• #MonoRol | La ira de una infancia rota

    Habían pasado aproximadamente dos meses desde la muerte de su madre, y la pequeña Illyiv estaba sentada sobre el pasto seco, mirando la calle frente a ella a través de la reja de la puerta del orfanato al que la habían transferido. El aire estaba cargado con el olor a tierra y hojas secas, y el sol del ocaso bañaba su pálida piel creando reflejos cálidos en ella. A través de la reja, el mundo exterior parecía tan cercano, y a su vez, inalcanzable. Mientras observaba a los transeúntes y los vehículos pasar, un pensamiento sombrío cruzó su mente: "Nunca salí de la prisión, la prisión simplemente cambió de lugar."

    El orfanato era un lugar sombrío y frio, las paredes eran grises y los pasillos eran largos y oscuros. Las habitaciones eran pequeñas y desprovistas de decoración, le recordaban a las habitaciones de la casa en la que había vivido, lo que reforzaba la sensación de estar en una prisión. La rutina diaria era estricta, con horarios rígidos para comer, dormir y realizar actividades. Cada día se desarrollaba con una monotonía agotadora, Illyiv se sentía atrapada y sin control sobre su propia vida.

    En los primeros días, trató de mantenerse apartada de los otros niños. Había pasado tanto tiempo encerrada en casa que no estaba acostumbrada a socializar, en tiempos pasados había ansiado poder compartir con otros niños y tener amigos, pero ahora aquellas ganas se habían desvanecido por completo. El vacío que inundaba cada rincón de su ser la hacían sentir como si estuviera muerta; como si ahora fuera solo un espíritu que vaga por el mundo limitándose a ser tan solo una espectadora. Los traumas de su pasado, el asesinato de su madre y sus constante abusos la habían convertido en una niña retraída y silenciosa. Sus ojos oscuros, que reflejaban una tristeza profunda, eran un contraste inquietante con su cabello blanco como la nieve.

    Sin embargo, su actitud reservada solo atrajo más atención negativa. Los otros niños se dieron cuenta rápidamente de su aislamiento y comenzaron a burlarse de ella. En el comedor, durante el recreo, en cualquier oportunidad que tenían, las burlas no cesaban.

    —¡Miren a la rara! —gritaba una niña mientras Illyiv pasaba, señalándola y riéndose junto a otras dos niñas—. ¿Qué te pasó en la espalda, monstruo?

    Las voces de los niños resonaban en la mente de Illyiv, aturdiéndola. Se sentía abrumada, confusa, sin entender por qué era diferente y por qué no podía encajar. Las heridas de quemaduras en su espalda, resultado de los castigos de su madre, eran un recordatorio constante de su doloroso pasado, pero ahora también se habían convertido en motivo de burlas.

    Una tarde, mientras estaba sentada en el patio, absorta en sus pensamientos, tres niñas se le acercaron. La líder del grupo, una niña robusta de cabello rizado y piel tostada, se paró frente a ella con una expresión burlona.

    —¿Qué haces aquí sentada sola, monstruo? —preguntó con un tono despectivo.

    —... —un breve silencio inundó la escena, Illyiv las miraba con la mirada vacía, y luego añadió—: Podrían simplemente ignorar mi presencia... —su voz débil, vacía, casi un susurró en el viento.

    Las dos niñas que acompañaban a la líder comenzaron a reír, disfrutando de la incomodidad de Illyiv.

    —¡Miren cómo se encoge! ¡Parece una ratita asustada! —exclamó una niña rubia y delgada, que se encontraba a un lado de la líder del grupo, y tras su comentario las tres niñas rieron a carcajadas.

    Illyiv sintió su mente abrumada, como si un torbellino de emociones la envolviera. No entendía por qué la trataban así, no entendía por qué no podía ser como los demás niños. Las palabras de su madre resonaban en su mente: "Qué débil es tu cuerpo." Esas palabras, junto con las burlas, la atormentaban sin descanso.

    —¿Es por eso que mi mamá no quería que me juntara con otros niños? —murmuró Illyiv para sí misma, sintiendo una mezcla de tristeza y rabia.

    La líder del grupo se acercó más, invadiendo el espacio personal de la pequeña peliblanca.

    —¿Que dijiste? ¿Por qué no hablas más fuerte, monstruo? ¿Tienes miedo? —provocó, inclinándose hacia ella.

    Aquellas voces seguían colándose en su mente, las risas se escuchaban de fondo, repitiéndose como ecos que buscaban atormentarla, la pequeña niña de cabello blanco sentía como si su mente pudiera explotar en cualquier momento, su cabeza le dolía. Apretó sus puños, sintiendo como sus propias uñas se clavaban en la suave piel de sus manos, sentía rabia, tristeza, confusión, enojo, irá, frustración, una mezcla de emociones que nisiquiera era capaz de identificar en aquel instante tan breve, su corazón latía como si fuera a salir de su pecho y sentía muchas ganas de llorar, pero en lugar de eso, de repente, en un impulso salvaje y errático, Illyiv se abalanzó sobre la niña. La niña robusta tenía un cuerpo más fuerte, pero Illyiv, fortalecida por los entrenamientos de ballet, se movía con una fuerza inesperada. Ambas cayeron al suelo. Sus pensamientos se nublaron, y solo pudo actuar en base a la ira y frustración acumulada.

    Sus manos, echas puños, comenzaron a estrellarse contra la figura robusta de aquella niña rizada. La niña intentaba defenderse y esquivar sus golpes, pero la pequeña que estaba sobre ella era rápida y tenía una fuerza descomunal, casi como si estuviera poseída, como si una fuerza oscura la impulsara. Las otras dos niñas intentaron quitar a Illyiv de encima de su amiga, pero fue inútil. Illyiv estaba fuera de control, moviéndose con la fuerza de la desesperación. En un momento de furia ciega, arañó la cara de la niña, dejando marcas profundas, sintiendo como aquella capa de piel superficial había quedado atrapada en sus propias uñas.

    La niña rizada, tenía el rostro lleno de lágrimas y su mejilla ensangrentada. Illyiv, con los ojos vidriosos, parecía ajena al caos que había desatado. Los gritos y lloriqueos llenaron el aire, creando una atmósfera de pánico. La niña herida comenzó a llorar, y las otras dos niñas gritaron pidiendo ayuda. Los adultos llegaron corriendo, separando a Illyiv de la niña herida.

    —¡Illyiv, basta! —gritó uno de los cuidadores, sujetándola con fuerza.

    Con la respiración agitada, sus manos temblando, y los ojos llenos de furia, Illyiv fue llevada a una habitación aislada como castigo. Sentada en la oscuridad, sentía una mezcla de emociones: rabia, tristeza, confusión. Las lágrimas comenzaron a caer por su rostro, pero no emitió ningún sonido, en cambio, se dejó hundir en un mar de emociones contradictorias. Una vez más, sabía que llorar no cambiaría nada.

