• ( Una disculpa por andar ausente cosas inevitables . )

    On :
    Hmph. Tuviste que apañártelas sin mí, ¿verdad? Bien. Espero que no haya habido problemas. Estaba... ocupado con las misiones fuera de la ciudad. Ya que estoy de vuelta, te lo compensaré por la cena.
    ( Una disculpa por andar ausente cosas inevitables . ) On : Hmph. Tuviste que apañártelas sin mí, ¿verdad? Bien. Espero que no haya habido problemas. Estaba... ocupado con las misiones fuera de la ciudad. Ya que estoy de vuelta, te lo compensaré por la cena.
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  • 𝙀𝙡 𝙢𝙪𝙘𝙝𝙖𝙘𝙝𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙤𝙟𝙤𝙨 𝙩𝙧𝙞𝙨𝙩𝙚𝙨
    Fandom OC
    Categoría Drama
    R./W 𝐂𝐇𝐔𝐂𝐊 𝐒𝐇𝐔𝐑𝐋𝐄𝐘
    "¿𝙋𝙤𝙧 𝙦𝙪é 𝙨𝙚 𝙛𝙪𝙚 𝙮 𝙥𝙤𝙧 𝙦𝙪é 𝙢𝙪𝙧𝙞ó.
    ¿𝙋𝙤𝙧 𝙦𝙪é 𝙚𝙡 𝙎𝙚ñ𝙤𝙧 𝙢𝙚 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙞𝙩ó?
    𝙎𝙚 𝙝𝙖 𝙞𝙙𝙤 𝙖𝙡 𝙘𝙞𝙚𝙡𝙤 𝙮 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧 𝙞𝙧 𝙮𝙤
    𝘿𝙚𝙗𝙤 𝙩𝙖𝙢𝙗𝙞é𝙣 𝙨𝙚𝙧 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙤."
    — 𝙇𝙤𝙨 𝘼𝙥𝙨𝙤𝙣 (1964)

    —Trece vueltas de marea habían pasado desde que los medios neoyorkinos anunciaron la muerte de Joseph Conor Reagan, el honorable policía, hijo del comisionado en turno.

    Ese suceso fue devastador para la familia. Todos lo adoraban, era el tipo de persona modelo, un hombre que buscaba siempre hacer el bien sin mirar a quien; razón por la cual los Reagan no comprendían el porque había muerto. Trataron de hacerlo, refugiándose en su fe católica inculcada desde la infancia, con frases paliativas como: "Era su momento." o "Dios lo necesitaba en su reino." Esa última era la que más ponía a pensar a Jamie, en especial ahora que era consciente de la divinidad de Chuck.

    Para la familia Jamie era quien había llevado mejor el duelo (aparentemente). No obstante, aunque por fuera parecía el mismo joven afable y sonriente, por dentro traía consigo mismo una lucha interna, misma que estaba centrada en un duelo que no hallaba la manera de superar, que lo carcomía, igual que las termitas a la madera. La herida estaba ahí, abierta como el primer día y no era para menos.

    Habían sido cuatro hermanos. Danny era muy apegado a Erin, después de todo eran los mayores. Por otro lado, Joe tenía un vínculo único con Jamie, uno que solo la muerte logró romper. Cuando él partió Jamie no solo había perdido un hermano, también se había ido un amigo, un confidente, una persona que lo comprendía como nadie, que lo apoyaba, que estaba siempre para él, justo como un buen hermano mayor lo haría. Con eso en cuenta "¿Cómo es que Dios pudo llevárselo? ¿Acaso no sabía el dolor que eso me iba a causar? ¿Cuál es su plan en todo esto?" Por suerte para él, por primera vez en años, conocía a quien de manera directa le podía dar las respuestas.

    De tal modo que, después de pasar a dejar unas flores al panteón donde reposaban los restos de Joe, se fue directo a un bar que solía ser catalogado como "De policías" más que nada por la afluencia de estas personas en el recinto. Mientras caminaba se hacía a la idea respecto a que tan bueno era tratar el asunto con Chuck, no quería molestarlo pero llevaba tanto tiempo ansiando una respuesta que la posibilidad de esto desvío toda duda naciente.

