𝐮є́ ...—
El estrellón le hizo ver lucesillas. Sólo para comprobar que no se haya descalabró, se tocó en la zona punzante y miró su mano. No tenía nada, más que un poco de enojo por su torpeza. Apretó ese puño.
— 𝐐𝐮є́ 𝐬𝐨𝐛𝐞𝐫𝐛𝐢𝐨 𝐟𝐮𝐢...—
Era media noche, el parque de juegos estaba completamente solo y era el mejor momento para utilizar sus estructuras metálicas para entrenar como lo hacía en sus inicios; los postes horizontales eran perfectos para practicar los swings y las maniobras de evasión.
— 𝐘 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫𝐥𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐚𝐠𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝. —
Pero la rapidez sacrificaba su noción de las distancias; al agacharse velozmente, el costado de su cabeza alcanzó el poste, dándose un sonoro y agudo golpe que lo dejó aturdido y sosteniéndose la cabeza. Sentía que le iba a estallar.
— ¡𝐀𝐠𝐡! 𝐏𝐞𝐧𝐬є́ 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫ί𝐚 𝐦ά𝐬 𝐬𝐞𝐧𝐜𝐢𝐥𝐥𝐨, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐦𝐞 𝐞𝐪𝐮𝐢𝐯𝐨𝐪𝐮є́ ...—
El estrellón le hizo ver lucesillas. Sólo para comprobar que no se haya descalabró, se tocó en la zona punzante y miró su mano. No tenía nada, más que un poco de enojo por su torpeza. Apretó ese puño.
— 𝐐𝐮є́ 𝐬𝐨𝐛𝐞𝐫𝐛𝐢𝐨 𝐟𝐮𝐢...—
— 𝐋𝐥𝐞𝐠𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨, 𝐭𝐞𝐧𝐠𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐫𝐞𝐭𝐨𝐦𝐚𝐫 𝐥𝐨𝐬 𝐟𝐮𝐧𝐝𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐚𝐜𝐨𝐫𝐭𝐚𝐫 𝐝𝐢𝐬𝐭𝐚𝐧𝐜𝐢𝐚𝐬, 𝐦𝐚𝐧𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐥𝐚 𝐠𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚 𝐲 𝐚𝐭𝐚𝐜𝐚𝐫. —
Era media noche, el parque de juegos estaba completamente solo y era el mejor momento para utilizar sus estructuras metálicas para entrenar como lo hacía en sus inicios; los postes horizontales eran perfectos para practicar los swings y las maniobras de evasión.
— 𝐘 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫𝐥𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐚𝐠𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝. —
Pero la rapidez sacrificaba su noción de las distancias; al agacharse velozmente, el costado de su cabeza alcanzó el poste, dándose un sonoro y agudo golpe que lo dejó aturdido y sosteniéndose la cabeza. Sentía que le iba a estallar.
— ¡𝐀𝐠𝐡! 𝐏𝐞𝐧𝐬є́ 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫ί𝐚 𝐦ά𝐬 𝐬𝐞𝐧𝐜𝐢𝐥𝐥𝐨, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐦𝐞 𝐞𝐪𝐮𝐢𝐯𝐨𝐪𝐮є́ ...—
El estrellón le hizo ver lucesillas. Sólo para comprobar que no se haya descalabró, se tocó en la zona punzante y miró su mano. No tenía nada, más que un poco de enojo por su torpeza. Apretó ese puño.
— 𝐐𝐮є́ 𝐬𝐨𝐛𝐞𝐫𝐛𝐢𝐨 𝐟𝐮𝐢...—