    Mientras la noche caía, Illyiv se acurrucó en la cama, cerrando los ojos y deseando que todo fuera diferente, desconociendo por completo que pronto, su vida estaba por cambiar.
    #MonoRol | La ira de una infancia rota Habían pasado aproximadamente dos meses desde la muerte de su madre, y la pequeña Illyiv estaba sentada sobre el pasto seco, mirando la calle frente a ella a través de la reja de la puerta del orfanato al que la habían transferido. El aire estaba cargado con el olor a tierra y hojas secas, y el sol del ocaso bañaba su pálida piel creando reflejos cálidos en ella. A través de la reja, el mundo exterior parecía tan cercano, y a su vez, inalcanzable. Mientras observaba a los transeúntes y los vehículos pasar, un pensamiento sombrío cruzó su mente: "Nunca salí de la prisión, la prisión simplemente cambió de lugar." El orfanato era un lugar sombrío y frio, las paredes eran grises y los pasillos eran largos y oscuros. Las habitaciones eran pequeñas y desprovistas de decoración, le recordaban a las habitaciones de la casa en la que había vivido, lo que reforzaba la sensación de estar en una prisión. La rutina diaria era estricta, con horarios rígidos para comer, dormir y realizar actividades. Cada día se desarrollaba con una monotonía agotadora, Illyiv se sentía atrapada y sin control sobre su propia vida. En los primeros días, trató de mantenerse apartada de los otros niños. Había pasado tanto tiempo encerrada en casa que no estaba acostumbrada a socializar, en tiempos pasados había ansiado poder compartir con otros niños y tener amigos, pero ahora aquellas ganas se habían desvanecido por completo. El vacío que inundaba cada rincón de su ser la hacían sentir como si estuviera muerta; como si ahora fuera solo un espíritu que vaga por el mundo limitándose a ser tan solo una espectadora. Los traumas de su pasado, el asesinato de su madre y sus constante abusos la habían convertido en una niña retraída y silenciosa. Sus ojos oscuros, que reflejaban una tristeza profunda, eran un contraste inquietante con su cabello blanco como la nieve. Sin embargo, su actitud reservada solo atrajo más atención negativa. Los otros niños se dieron cuenta rápidamente de su aislamiento y comenzaron a burlarse de ella. En el comedor, durante el recreo, en cualquier oportunidad que tenían, las burlas no cesaban. —¡Miren a la rara! —gritaba una niña mientras Illyiv pasaba, señalándola y riéndose junto a otras dos niñas—. ¿Qué te pasó en la espalda, monstruo? Las voces de los niños resonaban en la mente de Illyiv, aturdiéndola. Se sentía abrumada, confusa, sin entender por qué era diferente y por qué no podía encajar. Las heridas de quemaduras en su espalda, resultado de los castigos de su madre, eran un recordatorio constante de su doloroso pasado, pero ahora también se habían convertido en motivo de burlas. Una tarde, mientras estaba sentada en el patio, absorta en sus pensamientos, tres niñas se le acercaron. La líder del grupo, una niña robusta de cabello rizado y piel tostada, se paró frente a ella con una expresión burlona. —¿Qué haces aquí sentada sola, monstruo? —preguntó con un tono despectivo. —... —un breve silencio inundó la escena, Illyiv las miraba con la mirada vacía, y luego añadió—: Podrían simplemente ignorar mi presencia... —su voz débil, vacía, casi un susurró en el viento. Las dos niñas que acompañaban a la líder comenzaron a reír, disfrutando de la incomodidad de Illyiv. —¡Miren cómo se encoge! ¡Parece una ratita asustada! —exclamó una niña rubia y delgada, que se encontraba a un lado de la líder del grupo, y tras su comentario las tres niñas rieron a carcajadas. Illyiv sintió su mente abrumada, como si un torbellino de emociones la envolviera. No entendía por qué la trataban así, no entendía por qué no podía ser como los demás niños. Las palabras de su madre resonaban en su mente: "Qué débil es tu cuerpo." Esas palabras, junto con las burlas, la atormentaban sin descanso. —¿Es por eso que mi mamá no quería que me juntara con otros niños? —murmuró Illyiv para sí misma, sintiendo una mezcla de tristeza y rabia. La líder del grupo se acercó más, invadiendo el espacio personal de la pequeña peliblanca. —¿Que dijiste? ¿Por qué no hablas más fuerte, monstruo? ¿Tienes miedo? —provocó, inclinándose hacia ella. Aquellas voces seguían colándose en su mente, las risas se escuchaban de fondo, repitiéndose como ecos que buscaban atormentarla, la pequeña niña de cabello blanco sentía como si su mente pudiera explotar en cualquier momento, su cabeza le dolía. Apretó sus puños, sintiendo como sus propias uñas se clavaban en la suave piel de sus manos, sentía rabia, tristeza, confusión, enojo, irá, frustración, una mezcla de emociones que nisiquiera era capaz de identificar en aquel instante tan breve, su corazón latía como si fuera a salir de su pecho y sentía muchas ganas de llorar, pero en lugar de eso, de repente, en un impulso salvaje y errático, Illyiv se abalanzó sobre la niña. La niña robusta tenía un cuerpo más fuerte, pero Illyiv, fortalecida por los entrenamientos de ballet, se movía con una fuerza inesperada. Ambas cayeron al suelo. Sus pensamientos se nublaron, y solo pudo actuar en base a la ira y frustración acumulada. Sus manos, echas puños, comenzaron a estrellarse contra la figura robusta de aquella niña rizada. La niña intentaba defenderse y esquivar sus golpes, pero la pequeña que estaba sobre ella era rápida y tenía una fuerza descomunal, casi como si estuviera poseída, como si una fuerza oscura la impulsara. Las otras dos niñas intentaron quitar a Illyiv de encima de su amiga, pero fue inútil. Illyiv estaba fuera de control, moviéndose con la fuerza de la desesperación. En un momento de furia ciega, arañó la cara de la niña, dejando marcas profundas, sintiendo como aquella capa de piel superficial había quedado atrapada en sus propias uñas. La niña rizada, tenía el rostro lleno de lágrimas y su mejilla ensangrentada. Illyiv, con los ojos vidriosos, parecía ajena al caos que había desatado. Los gritos y lloriqueos llenaron el aire, creando una atmósfera de pánico. La niña herida comenzó a llorar, y las otras dos niñas gritaron pidiendo ayuda. Los adultos llegaron corriendo, separando a Illyiv de la niña herida. —¡Illyiv, basta! —gritó uno de los cuidadores, sujetándola con fuerza. Con la respiración agitada, sus manos temblando, y los ojos llenos de furia, Illyiv fue llevada a una habitación aislada como castigo. Sentada en la oscuridad, sentía una mezcla de emociones: rabia, tristeza, confusión. Las lágrimas comenzaron a caer por su rostro, pero no emitió ningún sonido, en cambio, se dejó hundir en un mar de emociones contradictorias. Una vez más, sabía que llorar no cambiaría nada. Mientras la noche caía, Illyiv se acurrucó en la cama, cerrando los ojos y deseando que todo fuera diferente, desconociendo por completo que pronto, su vida estaba por cambiar.
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  • Adoro el aroma a caos en la mañana

    -es el culpable de todo el caos que está pasando pero no lo va a admitir. Solo se sienta a ver y disfrutar de lo que causó al revivir viejos traumas de sus pecados -
    Adoro el aroma a caos en la mañana -es el culpable de todo el caos que está pasando pero no lo va a admitir. Solo se sienta a ver y disfrutar de lo que causó al revivir viejos traumas de sus pecados -
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  • #MonoRol | La metamorfosis de la inocencia Pt. 02

    Las alarmas de los vehículos policiales que sonaban al fondo de sus pensamientos, se escuchaban como un eco sordo. Los pasos de los oficiales recorrían la escena sobre el piso de madera cubierto de sangre, y las voces de las conversaciones se escuchaban lejanas, como si su mente intentara apagar el ruido. Una pequeña Illyiv de siete años estaba sentada sobre una silla de madera, sus pies no tocaban el suelo. Estaba cubierta por una manta que una oficial le había ofrecido, intentando brindarle algo de consuelo en medio de la situación.

    La escena era desoladora. Su madre, quien había sido asesinada a golpes por su padrastro, yacía sobre el piso frío. Los oficiales y autoridades analizaban la escena, tomando notas y fotografiando cada detalle. Su padrastro había huido, y la única prueba era el testimonio de la pequeña niña de cabello blanco, quien una hora antes había realizado una llamada al servicio de emergencia.

