• Ayuda, segunda parte.
    Fandom OC
    Categoría Slice of Life
    El claro del manantial se muestra brumoso y húmedo a causa del derretimiento de la nieve, si bien la temperatura que perdura sigue siendo bastante baja en comparación con las medias primaverales locales.

    Tolek se encuentra recostado en la hierba mojada, la nieve a su alrededor aun no se ha derretido del todo y forma varios manchones blancos. También tiene algo de nieve en las pestañas, sobre el cabello que asoma por los bordes de la capucha y sobre su ropa. Luce relajado, está profundamente dormido, acompañado por aquella manada de lobos que ha hecho costumbre tomarse un respiro de tanto en tanto para echarse una siesta a su alrededor.

    #ElBrujoCojo James Benjamin Blackwood
    El claro del manantial se muestra brumoso y húmedo a causa del derretimiento de la nieve, si bien la temperatura que perdura sigue siendo bastante baja en comparación con las medias primaverales locales. Tolek se encuentra recostado en la hierba mojada, la nieve a su alrededor aun no se ha derretido del todo y forma varios manchones blancos. También tiene algo de nieve en las pestañas, sobre el cabello que asoma por los bordes de la capucha y sobre su ropa. Luce relajado, está profundamente dormido, acompañado por aquella manada de lobos que ha hecho costumbre tomarse un respiro de tanto en tanto para echarse una siesta a su alrededor. #ElBrujoCojo [wendigo]
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  • Mientras la ventisca ha cubierto de un par de metros de nieve el área circundante al claro del manantial donde Tolek yace inconsciente, los animales han comenzando a desplazarse por un par de kilómetros alrededor para evitar las consecuencias del fenómeno helado. Sólo los más fuertes y territoriales se han quedado (además de las criaturas mágicas), como la manada de lobos cuyos integrantes dormitan y descansan echados alrededor del brujo, aprovechando la calma del ojo de la tormenta para recuperar energías.

    En su Siberia natal no había tantos perros callejeros como es usual en otras partes del mundo. La mayoría eran parte de alguno de los pocos hogares capaces de alimentarles y brindarles cobijo, mientras otros eran abandonados y condenados a morir de frío y hambre como consecuencia de la pobreza. Los menos conseguían sobrevivir lo suficiente como para rastrear alguna manada de lobos al interior del bosque, y si eran lo suficientemente aptos, a veces eran aceptados para unirse. Así nacieron los mestizos, que aunque eran más bien escasos, eran más frecuentes de ver rodando por las calles del pueblo como si no acabaran de decidirse si ser parte del bosque o no.

    Tolek se hizo amigo de uno de ellos durante su infancia, un mestizo de pelaje abundante en la zona de la cruz y el cuello, pero corto y denso en el resto del cuerpo, que le daba un aspecto de hiena grisácea de las nieves que solía espantar a la mayoría de la gente. De hecho, este mestizo era reconocido por ser un ladrón descarado y escurridizo capaz de colarse casi sin ser visto en las bodegas de las tiendas para robar comida, en lugar de limitarse a rogar y a gimotear en frente de las fachadas.

    Solían comer y dormir juntos, Tolek siempre le compartía de lo poco que conseguía de comida. El perro-lobo no tenía nombre, Tolek jamás se atrevió a darle uno.

    #ElBrujoCojo
    Mientras la ventisca ha cubierto de un par de metros de nieve el área circundante al claro del manantial donde Tolek yace inconsciente, los animales han comenzando a desplazarse por un par de kilómetros alrededor para evitar las consecuencias del fenómeno helado. Sólo los más fuertes y territoriales se han quedado (además de las criaturas mágicas), como la manada de lobos cuyos integrantes dormitan y descansan echados alrededor del brujo, aprovechando la calma del ojo de la tormenta para recuperar energías. En su Siberia natal no había tantos perros callejeros como es usual en otras partes del mundo. La mayoría eran parte de alguno de los pocos hogares capaces de alimentarles y brindarles cobijo, mientras otros eran abandonados y condenados a morir de frío y hambre como consecuencia de la pobreza. Los menos conseguían sobrevivir lo suficiente como para rastrear alguna manada de lobos al interior del bosque, y si eran lo suficientemente aptos, a veces eran aceptados para unirse. Así nacieron los mestizos, que aunque eran más bien escasos, eran más frecuentes de ver rodando por las calles del pueblo como si no acabaran de decidirse si ser parte del bosque o no. Tolek se hizo amigo de uno de ellos durante su infancia, un mestizo de pelaje abundante en la zona de la cruz y el cuello, pero corto y denso en el resto del cuerpo, que le daba un aspecto de hiena grisácea de las nieves que solía espantar a la mayoría de la gente. De hecho, este mestizo era reconocido por ser un ladrón descarado y escurridizo capaz de colarse casi sin ser visto en las bodegas de las tiendas para robar comida, en lugar de limitarse a rogar y a gimotear en frente de las fachadas. Solían comer y dormir juntos, Tolek siempre le compartía de lo poco que conseguía de comida. El perro-lobo no tenía nombre, Tolek jamás se atrevió a darle uno. #ElBrujoCojo
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  • Me gustan los globos, son hermosos.
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  • En la noche más oscura, cuando la luna apenas se atrevía a asomarse entre las ramas retorcidas, Isaac, se aventuro en "El bosque del niño perdido". Este lugar, envuelto en leyendas y misterios, era un terreno prohibido para los mortales.