    Al adentrarse al local saludó con cortesía al cantinero. El hombre ya de por sí lo ubicaba por ser otro de los hijos del comisionado, razón por la cual siempre le reservaba su mesa favorita en la parte trasera del establecimiento. "Hey ¿Qué hay de nuevo, Jamie? ¿Lo mismo de siempre?" Le preguntó en lo que secaba la barra con el trapo gris que traía colgado al hombro. El oficial al escucharlo le sonrió con una notoria sutileza a la par que asentía.—

    Sí, por favor, pero esta vez ponme una copa extra ¿Va? Espero compañía esta noche. —No dio más explicación sobre quién llegaría, en especial porque sabía que, tanto a Chuck, como a él, les gustaba la privacidad y porque al ser hijo de una figura pública de alto rango la gente sería capaz de vender "chisme caliente" con tal de obtener algún dinero.

    Tras dejar la indicación dada se fue a su mesa en el rincón y tomó asiento. Mientras esperaba, sacó del bolsillo de su chamarra negra una pequeña caja que contenía piezas de dominó. Aquel particular juego de mesa era el favorito de Joe y también de Jamie ya que, después de las largas horas patrullando, ambos se ponían al corriente de su día y de sus vidas, entre risas y el "click clak" que generaban las fichas al moverlas.

    Después de su muerte, el hermano menor no dejó de jugar, aunque ahora lo hacía solo. Muchos le dijeron que eso era imposible en una partida de dominó, más él lo volvió posible, a su manera, pero lo logró. Su método era sencillo pero efectivo: luego de revolver las fichas, separaba las suyas y las que serían de su hermano, posteriormente, tiraba una y luego él mismo podía mover al azar alguna otra pero ahora del montón que le habían tocado simbólicamente a Joe. Le resultaba entretenido, era su medio de canalizar el dolor; habia ocasiones en que incluso el mayor le ganaba sin estar presente, cosa que hacía reír a Jamie momentos antes de quebrarse en un llanto que agradecía solo viera el cantinero.

    Por eso elegía la mesa del rincón, no quería compasión, no quería que nadie le viera llorar, lo único que deseaba con toda su alma era poder volver a ver a su hermano, poder abrazarlo y decirle todo lo que había pasado desde que se fue del plano terrenal.

    Y aunque si bien lo volvía a ver en sueños, no era lo mismo, él lo sabía, más que nada porque eran eso, sueños, algo pasajero que terminaba una vez que el reloj empezaba a sonar, una vez que abría los ojos y los volvía a cerrar, pero ahora llenos de lágrimas, rabia y frustración junto con el deseo de poder volver a ese sueño. Más ahora, con Chuck, creía tener un rayo de esperanza en hacer que ese momento de reencuentro se sintiera real y eterno.

    Pasó un par de horas bebiendo y jugando antes de tomar valor suficiente para lanzar la suplica por línea directa al mismo Dios. Muchos lo buscaban en el silencio, en la oración, en las paredes de un templo sacro, pero Jamie lo tenía al alcance de una llamada telefónica. Sabía que en realidad eso era una mera formalidad, con solo cerrar los ojos e invocarlo él sabría que lo estaba buscando; sin embargo, temiendo que lo juzgaran por hablar solo, sacó su teléfono y marcó el número que Chuck le proporcionó.

    Esperó los tres tonos correspondientes y justo cuando oyó que descolgaban la bocina habló. —
    Hola... ¿Chuck? Soy... Soy Reagan, sí, Jamie yo... Tú, bueno, no es relevante... ¡No, en realidad sí lo es! —Traía ya varias copas encima, se notaba, tanto en la incoherencia como en el aliento a alcohol que era capaz de atravesar el otro lado de la línea.— Bueno, olvida eso, olvida todo... Solo quería... Quería verlo, verte a ti ¿Tienes tiempo de venir un momento conmigo? Te diría donde estoy pero tú lo sabes todo... Dios te bendiga, o bueno, te autobendigas, aún no entiendo bien eso.

    —En cuanto terminó la llamada colgó el teléfono. Se quedó contemplando las fichas sobre la mesa, meditando en sus palabras, en lo que había dicho, en si era el momento, en si era lo correcto, más como dice la sagrada escritura: "Lo hecho, hecho está."