    —Mi padrastro ha matado a mi madre... —había dicho Illyiv a través del teléfono, con una voz tan plana como el agua estancada, fría, vacía, y carente de emociones.

    Ahora, Illyiv observaba la escena como si fuera una extraña en su propio cuerpo. No hubo lágrimas, ni gritos, ni siquiera un temblor en su voz. Era como si una parte de sí misma hubiera muerto hacía mucho tiempo. Los años de abuso la habían convertido en eso, una observadora fría y distante de su propia vida.

    Una trabajadora social, que había sido llamada para hacerse cargo de la niña, se acercó a Illyiv. Colocó unos zapatos en sus pies pequeños y le dijo que era momento de que se fueran, con una voz que intentaba ser amable y comprensiva. La pequeña Illyiv, con la mirada perdida en la distancia, solo podía sentir un vacío abrumador.

    —Vamos, cariño. Es hora de irnos —dijo la trabajadora social, tomando la mano de Illyiv con suavidad—. Pronto todo estará bien.

    Illyiv no respondió, su mirada perdida en algún punto del suelo. La mujer la guió hacia un carro, abriendo la puerta trasera y ayudándola a subir. Mientras el vehículo se alejaba de la escena, Ia pequeña miró por la ventana, viendo cómo las luces de las patrullas se desvanecían en la distancia.

    La trabajadora social la llevó a un centro de acogida temporal, un lugar donde los niños en situaciones de emergencia eran llevados hasta que se pudiera encontrar una solución más permanente. El edificio tenía paredes grises y habitaciones austeras. Illyiv fue llevada a una pequeña habitación con una cama y una mesita de noche.

    —Aquí estarás segura por ahora —dijo la trabajadora social, intentando sonreír—. Si necesitas algo, solo tienes que pedirlo.

    Illyiv asintió ligeramente, pero no dijo nada. Se sentó en la cama, abrazando la manta que aún llevaba consigo. Sabía que las palabras de la trabajadora social eran una mentira piadosa. Nada estaría bien. No ahora, no nunca. Pero en ese momento, no tenía la energía para pensar en el futuro. Solo podía concentrarse en el presente, y en la confusión que la envolvía.

    Mientras la noche caía, Illyiv se acurrucó en la cama, cerrando los ojos y deseando que lo que había dicho esa mujer fuera cierto; que todo pronto estuviera bien. Pero sabía que no era así. Esta era su nueva realidad, y tendría que encontrar la manera de sobrevivir en ella.

    El centro de acogida temporal fue solo eso, temporal. Unos días más tarde, Illyiv fue trasladada a un orfanato en un pueblo cercano, donde tendría una estadía más "permanente", o al menos hasta que alguien decidiera adoptarla, si es que eso llegaba a suceder.

    La pequeña de cabello blanco y ojos vacíos, ahora en el orfanato, estaba sentada en una pequeña sala de terapia, con paredes decoradas con dibujos infantiles y juguetes brillantes que la rodeaban y parecían burlarse de ella. El lugar había sido diseñado para ser acogedor, pero para Illyiv resultaba frío y ajeno. Frente a ella, una psicóloga infantil la observaba con una mirada comprensiva. Sobre la mesa, había un dibujo que Illyiv había hecho a petición de la psicóloga: una casa solitaria sin puertas ni ventanas, rayada con un lápiz negro.

    La psicóloga, sentía un nudo en el estómago mientras miraba a la pequeña niña frente a ella. Sabía que debía manejar la situación con delicadeza, pero cada respuesta de Illyiv le rompía un poco más el corazón.

    —Illyiv, ¿tu padrastro te llegó a maltratar de alguna forma? ¿También te pegaba? —preguntó la psicóloga con suavidad, tratando de mantener su voz calmada, mientras permanecía atenta ante cualquier señal de dolor o miedo en sus ojos.

    —No —respondió Illyiv, su voz vacía y carente de emociones—. Mi padrastro nunca me pegó.

    La doctora asintió, tomando notas, sintiendo una mezcla de alivio y preocupación, siendo consciente de que cada detalle era importante para reconstruir el rompecabezas de su trauma.

    —¿No te hizo daño de ninguna otra forma? —insistió, esperando obtener más información.

    —No. Solo le pegaba a mi madre, no a mí.

    La psicóloga frunció el ceño ligeramente, mirando las cicatrices de quemaduras que cubrían la piel de Illyiv, que iban desde su espalda y se extendían hasta llegar hacia parte sus hombros. Aquellas marcas parecían formar el mapa de un territorio devastado por el fuego.

    —Entonces, ¿quién te hizo esas quemaduras en la espalda? —preguntó, con un nudo en la garganta.

    —Mi madre —dijo Illyiv, con la misma voz vacía—. Era un castigo.

    La doctora intentó mantener la calma, aunque su corazón latía con fuerza.

    —¿Por qué te castigaba de esa manera?

    —Me castigaba cuando me equivocaba en mis pasos de ballet, cuando me cansaba, cuando me quejaba por no querer practicar, o simplemente cuando era débil...

    La psicóloga tragó saliva y respiró hondo, tratando de procesar la información. Sentía una profunda tristeza por la niña que tenía frente a ella.

    —¿Nunca se lo contaste a nadie? ¿Por qué no se lo contaste a amigos o algún maestro? ¿Nunca intentaste pedir ayuda?

    —No tengo amigos. Mi madre no me dejaba salir de casa, y no iba al instituto.

    —Entonces, ¿no has recibido ningún tipo de educación?

    —Mis clases eran particulares... en casa.

    —¿Nunca le contaste a tu profesora particular sobre lo que hacía tu madre?

    —Mi madre siempre estaba presente en mis clases. No quería que nadie me metiera ideas en la cabeza o me malinfluyera.

    La doctora asintió lentamente, sintiendo una mezcla de impotencia, frustración y compasión.

    —¿Tu padrastro sabía lo que te hacía tu madre? ¿Cómo era tu relación con él?

    —Nunca estaba en casa. No sabía que me quemaba, pero tampoco le importaba. Decía que yo no era su hija.

    La psicóloga tomó notas, su corazón pesado con la carga de la historia de Illyiv. Sabía que el camino hacia la recuperación sería largo y difícil, pero estaba decidida a ayudar a la niña a encontrar algo de paz en medio de su tormento.

    —Illyiv, ¿cómo te sientes ahora? —preguntó la psicóloga, intentando conectar con la niña.

    —No lo sé —respondió Illyiv, su voz aún carente de emoción—. No me gusta este lugar —se limitó a decir.

    —¿Hay algo que te haga sentir mejor? —insistió la psicóloga, buscando una chispa de esperanza.

    Illyiv pensó por un momento.

    —Me gusta bailar...

    La mujer sonrió ligeramente, viendo una pequeña chispa de interés en los ojos de Illyiv.

    —Eso es bueno. Bailar puede ser una forma de expresar tus sentimientos y encontrar un poco de paz...