    Las hojas crujían bajo sus pies mientras avanzaba, sus ojos rojos brillaban en la penumbra. Fue entonces cuando encontró a una loba wargo, su pelaje plateado desgarrado y su mirada apagada. Junto a ella, cinco pequeños cachorros temblaban de frío y hambre. Isaac sabía que la madre había luchado hasta el último aliento para proteger a sus crías.

    El vampiro se arrodilló junto a la loba y acarició su cabeza. "Descansa en paz", susurró. Luego, miró a los cachorros. Uno de ellos, el más pequeño y débil, apenas respiraba. El rubio extendió su mano y dejó que una gota de su sangre cayera sobre el hocico del cachorro. La criatura tembló y luego se transformó. Su pelaje se volvió oscuro como la noche, sus ojos brillaron con un hambre ancestral y sus colmillos se alargaron. Había nacido un lobo vampiro.

    Los otros cachorros miraron a su hermano con miedo y asombro. Isaac los acarició a todos antes de tomar una decisión. No podía cuidarlos a todos, pero no los abandonaría. Los llevó a las afueras del bosque y los dejó cerca de una granja. "Crecerán fuertes y libres", les prometió. "Y siempre tendrán un lugar en mi corazón".

    Así, el bosque del niño perdido se llenó de aullidos nocturnos, tanto de lobos como de vampiros.

    — Dohaeras, Vhagar! Soves! (Alto Valyrio).

    En la noche más oscura, cuando la luna apenas se atrevía a asomarse entre las ramas retorcidas, Isaac, se aventuro en "El bosque del niño perdido". Este lugar, envuelto en leyendas y misterios, era un terreno prohibido para los mortales. Las hojas crujían bajo sus pies mientras avanzaba, sus ojos rojos brillaban en la penumbra. Fue entonces cuando encontró a una loba wargo, su pelaje plateado desgarrado y su mirada apagada. Junto a ella, cinco pequeños cachorros temblaban de frío y hambre. Isaac sabía que la madre había luchado hasta el último aliento para proteger a sus crías. El vampiro se arrodilló junto a la loba y acarició su cabeza. "Descansa en paz", susurró. Luego, miró a los cachorros. Uno de ellos, el más pequeño y débil, apenas respiraba. El rubio extendió su mano y dejó que una gota de su sangre cayera sobre el hocico del cachorro. La criatura tembló y luego se transformó. Su pelaje se volvió oscuro como la noche, sus ojos brillaron con un hambre ancestral y sus colmillos se alargaron. Había nacido un lobo vampiro. Los otros cachorros miraron a su hermano con miedo y asombro. Isaac los acarició a todos antes de tomar una decisión. No podía cuidarlos a todos, pero no los abandonaría. Los llevó a las afueras del bosque y los dejó cerca de una granja. "Crecerán fuertes y libres", les prometió. "Y siempre tendrán un lugar en mi corazón". Así, el bosque del niño perdido se llenó de aullidos nocturnos, tanto de lobos como de vampiros. — Dohaeras, Vhagar! Soves! (Alto Valyrio).
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  • Me veo tierna y frágil, sin embargo puedo desgarrar miembro por miembro tu cuerpo hasta que no quede nada y alimentar a los lobos. ♡
    Me veo tierna y frágil, sin embargo puedo desgarrar miembro por miembro tu cuerpo hasta que no quede nada y alimentar a los lobos. ♡
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  • Bajo la luz mística de la luna llena, Bipper se transformó en un lobo de pelaje negro como la noche, un ser imponente y poderoso que se movía con gracia y determinación por los bosques en esa noche de transformación. Sus ojos, brillando con un resplandor rojizo, reflejaban la intensidad de su espíritu y la fuerza de su ser.