    Se frotó una mano por el rostro antes de alzar la mano para llamar al cantinero. A sabiendas de que Chuck llegaría en cualquier momento, pidió un café que le ayudara a regular su estado así como un flan pues su hermana le decía que el dulce era también buena opción en esos casos. Así, al tener lo solicitado solo le quedó esperar, tal vez esa noche sería la primera, en muchas, que podría volver a tener a alguien con quien jugar.—
    R./W [G.0.D] "¿𝙋𝙤𝙧 𝙦𝙪é 𝙨𝙚 𝙛𝙪𝙚 𝙮 𝙥𝙤𝙧 𝙦𝙪é 𝙢𝙪𝙧𝙞ó. ¿𝙋𝙤𝙧 𝙦𝙪é 𝙚𝙡 𝙎𝙚ñ𝙤𝙧 𝙢𝙚 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙞𝙩ó? 𝙎𝙚 𝙝𝙖 𝙞𝙙𝙤 𝙖𝙡 𝙘𝙞𝙚𝙡𝙤 𝙮 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧 𝙞𝙧 𝙮𝙤 𝘿𝙚𝙗𝙤 𝙩𝙖𝙢𝙗𝙞é𝙣 𝙨𝙚𝙧 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙤." — 𝙇𝙤𝙨 𝘼𝙥𝙨𝙤𝙣 (1964) —Trece vueltas de marea habían pasado desde que los medios neoyorkinos anunciaron la muerte de Joseph Conor Reagan, el honorable policía, hijo del comisionado en turno. Ese suceso fue devastador para la familia. Todos lo adoraban, era el tipo de persona modelo, un hombre que buscaba siempre hacer el bien sin mirar a quien; razón por la cual los Reagan no comprendían el porque había muerto. Trataron de hacerlo, refugiándose en su fe católica inculcada desde la infancia, con frases paliativas como: "Era su momento." o "Dios lo necesitaba en su reino." Esa última era la que más ponía a pensar a Jamie, en especial ahora que era consciente de la divinidad de Chuck. Para la familia Jamie era quien había llevado mejor el duelo (aparentemente). No obstante, aunque por fuera parecía el mismo joven afable y sonriente, por dentro traía consigo mismo una lucha interna, misma que estaba centrada en un duelo que no hallaba la manera de superar, que lo carcomía, igual que las termitas a la madera. La herida estaba ahí, abierta como el primer día y no era para menos. Habían sido cuatro hermanos. Danny era muy apegado a Erin, después de todo eran los mayores. Por otro lado, Joe tenía un vínculo único con Jamie, uno que solo la muerte logró romper. Cuando él partió Jamie no solo había perdido un hermano, también se había ido un amigo, un confidente, una persona que lo comprendía como nadie, que lo apoyaba, que estaba siempre para él, justo como un buen hermano mayor lo haría. Con eso en cuenta "¿Cómo es que Dios pudo llevárselo? ¿Acaso no sabía el dolor que eso me iba a causar? ¿Cuál es su plan en todo esto?" Por suerte para él, por primera vez en años, conocía a quien de manera directa le podía dar las respuestas. De tal modo que, después de pasar a dejar unas flores al panteón donde reposaban los restos de Joe, se fue directo a un bar que solía ser catalogado como "De policías" más que nada por la afluencia de estas personas en el recinto. Mientras caminaba se hacía a la idea respecto a que tan bueno era tratar el asunto con Chuck, no quería molestarlo pero llevaba tanto tiempo ansiando una respuesta que la posibilidad de esto desvío toda duda naciente. Al adentrarse al local saludó con cortesía al cantinero. El hombre ya de por sí lo ubicaba por ser otro de los hijos del comisionado, razón por la cual siempre le reservaba su mesa favorita en la parte trasera del establecimiento. "Hey ¿Qué hay de nuevo, Jamie? ¿Lo mismo de siempre?" Le preguntó en lo que secaba la barra con el trapo gris que traía colgado al hombro. El oficial al escucharlo le sonrió con una notoria sutileza a la par que asentía.— Sí, por favor, pero esta vez ponme una copa extra ¿Va? Espero compañía esta noche. —No dio más explicación sobre quién llegaría, en especial porque sabía que, tanto a Chuck, como a él, les gustaba la privacidad y porque al ser hijo de una figura pública de alto rango la gente sería capaz de vender "chisme caliente" con tal de obtener algún dinero. Tras dejar la indicación dada se fue a su mesa en el rincón y tomó asiento. Mientras esperaba, sacó del bolsillo de su chamarra negra una pequeña caja que contenía piezas de dominó. Aquel particular juego de mesa era el favorito de Joe y también de Jamie ya que, después de las largas horas patrullando, ambos se ponían al corriente de su día y de sus vidas, entre risas y el "click clak" que generaban las fichas al moverlas. Después de su muerte, el hermano menor no dejó de jugar, aunque ahora lo hacía solo. Muchos le dijeron que eso era imposible en una partida de dominó, más él lo volvió posible, a su manera, pero lo logró. Su método era sencillo pero efectivo: luego de revolver las fichas, separaba las suyas y las que serían de su hermano, posteriormente, tiraba una y luego él mismo podía mover al azar alguna otra pero ahora del montón que le habían tocado simbólicamente a Joe. Le resultaba entretenido, era su medio de canalizar el dolor; habia ocasiones en que incluso el mayor le ganaba sin estar presente, cosa que hacía reír a Jamie momentos antes de quebrarse en un llanto que agradecía solo viera el cantinero. Por eso elegía la mesa del rincón, no quería compasión, no quería que nadie le viera llorar, lo único que deseaba con toda su alma era poder volver a ver a su hermano, poder abrazarlo y decirle todo lo que había pasado desde que se fue del plano terrenal. Y aunque si bien lo volvía a ver en sueños, no era lo mismo, él lo sabía, más que nada porque eran eso, sueños, algo pasajero que terminaba una vez que el reloj empezaba a sonar, una vez que abría los ojos y los volvía a cerrar, pero ahora llenos de lágrimas, rabia y frustración junto con el deseo de poder volver a ese sueño. Más ahora, con Chuck, creía tener un rayo de esperanza en hacer que ese momento de reencuentro se sintiera real y eterno. Pasó un par de horas bebiendo y jugando antes de tomar valor suficiente para lanzar la suplica por línea directa al mismo Dios. Muchos lo buscaban en el silencio, en la oración, en las paredes de un templo sacro, pero Jamie lo tenía al alcance de una llamada telefónica. Sabía que en realidad eso era una mera formalidad, con solo cerrar los ojos e invocarlo él sabría que lo estaba buscando; sin embargo, temiendo que lo juzgaran por hablar solo, sacó su teléfono y marcó el número que Chuck le proporcionó. Esperó los tres tonos correspondientes y justo cuando oyó que descolgaban la bocina habló. — Hola... ¿Chuck? Soy... Soy Reagan, sí, Jamie yo... Tú, bueno, no es relevante... ¡No, en realidad sí lo es! —Traía ya varias copas encima, se notaba, tanto en la incoherencia como en el aliento a alcohol que era capaz de atravesar el otro lado de la línea.— Bueno, olvida eso, olvida todo... Solo quería... Quería verlo, verte a ti ¿Tienes tiempo de venir un momento conmigo? Te diría donde estoy pero tú lo sabes todo... Dios te bendiga, o bueno, te autobendigas, aún no entiendo bien eso. —En cuanto terminó la llamada colgó el teléfono. Se quedó contemplando las fichas sobre la mesa, meditando en sus palabras, en lo que había dicho, en si era el momento, en si era lo correcto, más como dice la sagrada escritura: "Lo hecho, hecho está." Se frotó una mano por el rostro antes de alzar la mano para llamar al cantinero. A sabiendas de que Chuck llegaría en cualquier momento, pidió un café que le ayudara a regular su estado así como un flan pues su hermana le decía que el dulce era también buena opción en esos casos. Así, al tener lo solicitado solo le quedó esperar, tal vez esa noche sería la primera, en muchas, que podría volver a tener a alguien con quien jugar.—
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    || Tantas cosas que me gustaría hacer y tan poco tiempo; he intentado dibujar escenas de lo que ha vivido Irura (fracaso) o comisionarlas (en proceso). Además me gustaría ahondar en su gusto por el canto al escribir canciones, o adaptar algunas que me gusten, lo cual me ha tomado más tiempo del que anticipaba. Esto aunado a cosas que he escrito sobre su familia, que estaré subiendo después. Muchas cosas. pero ante todo quiero y planeo darle más de mi tiempo.
    || Tantas cosas que me gustaría hacer y tan poco tiempo; he intentado dibujar escenas de lo que ha vivido Irura (fracaso) o comisionarlas (en proceso). Además me gustaría ahondar en su gusto por el canto al escribir canciones, o adaptar algunas que me gusten, lo cual me ha tomado más tiempo del que anticipaba. Esto aunado a cosas que he escrito sobre su familia, que estaré subiendo después. Muchas cosas. pero ante todo quiero y planeo darle más de mi tiempo.
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    //Estoy jugando a Where Winds Meed. Y como el rango de personalización es inmenso. He intentado recrear a Kazuo jaja. Le cambiaría el pelo, pero es que aún no avancé en las misiones y no tengo más xD.
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  • *La albina se prepara para la siguiente mision *