    Illyiv no respondió, parecía atrapada en su propio mundo, pero la psicóloga sentía que había encontrado un pequeño punto de conexión. Ella estaba dispuesta a acompañarla en cada paso del proceso, genuinamente interesada en ayudar a la pequeña. Sin embargo, para ese momento aquella mujer desconocía que el destino no le permitiría ayudarla, y es que la vida muchas veces puede ser cruel e impredecible.
    #MonoRol | La metamorfosis de la inocencia Pt. 02 Las alarmas de los vehículos policiales que sonaban al fondo de sus pensamientos, se escuchaban como un eco sordo. Los pasos de los oficiales recorrían la escena sobre el piso de madera cubierto de sangre, y las voces de las conversaciones se escuchaban lejanas, como si su mente intentara apagar el ruido. Una pequeña Illyiv de siete años estaba sentada sobre una silla de madera, sus pies no tocaban el suelo. Estaba cubierta por una manta que una oficial le había ofrecido, intentando brindarle algo de consuelo en medio de la situación. La escena era desoladora. Su madre, quien había sido asesinada a golpes por su padrastro, yacía sobre el piso frío. Los oficiales y autoridades analizaban la escena, tomando notas y fotografiando cada detalle. Su padrastro había huido, y la única prueba era el testimonio de la pequeña niña de cabello blanco, quien una hora antes había realizado una llamada al servicio de emergencia. —Mi padrastro ha matado a mi madre... —había dicho Illyiv a través del teléfono, con una voz tan plana como el agua estancada, fría, vacía, y carente de emociones. Ahora, Illyiv observaba la escena como si fuera una extraña en su propio cuerpo. No hubo lágrimas, ni gritos, ni siquiera un temblor en su voz. Era como si una parte de sí misma hubiera muerto hacía mucho tiempo. Los años de abuso la habían convertido en eso, una observadora fría y distante de su propia vida. Una trabajadora social, que había sido llamada para hacerse cargo de la niña, se acercó a Illyiv. Colocó unos zapatos en sus pies pequeños y le dijo que era momento de que se fueran, con una voz que intentaba ser amable y comprensiva. La pequeña Illyiv, con la mirada perdida en la distancia, solo podía sentir un vacío abrumador. —Vamos, cariño. Es hora de irnos —dijo la trabajadora social, tomando la mano de Illyiv con suavidad—. Pronto todo estará bien. Illyiv no respondió, su mirada perdida en algún punto del suelo. La mujer la guió hacia un carro, abriendo la puerta trasera y ayudándola a subir. Mientras el vehículo se alejaba de la escena, Ia pequeña miró por la ventana, viendo cómo las luces de las patrullas se desvanecían en la distancia. La trabajadora social la llevó a un centro de acogida temporal, un lugar donde los niños en situaciones de emergencia eran llevados hasta que se pudiera encontrar una solución más permanente. El edificio tenía paredes grises y habitaciones austeras. Illyiv fue llevada a una pequeña habitación con una cama y una mesita de noche. —Aquí estarás segura por ahora —dijo la trabajadora social, intentando sonreír—. Si necesitas algo, solo tienes que pedirlo. Illyiv asintió ligeramente, pero no dijo nada. Se sentó en la cama, abrazando la manta que aún llevaba consigo. Sabía que las palabras de la trabajadora social eran una mentira piadosa. Nada estaría bien. No ahora, no nunca. Pero en ese momento, no tenía la energía para pensar en el futuro. Solo podía concentrarse en el presente, y en la confusión que la envolvía. Mientras la noche caía, Illyiv se acurrucó en la cama, cerrando los ojos y deseando que lo que había dicho esa mujer fuera cierto; que todo pronto estuviera bien. Pero sabía que no era así. Esta era su nueva realidad, y tendría que encontrar la manera de sobrevivir en ella. El centro de acogida temporal fue solo eso, temporal. Unos días más tarde, Illyiv fue trasladada a un orfanato en un pueblo cercano, donde tendría una estadía más "permanente", o al menos hasta que alguien decidiera adoptarla, si es que eso llegaba a suceder. La pequeña de cabello blanco y ojos vacíos, ahora en el orfanato, estaba sentada en una pequeña sala de terapia, con paredes decoradas con dibujos infantiles y juguetes brillantes que la rodeaban y parecían burlarse de ella. El lugar había sido diseñado para ser acogedor, pero para Illyiv resultaba frío y ajeno. Frente a ella, una psicóloga infantil la observaba con una mirada comprensiva. Sobre la mesa, había un dibujo que Illyiv había hecho a petición de la psicóloga: una casa solitaria sin puertas ni ventanas, rayada con un lápiz negro. La psicóloga, sentía un nudo en el estómago mientras miraba a la pequeña niña frente a ella. Sabía que debía manejar la situación con delicadeza, pero cada respuesta de Illyiv le rompía un poco más el corazón. —Illyiv, ¿tu padrastro te llegó a maltratar de alguna forma? ¿También te pegaba? —preguntó la psicóloga con suavidad, tratando de mantener su voz calmada, mientras permanecía atenta ante cualquier señal de dolor o miedo en sus ojos. —No —respondió Illyiv, su voz vacía y carente de emociones—. Mi padrastro nunca me pegó. La doctora asintió, tomando notas, sintiendo una mezcla de alivio y preocupación, siendo consciente de que cada detalle era importante para reconstruir el rompecabezas de su trauma. —¿No te hizo daño de ninguna otra forma? —insistió, esperando obtener más información. —No. Solo le pegaba a mi madre, no a mí. La psicóloga frunció el ceño ligeramente, mirando las cicatrices de quemaduras que cubrían la piel de Illyiv, que iban desde su espalda y se extendían hasta llegar hacia parte sus hombros. Aquellas marcas parecían formar el mapa de un territorio devastado por el fuego. —Entonces, ¿quién te hizo esas quemaduras en la espalda? —preguntó, con un nudo en la garganta. —Mi madre —dijo Illyiv, con la misma voz vacía—. Era un castigo. La doctora intentó mantener la calma, aunque su corazón latía con fuerza. —¿Por qué te castigaba de esa manera? —Me castigaba cuando me equivocaba en mis pasos de ballet, cuando me cansaba, cuando me quejaba por no querer practicar, o simplemente cuando era débil... La psicóloga tragó saliva y respiró hondo, tratando de procesar la información. Sentía una profunda tristeza por la niña que tenía frente a ella. —¿Nunca se lo contaste a nadie? ¿Por qué no se lo contaste a amigos o algún maestro? ¿Nunca intentaste pedir ayuda? —No tengo amigos. Mi madre no me dejaba salir de casa, y no iba al instituto. —Entonces, ¿no has recibido ningún tipo de educación? —Mis clases eran particulares... en casa. —¿Nunca le contaste a tu profesora particular sobre lo que hacía tu madre? —Mi madre siempre estaba presente en mis clases. No quería que nadie me metiera ideas en la cabeza o me malinfluyera. La doctora asintió lentamente, sintiendo una mezcla de impotencia, frustración y compasión. —¿Tu padrastro sabía lo que te hacía tu madre? ¿Cómo era tu relación con él? —Nunca estaba en casa. No sabía que me quemaba, pero tampoco le importaba. Decía que yo no era su hija. La psicóloga tomó notas, su corazón pesado con la carga de la historia de Illyiv. Sabía que el camino hacia la recuperación sería largo y difícil, pero estaba decidida a ayudar a la niña a encontrar algo de paz en medio de su tormento. —Illyiv, ¿cómo te sientes ahora? —preguntó la psicóloga, intentando conectar con la niña. —No lo sé —respondió Illyiv, su voz aún carente de emoción—. No me gusta este lugar —se limitó a decir. —¿Hay algo que te haga sentir mejor? —insistió la psicóloga, buscando una chispa de esperanza. Illyiv pensó por un momento. —Me gusta bailar... La mujer sonrió ligeramente, viendo una pequeña chispa de interés en los ojos de Illyiv. —Eso es bueno. Bailar puede ser una forma de expresar tus sentimientos y encontrar un poco de paz... Illyiv no respondió, parecía atrapada en su propio mundo, pero la psicóloga sentía que había encontrado un pequeño punto de conexión. Ella estaba dispuesta a acompañarla en cada paso del proceso, genuinamente interesada en ayudar a la pequeña. Sin embargo, para ese momento aquella mujer desconocía que el destino no le permitiría ayudarla, y es que la vida muchas veces puede ser cruel e impredecible.
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  • Una noche, en el cual había silencio y dominaba la luz de la luna ante la oscuridad. Solo habían sonidos de grillos en el pasto de aquellos jardines en el cual pasaba caminando en el asfalto.
    Iba de regreso a casa después de visitar a una amiga muy querida.
    No es culpa de ella pues me insistió en quedarme pero no le hice caso, como nunca me pasaba nada, creía que estaría bien que ya sabría cuidarme.
    Pero no fue así, esa noche el miedo me invadía, pues no solo a los grillos escuchaba en aquella cuadra.. Si no aquellos pasos que cada vez más se acercaban tras de mi.
    A pesar de caminar, trotar hasta el punto en que el frío de la noche y el miedo en mi piel se erizaba, me eche a correr, Pero fue inútil. Ese hombre me atrapo.
    ¿Con qué intención? ¿Un robo? ¿Un asalto? ¿Quizá una violación? No era el caso, era lo más mínimo de los pecados carnales.