    Sobre su pelaje oscuro se dibujaban antiguos símbolos rúnicos, marcados con un significado ancestral y un poder insondable. Cada runa parecía pulsar con una energía misteriosa, inscrita en la piel de Bipper como un recordatorio de su conexión con la historia y la magia de los lobos.

    A medida que se adentraba en los bosques en su forma de lobo negro, Bipper se encontraba rodeado de un aura de misterio y poder, una presencia imponente que resonaba con la esencia de un líder nato. Su pelaje brillaba con reflejos plateados bajo la luz de la luna, creando una imagen sobrenatural y majestuosa que lo distinguía como el Gran Alfa.

    Los símbolos rúnicos en su pelaje parecían cobrar vida a medida que se movía, resonando con una antigua sabiduría y un poder ancestral que lo conectaba con los misterios del pasado y las leyendas de los lobos. Cada runa inscrita en su piel contaba una historia perdida en el tiempo, un legado de fuerza y protección que lo guiaba en su camino como el líder de la manada.
    Bajo la luz mística de la luna llena, Bipper se transformó en un lobo de pelaje negro como la noche, un ser imponente y poderoso que se movía con gracia y determinación por los bosques en esa noche de transformación. Sus ojos, brillando con un resplandor rojizo, reflejaban la intensidad de su espíritu y la fuerza de su ser. Sobre su pelaje oscuro se dibujaban antiguos símbolos rúnicos, marcados con un significado ancestral y un poder insondable. Cada runa parecía pulsar con una energía misteriosa, inscrita en la piel de Bipper como un recordatorio de su conexión con la historia y la magia de los lobos. A medida que se adentraba en los bosques en su forma de lobo negro, Bipper se encontraba rodeado de un aura de misterio y poder, una presencia imponente que resonaba con la esencia de un líder nato. Su pelaje brillaba con reflejos plateados bajo la luz de la luna, creando una imagen sobrenatural y majestuosa que lo distinguía como el Gran Alfa. Los símbolos rúnicos en su pelaje parecían cobrar vida a medida que se movía, resonando con una antigua sabiduría y un poder ancestral que lo conectaba con los misterios del pasado y las leyendas de los lobos. Cada runa inscrita en su piel contaba una historia perdida en el tiempo, un legado de fuerza y protección que lo guiaba en su camino como el líder de la manada.
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  • La mañana siguiente a la de la visita de la anciana coincidió con el primer día de vacaciones de verano en la academia.
    En cuanto se levantó, el brujo se encontró con todo un día libre por delante al que sobrevendrían varios más.

    Por lo pronto, sólo pudo perseguir el fantasma de Thomas por la casa. Le vio frente a la cafetera preparando café, mientras él cocinaba el siempre abundante desayuno que el dragón requería y le llegó el recuerdo del aroma de la salsa de frutos rojos y la carne crepitando perezosamente en la sartén.
    Esta mañana, sin embargo, un café amargo sería suficiente, uno que bebió rápidamente frente a la cafetera y sin ceremonias.


    Hacía sólo minutos que el sol había amanecido por completo cuando el brujo inició su caminata por el bosque, decidido a ocuparse en buscar a la criatura que cazó al niño, en su mano una bolsa embrujada para contener el olor sobrenatural de la prenda de la víctima.

    — Pero dejó un rastro —opina Lester, desde lo alto.

    El ave ayuda sobrevolando los alrededores y se comunica con él de forma mental.

    — Es cierto, aunque pudo haber sido un accidente —debate el brujo.

    — Los osos dejan restos y no por accidente, sino porque no les importa.

    — Lo que buscamos no es un oso —asegura, con dificultad al pasar por encima de un tronco caído—. Mira, aquí tenemos leña —comenta.

    Mientras el brujo y el ave discuten acerca de la posible inteligencia de la criatura que buscan, el bosque que les rodea se muestra en paz, las aves se comunican alegremente y el viento mece las copas de los árboles.
    Allí no hay señales de ningún depredador sobrenatural.

    — Esto no está funcionando —dice el brujo, deteniéndose para echar un vistazo alrededor—. Esta zona no ha visto cacerías extrañas.

    Lester se aleja un poco más dejando escapar algunos gritos que silencian a las aves cercanas, aunque sólo por un instante, pues pronto, el coro se reanuda.

    — Buena idea, Lester. Cuéntame qué dicen los pajaritos... —murmura el brujo.

    Alrededor de quince minutos más tarde, Lester trae las nuevas noticias y se las comunica a su amo tras posársele en el hombro.

    — Unas golondrinas dicen que tuvieron que abandonar su nido por la peste que asfixió a sus polluelos y unos cuervos salvajes dicen que un par de lobos han visto a una bestia cazadora apestosa en el valle —explica, dejando implícita la conexión entre los sucesos—, parece que la zona que busca está más al sur, cerca del cementerio del pueblo, amo.