    Estoy lista!!! vamos a matar algunos demonios!
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  • —El motociclista llego al lugar con una mision,saber el porque llegaban esos mensajes a su telefono y a su contestadora con el propósito de eliminar a la mafia rusa y cometer homicidios crueles,para cumplir su mision,debera encontrar respuestas de quien sea—
    —El motociclista llego al lugar con una mision,saber el porque llegaban esos mensajes a su telefono y a su contestadora con el propósito de eliminar a la mafia rusa y cometer homicidios crueles,para cumplir su mision,debera encontrar respuestas de quien sea—
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  • 15 a 30 líneas por Semana
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    Criminal Minds
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    Busco a Aaron Hotchner para desarrollar tramas dentro de la UAC. El rol será con la Dra. Ellis Preece (OC), enfocándonos en dinámica profesional, confianza construida, tensión silenciosa y evolución emocional natural. Se aceptan casos, misiones, drama psicológico y desarrollo a largo plazo.
    Busco alguien que conozca lo básico del personaje, tenga buena ortografía y ganas de crear historias con consistencia. Rol en tercera persona, ritmo medio, cero drama fuera del rol.
    Busco a Aaron Hotchner para desarrollar tramas dentro de la UAC. El rol será con la Dra. Ellis Preece (OC), enfocándonos en dinámica profesional, confianza construida, tensión silenciosa y evolución emocional natural. Se aceptan casos, misiones, drama psicológico y desarrollo a largo plazo. Busco alguien que conozca lo básico del personaje, tenga buena ortografía y ganas de crear historias con consistencia. Rol en tercera persona, ritmo medio, cero drama fuera del rol.
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  • *Después del acuerdo fui envuelto durante toda la noche en el interior de una especie de huevo/crisálida rojizo palpitante y emitiendo leves brillos estaba siendo incubado como un polluelo, recibiendo todos mis recuerdos olvidados o más bien abriendo los candados de recuerdos cerrados bajo llave, era como ver una película que nunca termina pero en este caso lo que debería llevar años tendría que ser retransmitido en horas y sin frenos.