    Desperté en un sótano, una habitación oscura, una en la cual tenía muros gruesos en los cuales no dejaban salir ni un solo grito de ayuda.

    Encadenada ante ese suceso, realmente no me querían por mi feminidad, ni por ser especial, ni por obsesión, si no para hacerme sufrir, estresar, sacar de mi aquel temor de nunca ser rescatada, de nunca ser liberada, de nunca volver al mundo donde yo me encontraba y pertenecía.

    Frente a mi estába ese hombre trastornado, apuntandome con un arma, yo solo temblaba de horror, mojando mis pantaletas de miedo, con el corazón a mil por minuto, preguntándole la razón del porque hacía eso, qué le había yo hecho, preguntándome a mi misma porque me había ocurrido aquello que creí con confianza que no me iba a ocurrir, pero ahí estaba, llorando, suplicando por mi vida, porque no me hicieran daño, jurando que no le diría a nadie si tan solo me dejara libre.

    Él solo se reía de mi, de mi dolor, se alimentaba de mi miedo, le exitaba que me llenara de terror, de sentir aquella fría arma en mi frente, de mis sollozos sin respuesta, de aquel trauma provocado por sus acciones.

    Yo ya no pensaba en mi, si no en todos aquellos que conocí, el porque no fui mejor persona, el porque debí haber sido mejor, el cómo pude haberlos ayudado, el que nunca sabrán qué fue lo que me pasó. El que si me encuentran solo será momentáneo ese dolor, en qué tal vez nunca me encuentren y solo quede como una simple desaparición.
    Senti que dios me había abandonado...

    Pero cuando él jalo del gatillo, cada momento se volvía real, tan injusto, tan horroroso, tan doloroso psicologicamente... Y escuché él segundo disparo vacío, cada vez me llenaba de más locura, de pedirle a Dios que ese momento se terminara lo más pronto posible, que salvará mi vida o simplemente me dejara morir... Y escuché el tercer gatillo, vacío, como si jugarán con mi mente, hasta que el hombre tonto hizo la prueba, pensando que su arma no funcionaria, se apunto a si mismo, haciéndome ver a sus ojos con una sonrisa, confiando en qué vivo saldría hasta que la sangre salpicó mi cara, su gesto de sorpresa la grabe cada segundo, hasta caer frente a mi, hasta ver por minutos como había pasado eso, el porque lo había echo.

    me agarre a mi libertad, a mí vida, más asustada que tranquila, desate mis manos con la ayuda de una navaja, aquella que encontré en su bolsillo al esculcar su cuerpo desangrandose, y cuando por fin libere mis muñecas mire aquella arma, que con curiosidad y mal presentimiento, tome en mis manos, hasta revisar sus balas, cada una de ellas intactas, cada una de ellas excepto una.. al cual había salvado mi libertad!

    ¿Justicia divina?....... ¿Karma?......... ¿Dios?... ¿Estás ahí?.......

    -Alma secuestrada.-
    Una noche, en el cual había silencio y dominaba la luz de la luna ante la oscuridad. Solo habían sonidos de grillos en el pasto de aquellos jardines en el cual pasaba caminando en el asfalto. Iba de regreso a casa después de visitar a una amiga muy querida. No es culpa de ella pues me insistió en quedarme pero no le hice caso, como nunca me pasaba nada, creía que estaría bien que ya sabría cuidarme. Pero no fue así, esa noche el miedo me invadía, pues no solo a los grillos escuchaba en aquella cuadra.. Si no aquellos pasos que cada vez más se acercaban tras de mi. A pesar de caminar, trotar hasta el punto en que el frío de la noche y el miedo en mi piel se erizaba, me eche a correr, Pero fue inútil. Ese hombre me atrapo. ¿Con qué intención? ¿Un robo? ¿Un asalto? ¿Quizá una violación? No era el caso, era lo más mínimo de los pecados carnales. Desperté en un sótano, una habitación oscura, una en la cual tenía muros gruesos en los cuales no dejaban salir ni un solo grito de ayuda. Encadenada ante ese suceso, realmente no me querían por mi feminidad, ni por ser especial, ni por obsesión, si no para hacerme sufrir, estresar, sacar de mi aquel temor de nunca ser rescatada, de nunca ser liberada, de nunca volver al mundo donde yo me encontraba y pertenecía. Frente a mi estába ese hombre trastornado, apuntandome con un arma, yo solo temblaba de horror, mojando mis pantaletas de miedo, con el corazón a mil por minuto, preguntándole la razón del porque hacía eso, qué le había yo hecho, preguntándome a mi misma porque me había ocurrido aquello que creí con confianza que no me iba a ocurrir, pero ahí estaba, llorando, suplicando por mi vida, porque no me hicieran daño, jurando que no le diría a nadie si tan solo me dejara libre. Él solo se reía de mi, de mi dolor, se alimentaba de mi miedo, le exitaba que me llenara de terror, de sentir aquella fría arma en mi frente, de mis sollozos sin respuesta, de aquel trauma provocado por sus acciones. Yo ya no pensaba en mi, si no en todos aquellos que conocí, el porque no fui mejor persona, el porque debí haber sido mejor, el cómo pude haberlos ayudado, el que nunca sabrán qué fue lo que me pasó. El que si me encuentran solo será momentáneo ese dolor, en qué tal vez nunca me encuentren y solo quede como una simple desaparición. Senti que dios me había abandonado... Pero cuando él jalo del gatillo, cada momento se volvía real, tan injusto, tan horroroso, tan doloroso psicologicamente... Y escuché él segundo disparo vacío, cada vez me llenaba de más locura, de pedirle a Dios que ese momento se terminara lo más pronto posible, que salvará mi vida o simplemente me dejara morir... Y escuché el tercer gatillo, vacío, como si jugarán con mi mente, hasta que el hombre tonto hizo la prueba, pensando que su arma no funcionaria, se apunto a si mismo, haciéndome ver a sus ojos con una sonrisa, confiando en qué vivo saldría hasta que la sangre salpicó mi cara, su gesto de sorpresa la grabe cada segundo, hasta caer frente a mi, hasta ver por minutos como había pasado eso, el porque lo había echo. me agarre a mi libertad, a mí vida, más asustada que tranquila, desate mis manos con la ayuda de una navaja, aquella que encontré en su bolsillo al esculcar su cuerpo desangrandose, y cuando por fin libere mis muñecas mire aquella arma, que con curiosidad y mal presentimiento, tome en mis manos, hasta revisar sus balas, cada una de ellas intactas, cada una de ellas excepto una.. al cual había salvado mi libertad! ¿Justicia divina?....... ¿Karma?......... ¿Dios?... ¿Estás ahí?....... -Alma secuestrada.-
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  • « I'm constant being haunted by the memories. Well, "hallucinations" and "delusions" according to Dr.J.