    — Vaya, qué apropiado —responde el brujo, sin ganas.

    A pie, a través del bosque y sus obstáculos, Tolek y Lester cubren tanta extensión de terreno como les es posible desde la cabaña del lago hacia el cementerio del pueblo, manteniéndose a buena distancia de la urbe y al interior del bosque. Así, ya es bien pasado el atardecer cuando llegan más o menos cerca del cementerio y comprueban que, efectivamente, la energía en la zona se siente diferente. El silencio es aplastante, ni siquiera las hojas se sacuden, no hay ni la menor brisa.

    De pronto, Tolek puede oír una vez más la psicofonía del llanto del niño atacado y sabe que no se trata de una alucinación, sino de la esencia del Liche corriendo por sus venas.

    — Es aquí —declara.

    Lester se posa en una rama cercana a la que da un par de picotazos.

    — Este árbol está muerto —asegura el cuervo—. Aunque parece bien vivo.

    Las señales son claras, pero la visión no. El brujo es presa de ese momento del día en que el atardecer va dando paso al anochecer, cuando la luz del sol es insuficiente y la de la luna aún no llega, ese momento crepuscular cuando las linternas son inútiles pues aún no está demasiado oscuro para iluminar las sombras, pero tampoco está lo suficientemente claro como para ver a simple vista.

    En invierno, este es el momento más peligroso del día, incluso más peligroso que la noche misma.

    — Lester, ¿Puedes sentir algo?

    El ave grazna una sola vez y su voz hace eco en las inmediaciones.

    — Nada cerca, amo —responde.

    Pero el brujo sigue intranquilo, su intuición le dice que algo no anda bien, que algo les vigila.

    Y sólo un momento después, una voz familiar rompe el sepulcral silencio.

    — ¿Tolek? —Clama.

    Es la voz de Thomas.

    Tolek siente una punzada que le atraviesa de lado a lado y le paraliza por un instante. Mientras tanto, Lester luce igual de contrariado, pero menos afectado.

    — ¿Amo? ¿Qué fue eso? —Pregunta el ave, que también ha sido capaz de oír aquella voz.

    — Ese... —responde el brujo, entrecortadamente—, ese no es Thomas.