    Durante "la película de mi vida" hacia pausas para mí mismo comparando como era mi vida anterior con la nueva que se me dió, compadeciendome... ¿De mi mismo? Todo era muy raro pero de momento debía dejar esas confusiones aún lado y concentrarme para que mi cerebro no explotase de tanta información de golpe.

    Tras las ultimas horas la transmision fue completada... Aquel huevo dejo de palpitar e incluso se apagó poco a poco, todo era silencio hasta que se escuchó como algo se rompía, parte del huevo comenzó a agrietarse cada vez más hasta que un brazo izquierdo salió pudiéndose ver qué la piel era oscura como la noche terminando sus dedos en garras y luego salió el brazo derecho haciendo empuje para sacar la parte superior del cuerpo, de aquel huevo salió otra persona totalmente distinta y que a primera vista no se parecía en nada al hijo del primer hombre... pero si a alguien que conoció en un pasado*

    - ¡He vuelto hijos de puta y vengo para quedarme~ JAJAJAJA!

    *Saliendo por completo me sacudi los restos del cascarón y de aquel líquido rojizo transparente, hice estiramientos haciendo crugir mis huesos y suspiré aliviado*

    - Me encanta estar de vuelta, aunque sea durante un tiempo para ayudar a mi pequeño yo~, y ahora... *Meti mi mano dentro del cuello de mi camisa y saqué parte de un colgante que tenía una pluma dorada* Veamos donde está mi buen amigo Adán...