    Look. I've always been top of my class. I got a scholarship and graduated with honors. My memory has always been great and I do not believe my brain is creating stuff due to a complicated mix of trauma and amnesia.
    I'm certain my daughter existed. »

    —Moonique's diary 145
    « I'm constant being haunted by the memories. Well, "hallucinations" and "delusions" according to Dr.J. Look. I've always been top of my class. I got a scholarship and graduated with honors. My memory has always been great and I do not believe my brain is creating stuff due to a complicated mix of trauma and amnesia. I'm certain my daughter existed. » —Moonique's diary 145
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  • Yo me pregunto cada noche:
    ¿asi debe ser? ¿si lo hago bien..?

    //riddle traumaito xd//
    Yo me pregunto cada noche: ¿asi debe ser? ¿si lo hago bien..? //riddle traumaito xd//
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  • Polaris y el Cementerios de Automóviles
    Fandom All New X-Factor/X-Men/Multiverso/Crossover
    Categoría Crossover
    *El cielo se encuentra nublado parcialmente debido a los rayos solares se filtran entre medio de las nubes haciendo que el ambiente se torne caluroso en el interior de aquel establecimiento dedicado al depósito de chatarra de automóviles.
    El depósito está repleto de varios automoviles de diferentes tamaños, colores y forma pero aquellos vehículos lucian totalmente oxidados, otros destrozados u otros con falta de piezas dando la impresión de que se trataba de un cementerio de automóviles, a los lejos pueden verse unos grúas desde las cuáles penden unos imanes y otros son aplastadoras de chatarra.

    Una mujer de una larga y peculiar cabellera verde brillante atacada en una coleta sobre la coronilla de la cabeza y con dos mechones largos y sueltos enmarcan su rostro. Ella se encontra levitando a unos pocos centimientos de altura en medio de dicho establecimiento mientras su rostro muestra melancólica y tristeza a la vez se escucha un leve ruido magnético que proviene de ella misma al parece debido a que sus manos se iluminan de energía pero sin ejecutar un movimiento alguno.
    Los ojos de aquella dama son verdes, su vestimienta consta de una malla body de color verde, debajo lleva puesta unas calzas verde más claro y unas botas también verde que le cubren hasta debajo de la rodilla. No contenta con su peculiar traje, porta sobre sus hombros una larga capa también de color verde que en su espalda, en sus brazos lleva puestos unos brazales metálicos y sobre su frente una especie de corona verde que cubre su frente y enmarca su rostro.

    El color de sus cejas es tan verde cómo su cabellera y por el traje demuestra que aquella fémina se trata de una mutante, aquellos seres humanos nacidos con grandes, extraordinarios y peculares superpoderes que los hacen únicos entre sus "hermanos" siendo temidos, rechazados y discriminados por los humanos.

    De pronto, la extraña Dama de Verde escucha unos pasos a los lejos pensando que tal vez sería su imaginación, ultimamente su mente, sus traumas, sus recuerdos, sus dolores emocionales, sus propios poderes, todo aquello le estaba jugando una mala pasada sinceramente estaba confundida, sola y perdida en este mundo, al menos ella lo sentía de aquel modo y era normal después de todo lo que vivió por ser una... mutante.

    Ella hace que de su bolsillo salga un pequeño cuadro metálico con la foto de una mujer, el cuadro se mantiene en el aire enfrente de la extraña haciendo que recuerde a su amigo Longshot, quien habia visto esa misma foto y le reveló que aquel accidente de su infancia cuando ella estaba viajando junto a sus padres en el avión fue provocada por la primera manifestación de sus poderes mutantes que se desataron tras la discusión de sus padres que discutian sobre la paternidad de ella, ya que no era en verdad su hija biologica.
    Años más tarde, conocío a un hombre con sus mismos poderes y posiblemente se trataba de su padre pero gracias a su examen de ADN pudo comprobar sus sospechas. La relación de su padre y de sus medio-hermanos era bastantemente buena a pesar de haberlos conocido siendo ya una mujer adulta.*
    *El cielo se encuentra nublado parcialmente debido a los rayos solares se filtran entre medio de las nubes haciendo que el ambiente se torne caluroso en el interior de aquel establecimiento dedicado al depósito de chatarra de automóviles. El depósito está repleto de varios automoviles de diferentes tamaños, colores y forma pero aquellos vehículos lucian totalmente oxidados, otros destrozados u otros con falta de piezas dando la impresión de que se trataba de un cementerio de automóviles, a los lejos pueden verse unos grúas desde las cuáles penden unos imanes y otros son aplastadoras de chatarra. Una mujer de una larga y peculiar cabellera verde brillante atacada en una coleta sobre la coronilla de la cabeza y con dos mechones largos y sueltos enmarcan su rostro. Ella se encontra levitando a unos pocos centimientos de altura en medio de dicho establecimiento mientras su rostro muestra melancólica y tristeza a la vez se escucha un leve ruido magnético que proviene de ella misma al parece debido a que sus manos se iluminan de energía pero sin ejecutar un movimiento alguno. Los ojos de aquella dama son verdes, su vestimienta consta de una malla body de color verde, debajo lleva puesta unas calzas verde más claro y unas botas también verde que le cubren hasta debajo de la rodilla. No contenta con su peculiar traje, porta sobre sus hombros una larga capa también de color verde que en su espalda, en sus brazos lleva puestos unos brazales metálicos y sobre su frente una especie de corona verde que cubre su frente y enmarca su rostro. El color de sus cejas es tan verde cómo su cabellera y por el traje demuestra que aquella fémina se trata de una mutante, aquellos seres humanos nacidos con grandes, extraordinarios y peculares superpoderes que los hacen únicos entre sus "hermanos" siendo temidos, rechazados y discriminados por los humanos. De pronto, la extraña Dama de Verde escucha unos pasos a los lejos pensando que tal vez sería su imaginación, ultimamente su mente, sus traumas, sus recuerdos, sus dolores emocionales, sus propios poderes, todo aquello le estaba jugando una mala pasada sinceramente estaba confundida, sola y perdida en este mundo, al menos ella lo sentía de aquel modo y era normal después de todo lo que vivió por ser una... mutante. Ella hace que de su bolsillo salga un pequeño cuadro metálico con la foto de una mujer, el cuadro se mantiene en el aire enfrente de la extraña haciendo que recuerde a su amigo Longshot, quien habia visto esa misma foto y le reveló que aquel accidente de su infancia cuando ella estaba viajando junto a sus padres en el avión fue provocada por la primera manifestación de sus poderes mutantes que se desataron tras la discusión de sus padres que discutian sobre la paternidad de ella, ya que no era en verdad su hija biologica. Años más tarde, conocío a un hombre con sus mismos poderes y posiblemente se trataba de su padre pero gracias a su examen de ADN pudo comprobar sus sospechas. La relación de su padre y de sus medio-hermanos era bastantemente buena a pesar de haberlos conocido siendo ya una mujer adulta.*
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    𝐙𝐡𝐞𝐧

    Ya van tres cuentas que desaparecen con las que Noah ha interactuado, ¿O será que sólo ocultan el perfil? We will never know... me van a traumar al niño- Okno
    𝐙𝐡𝐞𝐧 Ya van tres cuentas que desaparecen con las que Noah ha interactuado, ¿O será que sólo ocultan el perfil? We will never know... me van a traumar al niño- Okno :STK-31:
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  • //Se que muchos no van a leerlo completo,pero aunquesea denle like,me encanto hacer esta cronologia y con un like me hacen muy feliz,tengan en cuenta que son mas de 50 años de historia familiar

    •~LOS WIMBLETON~•


    1870—1905


    La familia Wimbleton tiene sus orígenes en Inglaterra,sus primeros miembros fueron William Wimbleton y Estelle Hamilton,Ambos Nacieron y Murieron Pobres en Londres,no sin antes dejar descendencia a los 34 años,De allí nació John Wimbleton en 1900,William y Estelle fallecieron en 1912,debido a un accidente ferroviario en alguna parte de Silverstone

    1884—1978

    John Wimbleton creció en la misma pobreza en la que nació hasta los 20 años,cuando conoció a una modelo estadounidense llamada Yazmine Gumpert,quien lo ayudó a salir de la pobreza y empezar a trabajar en el Ejército inglés,durante ese transcurso,Yazmine dejó el modelaje y se enfocó en su familia,en 1904 nació Joseph Wimbleton,el primer Wimbleton con el cual toda la familia tomaría un giro de 180 grados


    Joseph creció con total libertad y comodidad gracias a la fortuna de su madre,se graduo de la escuela con honores y quería estudiar Biología pero debido a la Guerra,Joseph tuvo que ir a luchar contra los n@z1s,en un enfrentamiento en Francia,Joseph fue abatido y dado de baja,no obstante,los científicos Británicos empezaron a experimentar con su cadáver para probar si podían guardar sus células madres para donarselas a otro soldado que las necesite,pero sin querer lograron resucitarlo,nadie sabía explicar este fenómeno hasta que en 1952,los científicos determinaron que la expectativa de vida de Joseph aumento enormemente,haciendo que un año de envejecimiento de el tomen 5 años para un humano promedio,era una vida super alargada y lenta,Joseph no podía creer esto pero decidio seguir con su larga vida,volviendo a casa y abriendo una confitería en Suiza luego de la guerra y trabajando en ella hasta 1968,cuando este se vio obligado a vender todo y volver a Londres,solo para enterarse que sus padres fallecieron en 1956 por causas naturales


    Joseph asistió al funeral y allí conoció a una mujer llamada Maria Williams que era enfermera de su madre,poco a poco se irían conociendo y enamorándose el uno del otro,Ambos terminaron casándose en 1972 y teniendo un matrimonio feliz.


    1978—2000

    Joseph y Maria tuvieron un hijo en 1978 el cual llamaron Michael Rick Wimbleton,quien parecía no ser alguien tan amable y bueno como sus padres,demostrando un odio profundo hacia su padre especialmente,en 1998 Michael encerró a su padre en un pequeño almacén con llave y candado,esperando que muriese allí,Michael planeaba matar a Maria pero ella fue diagnosticada con Cáncer,por lo que dejo que el cáncer se encargue de ella,El cáncer reclamo la vida de Maria en 1999,Joseph nunca supo esto.

    2000—2018

    Michael gracias al pasado militar de su padre,decidió meterse a una asociación llamada A.A.M (Alianza Armada Mundializada),allí destacó militar y estratégicamente gracias a su puntería,su agilidad y su habilidad con una espada,durante su servicio,conocio a la mejor soldado de la década,Lucille Scyzlack,quien rápidamente se fijo en Michael y se enamoro perdidamente de él,casándose luego de un año de relación y luego de 3 meses de casados,tuvieron tres hijos varones:Stanley,Steven y Hank Wimbleton,Hank siendo el mayor nacido en 2001,Stanley siendo el hermano del medio naciendo en 2003 y Steven siendo el menor naciendo el 2005,Michael realmente no quería hijos con ella pero no le quedó de otra


    Michael entreno a sus hijos personalmente,siendo extremadamente violento con Hank y Stanley,cada noche les daba golpes severos y los sometía a pruebas extremadamente exigentes para ellos a la edad de 10 años hasta los 17,Hank decidió entrar a la A.A.M y allí fue cuando fue transformado completamente gracias a la guerra,la violencia y la sangre,muriendo más de 3 veces en dos años,muchas de ellas lo volvían peor en sentido mental.
    Hank gracias a todos esos traumas numerosos,tuvo un brote psicótico durante muchos meses,cometiendo crimenes como Canibalismo y Múltiples Homicidios,hasta que fue retenido y tratado con un amigo para poder hacer su vida más tranquila


    2020—2034

    Hank siguió trabajando e intentando asesinar a su padre,mientras tanto,Joseph quien estuvo mucho tiempo encerrado,logro liberarse en el año 2019,encontrándose a un mundo totalmente distinto al que conoció,teniendo el deseo de hacer pagar a su hijo Michael,en el 2020,Hank encontró pareja en la A.A.M tal cual como su padre,Ambos se llegaron a comprometer pero gracias a un atentado contra Hank,Ella falleció gracias a una explosión,Hank no pudo soportar y decidio buscar al responsable de este crimen,cosa que no hizo por mucho tiempo,el estuvo mucho tiempo llorando esa perdida tan grave para el,en el año 2024,Hank conoció a una mujer en una Disco y desde allí su vida dejó la violencia de lado,ella logró reconstruir a Hank de a poco,teniendo dos Hijas;Hana y Holly Wimbleton,Hank dejó la milicia por 5 años solo por ellas,en el año 2031,Un grupo de hombres masacro a aquella mujer (de nombre reservado),cosa que sumergió en una ira violenta a Hank nuevamente y disponiéndose a buscar al responsable nuevamente por 4 años,dejando a sus hijas al cuidado de su madre,Lucille las educó,crío y entreno a aquellas niñas para matar a Michael,quien estuvo detrás de todos los atentados en contra de todas las mujeres que amaba Hank.
    En el año 2034,Lucille es asesinada por su propio esposo,esta vez a Hank le hicieron creer que Lucille falleció por Muerte súbita,solo Hana y Holly sabían la verdad de todo esto


    2035—2050

    Hank es incinerado por su propio padre y gracias a eso,Hank recupera su apariencia natural y desata una horrible venganza en contra de la A.A.M por no haber intervenido antes,y contra Michael,haciendo un periodo de tiranía de 3 meses de matanzas y guerrillas,Michael estuvo creando personas con el ADN de Hank con el fin de matarlo,De allí nacería un hijo indirecto de Hank:Sirius Wimbleton,Hank al enterarse de su existencia fue a buscarlo y lo crío con sus hijas con amor y cuidado para el,hasta que una tarde del 2037,Hank y Michael mueren en un combate espada con espada,Dejando nada más que a Sirius,Hana y Holly por su cuenta,En aquella batalla final,Steven Y Stanley mueren intentando frenar al ejercito de su padre,Joseph también se presento a la batalla,solo para encontrase a su hijo muerto.


    Hana,Holly,Sirius se fueron por su cuenta hasta el campo para refugiarse,el Apellido Wimbleton no quería ser escuchado en el mundo,por lo que era lo mejor para ellos,Joseph se fue al bosque,exiliandose a si mismo para al fin descansar,Hana y Holly criaron a Sirius con el mismo amor que su padre hasta que cumplió la mayoría de edad,allí fue cuando lo enviaron a la ciudad,ya cuando el apellido Wimbleton era un mal recuerdo,pero...