    *Mirando de reojo a cámara esbozando una amplia sonrisa de dientes afilados* Y calmaros los que esteis viendo esto, no os preocupéis, no soy de los que se aprovechan del metajuego al usar "la cuarta pared"~, voy a seguiros el juego y haremos que esto sea más interesante.
    *Después del acuerdo fui envuelto durante toda la noche en el interior de una especie de huevo/crisálida rojizo palpitante y emitiendo leves brillos estaba siendo incubado como un polluelo, recibiendo todos mis recuerdos olvidados o más bien abriendo los candados de recuerdos cerrados bajo llave, era como ver una película que nunca termina pero en este caso lo que debería llevar años tendría que ser retransmitido en horas y sin frenos. Durante "la película de mi vida" hacia pausas para mí mismo comparando como era mi vida anterior con la nueva que se me dió, compadeciendome... ¿De mi mismo? Todo era muy raro pero de momento debía dejar esas confusiones aún lado y concentrarme para que mi cerebro no explotase de tanta información de golpe. Tras las ultimas horas la transmision fue completada... Aquel huevo dejo de palpitar e incluso se apagó poco a poco, todo era silencio hasta que se escuchó como algo se rompía, parte del huevo comenzó a agrietarse cada vez más hasta que un brazo izquierdo salió pudiéndose ver qué la piel era oscura como la noche terminando sus dedos en garras y luego salió el brazo derecho haciendo empuje para sacar la parte superior del cuerpo, de aquel huevo salió otra persona totalmente distinta y que a primera vista no se parecía en nada al hijo del primer hombre... pero si a alguien que conoció en un pasado* - ¡He vuelto hijos de puta y vengo para quedarme~ JAJAJAJA! *Saliendo por completo me sacudi los restos del cascarón y de aquel líquido rojizo transparente, hice estiramientos haciendo crugir mis huesos y suspiré aliviado* - Me encanta estar de vuelta, aunque sea durante un tiempo para ayudar a mi pequeño yo~, y ahora... *Meti mi mano dentro del cuello de mi camisa y saqué parte de un colgante que tenía una pluma dorada* Veamos donde está mi buen amigo Adán... *Mirando de reojo a cámara esbozando una amplia sonrisa de dientes afilados* Y calmaros los que esteis viendo esto, no os preocupéis, no soy de los que se aprovechan del metajuego al usar "la cuarta pared"~, voy a seguiros el juego y haremos que esto sea más interesante.
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  • *Estaba en una mision cazando a un demonio que se camufla entre personas de una gran boda de una pareja de millonarios, y su compañero le esta explicando tooodo el plan que ya le habian explicado 3 veces antes de nuevo; por lo tanto en su mente solo podia pensar:*

    (—Ya callate a la verga, ya me tienes hasta la madre puto flacucho hijo de puta, ojala y este demonio te clave su cola en el culo y luego te devore la puta cara, porque si eso pasa yo no voy a intervenir porque tu dices ser tan vergas que hasta a mi me ganas, no pinche puto?—)

    *Cuando su compañero termina de explicarle el plan como si estuviera hablando con un niño, todavia tiene el descaro de preguntarle: "entendiste?", a lo que Kendo responde*

    —Si si... Entendi, "GRACIAS QUERIDO COMPAÑERO"...—
    *Estaba en una mision cazando a un demonio que se camufla entre personas de una gran boda de una pareja de millonarios, y su compañero le esta explicando tooodo el plan que ya le habian explicado 3 veces antes de nuevo; por lo tanto en su mente solo podia pensar:* (—Ya callate a la verga, ya me tienes hasta la madre puto flacucho hijo de puta, ojala y este demonio te clave su cola en el culo y luego te devore la puta cara, porque si eso pasa yo no voy a intervenir porque tu dices ser tan vergas que hasta a mi me ganas, no pinche puto?—) *Cuando su compañero termina de explicarle el plan como si estuviera hablando con un niño, todavia tiene el descaro de preguntarle: "entendiste?", a lo que Kendo responde* —Si si... Entendi, "GRACIAS QUERIDO COMPAÑERO"...—
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  • Vaya es una noche tranquila..no hay misiones,nada ..
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