    ASESINATOS HECHOS POR LOS WIMBLETON

    1—Hank James Wimbleton:3.235.128
    2—Michael Rick Wimbleton:2.790.032
    3—Steven Wimbleton:1.890.994
    4—Stanley Wimbleton:890.222
    5—Joseph Wimbleton:112
    6—Sirius Wimbleton:32 (3.110.741 de manera indirecta)
    //Se que muchos no van a leerlo completo,pero aunquesea denle like,me encanto hacer esta cronologia y con un like me hacen muy feliz,tengan en cuenta que son mas de 50 años de historia familiar •~LOS WIMBLETON~• 1870—1905 La familia Wimbleton tiene sus orígenes en Inglaterra,sus primeros miembros fueron William Wimbleton y Estelle Hamilton,Ambos Nacieron y Murieron Pobres en Londres,no sin antes dejar descendencia a los 34 años,De allí nació John Wimbleton en 1900,William y Estelle fallecieron en 1912,debido a un accidente ferroviario en alguna parte de Silverstone 1884—1978 John Wimbleton creció en la misma pobreza en la que nació hasta los 20 años,cuando conoció a una modelo estadounidense llamada Yazmine Gumpert,quien lo ayudó a salir de la pobreza y empezar a trabajar en el Ejército inglés,durante ese transcurso,Yazmine dejó el modelaje y se enfocó en su familia,en 1904 nació Joseph Wimbleton,el primer Wimbleton con el cual toda la familia tomaría un giro de 180 grados Joseph creció con total libertad y comodidad gracias a la fortuna de su madre,se graduo de la escuela con honores y quería estudiar Biología pero debido a la Guerra,Joseph tuvo que ir a luchar contra los n@z1s,en un enfrentamiento en Francia,Joseph fue abatido y dado de baja,no obstante,los científicos Británicos empezaron a experimentar con su cadáver para probar si podían guardar sus células madres para donarselas a otro soldado que las necesite,pero sin querer lograron resucitarlo,nadie sabía explicar este fenómeno hasta que en 1952,los científicos determinaron que la expectativa de vida de Joseph aumento enormemente,haciendo que un año de envejecimiento de el tomen 5 años para un humano promedio,era una vida super alargada y lenta,Joseph no podía creer esto pero decidio seguir con su larga vida,volviendo a casa y abriendo una confitería en Suiza luego de la guerra y trabajando en ella hasta 1968,cuando este se vio obligado a vender todo y volver a Londres,solo para enterarse que sus padres fallecieron en 1956 por causas naturales Joseph asistió al funeral y allí conoció a una mujer llamada Maria Williams que era enfermera de su madre,poco a poco se irían conociendo y enamorándose el uno del otro,Ambos terminaron casándose en 1972 y teniendo un matrimonio feliz. 1978—2000 Joseph y Maria tuvieron un hijo en 1978 el cual llamaron Michael Rick Wimbleton,quien parecía no ser alguien tan amable y bueno como sus padres,demostrando un odio profundo hacia su padre especialmente,en 1998 Michael encerró a su padre en un pequeño almacén con llave y candado,esperando que muriese allí,Michael planeaba matar a Maria pero ella fue diagnosticada con Cáncer,por lo que dejo que el cáncer se encargue de ella,El cáncer reclamo la vida de Maria en 1999,Joseph nunca supo esto. 2000—2018 Michael gracias al pasado militar de su padre,decidió meterse a una asociación llamada A.A.M (Alianza Armada Mundializada),allí destacó militar y estratégicamente gracias a su puntería,su agilidad y su habilidad con una espada,durante su servicio,conocio a la mejor soldado de la década,Lucille Scyzlack,quien rápidamente se fijo en Michael y se enamoro perdidamente de él,casándose luego de un año de relación y luego de 3 meses de casados,tuvieron tres hijos varones:Stanley,Steven y Hank Wimbleton,Hank siendo el mayor nacido en 2001,Stanley siendo el hermano del medio naciendo en 2003 y Steven siendo el menor naciendo el 2005,Michael realmente no quería hijos con ella pero no le quedó de otra Michael entreno a sus hijos personalmente,siendo extremadamente violento con Hank y Stanley,cada noche les daba golpes severos y los sometía a pruebas extremadamente exigentes para ellos a la edad de 10 años hasta los 17,Hank decidió entrar a la A.A.M y allí fue cuando fue transformado completamente gracias a la guerra,la violencia y la sangre,muriendo más de 3 veces en dos años,muchas de ellas lo volvían peor en sentido mental. Hank gracias a todos esos traumas numerosos,tuvo un brote psicótico durante muchos meses,cometiendo crimenes como Canibalismo y Múltiples Homicidios,hasta que fue retenido y tratado con un amigo para poder hacer su vida más tranquila 2020—2034 Hank siguió trabajando e intentando asesinar a su padre,mientras tanto,Joseph quien estuvo mucho tiempo encerrado,logro liberarse en el año 2019,encontrándose a un mundo totalmente distinto al que conoció,teniendo el deseo de hacer pagar a su hijo Michael,en el 2020,Hank encontró pareja en la A.A.M tal cual como su padre,Ambos se llegaron a comprometer pero gracias a un atentado contra Hank,Ella falleció gracias a una explosión,Hank no pudo soportar y decidio buscar al responsable de este crimen,cosa que no hizo por mucho tiempo,el estuvo mucho tiempo llorando esa perdida tan grave para el,en el año 2024,Hank conoció a una mujer en una Disco y desde allí su vida dejó la violencia de lado,ella logró reconstruir a Hank de a poco,teniendo dos Hijas;Hana y Holly Wimbleton,Hank dejó la milicia por 5 años solo por ellas,en el año 2031,Un grupo de hombres masacro a aquella mujer (de nombre reservado),cosa que sumergió en una ira violenta a Hank nuevamente y disponiéndose a buscar al responsable nuevamente por 4 años,dejando a sus hijas al cuidado de su madre,Lucille las educó,crío y entreno a aquellas niñas para matar a Michael,quien estuvo detrás de todos los atentados en contra de todas las mujeres que amaba Hank. En el año 2034,Lucille es asesinada por su propio esposo,esta vez a Hank le hicieron creer que Lucille falleció por Muerte súbita,solo Hana y Holly sabían la verdad de todo esto 2035—2050 Hank es incinerado por su propio padre y gracias a eso,Hank recupera su apariencia natural y desata una horrible venganza en contra de la A.A.M por no haber intervenido antes,y contra Michael,haciendo un periodo de tiranía de 3 meses de matanzas y guerrillas,Michael estuvo creando personas con el ADN de Hank con el fin de matarlo,De allí nacería un hijo indirecto de Hank:Sirius Wimbleton,Hank al enterarse de su existencia fue a buscarlo y lo crío con sus hijas con amor y cuidado para el,hasta que una tarde del 2037,Hank y Michael mueren en un combate espada con espada,Dejando nada más que a Sirius,Hana y Holly por su cuenta,En aquella batalla final,Steven Y Stanley mueren intentando frenar al ejercito de su padre,Joseph también se presento a la batalla,solo para encontrase a su hijo muerto. Hana,Holly,Sirius se fueron por su cuenta hasta el campo para refugiarse,el Apellido Wimbleton no quería ser escuchado en el mundo,por lo que era lo mejor para ellos,Joseph se fue al bosque,exiliandose a si mismo para al fin descansar,Hana y Holly criaron a Sirius con el mismo amor que su padre hasta que cumplió la mayoría de edad,allí fue cuando lo enviaron a la ciudad,ya cuando el apellido Wimbleton era un mal recuerdo,pero... ASESINATOS HECHOS POR LOS WIMBLETON 1—Hank James Wimbleton:3.235.128 2—Michael Rick Wimbleton:2.790.032 3—Steven Wimbleton:1.890.994 4—Stanley Wimbleton:890.222 5—Joseph Wimbleton:112 6—Sirius Wimbleton:32 (3.110.741 de manera indirecta)
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    // ultimamente me estoy creando personajes de pelo claro y que no estan traumados, wao
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