    #ElBrujoCojo #Wendigo James Benjamin Blackwood
    La mañana siguiente a la de la visita de la anciana coincidió con el primer día de vacaciones de verano en la academia. En cuanto se levantó, el brujo se encontró con todo un día libre por delante al que sobrevendrían varios más. Por lo pronto, sólo pudo perseguir el fantasma de Thomas por la casa. Le vio frente a la cafetera preparando café, mientras él cocinaba el siempre abundante desayuno que el dragón requería y le llegó el recuerdo del aroma de la salsa de frutos rojos y la carne crepitando perezosamente en la sartén. Esta mañana, sin embargo, un café amargo sería suficiente, uno que bebió rápidamente frente a la cafetera y sin ceremonias. Hacía sólo minutos que el sol había amanecido por completo cuando el brujo inició su caminata por el bosque, decidido a ocuparse en buscar a la criatura que cazó al niño, en su mano una bolsa embrujada para contener el olor sobrenatural de la prenda de la víctima. — Pero dejó un rastro —opina Lester, desde lo alto. El ave ayuda sobrevolando los alrededores y se comunica con él de forma mental. — Es cierto, aunque pudo haber sido un accidente —debate el brujo. — Los osos dejan restos y no por accidente, sino porque no les importa. — Lo que buscamos no es un oso —asegura, con dificultad al pasar por encima de un tronco caído—. Mira, aquí tenemos leña —comenta. Mientras el brujo y el ave discuten acerca de la posible inteligencia de la criatura que buscan, el bosque que les rodea se muestra en paz, las aves se comunican alegremente y el viento mece las copas de los árboles. Allí no hay señales de ningún depredador sobrenatural. — Esto no está funcionando —dice el brujo, deteniéndose para echar un vistazo alrededor—. Esta zona no ha visto cacerías extrañas. Lester se aleja un poco más dejando escapar algunos gritos que silencian a las aves cercanas, aunque sólo por un instante, pues pronto, el coro se reanuda. — Buena idea, Lester. Cuéntame qué dicen los pajaritos... —murmura el brujo. Alrededor de quince minutos más tarde, Lester trae las nuevas noticias y se las comunica a su amo tras posársele en el hombro. — Unas golondrinas dicen que tuvieron que abandonar su nido por la peste que asfixió a sus polluelos y unos cuervos salvajes dicen que un par de lobos han visto a una bestia cazadora apestosa en el valle —explica, dejando implícita la conexión entre los sucesos—, parece que la zona que busca está más al sur, cerca del cementerio del pueblo, amo. — Vaya, qué apropiado —responde el brujo, sin ganas. A pie, a través del bosque y sus obstáculos, Tolek y Lester cubren tanta extensión de terreno como les es posible desde la cabaña del lago hacia el cementerio del pueblo, manteniéndose a buena distancia de la urbe y al interior del bosque. Así, ya es bien pasado el atardecer cuando llegan más o menos cerca del cementerio y comprueban que, efectivamente, la energía en la zona se siente diferente. El silencio es aplastante, ni siquiera las hojas se sacuden, no hay ni la menor brisa. De pronto, Tolek puede oír una vez más la psicofonía del llanto del niño atacado y sabe que no se trata de una alucinación, sino de la esencia del Liche corriendo por sus venas. — Es aquí —declara. Lester se posa en una rama cercana a la que da un par de picotazos. — Este árbol está muerto —asegura el cuervo—. Aunque parece bien vivo. Las señales son claras, pero la visión no. El brujo es presa de ese momento del día en que el atardecer va dando paso al anochecer, cuando la luz del sol es insuficiente y la de la luna aún no llega, ese momento crepuscular cuando las linternas son inútiles pues aún no está demasiado oscuro para iluminar las sombras, pero tampoco está lo suficientemente claro como para ver a simple vista. En invierno, este es el momento más peligroso del día, incluso más peligroso que la noche misma. — Lester, ¿Puedes sentir algo? El ave grazna una sola vez y su voz hace eco en las inmediaciones. — Nada cerca, amo —responde. Pero el brujo sigue intranquilo, su intuición le dice que algo no anda bien, que algo les vigila. Y sólo un momento después, una voz familiar rompe el sepulcral silencio. — ¿Tolek? —Clama. Es la voz de Thomas. Tolek siente una punzada que le atraviesa de lado a lado y le paraliza por un instante. Mientras tanto, Lester luce igual de contrariado, pero menos afectado. — ¿Amo? ¿Qué fue eso? —Pregunta el ave, que también ha sido capaz de oír aquella voz. — Ese... —responde el brujo, entrecortadamente—, ese no es Thomas. #ElBrujoCojo #Wendigo [Wendigo]
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  • La cachorra se había topado con uno de los amigos de Eraster en el patio trasero, se lo quedó mirando con su estrategia de si no me muevo no me vé, pero este se la quedó mirando extrañado por su apariencia, ya que los lobos de este mundo alterno no son ni serca de ser como ella..

    ???: que se supone que eres tú? No ví nada igual en mi vida, ven aquí sabrosura..

    *La levanta agarrándola del lomo*

    — :<

    ???: voy a llevarte con los demás para haber que hacemos contigo, seguramente vamos hacer un rico estofado de lobo jaja

    La cachorra se había topado con uno de los amigos de Eraster en el patio trasero, se lo quedó mirando con su estrategia de si no me muevo no me vé, pero este se la quedó mirando extrañado por su apariencia, ya que los lobos de este mundo alterno no son ni serca de ser como ella.. ???: que se supone que eres tú? No ví nada igual en mi vida, ven aquí sabrosura.. *La levanta agarrándola del lomo* — :< ???: voy a llevarte con los demás para haber que hacemos contigo, seguramente vamos hacer un rico estofado de lobo jaja — :STK-53:
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  • Cuentos de hadas
    Fandom Kuroshitsuji/Black Butler
    Categoría Anime / Mangas
    Hoy era un día excepcional. Sus padres se encontraban en la mansión y todo indicaba que permanecerían allí por unas semanas. Junior procuraba mantenerse indiferente, evitando ilusionarse con la posibilidad de realizar actividades típicas de una familia común, como salir a disfrutar del hermoso día en un picnic bajo los árboles de roble circundantes o simplemente tomar juntos el té de la tarde en el quiosco del jardín.
    Sin embargo, dadas las circunstancias, no parecía que sus padres tuvieran intención de hacer algo similar. En primer lugar, ¿eran una familia normal?
    Desde luego que no. Tanto la familia Phantomhive como la familia Grey eran nobles que servían a la corona británica, la mayor parte del tiempo estaban ocupados. Eran contados los días en los que podían recordar la existencia de Junior.
    A veces pensaba que estaba siendo demasiado dramático y poco comprensivo con sus padres, pero luego recordaba que por años le habían mentido sobre su identidad. Cabía la posibilidad de que nunca hubieran querido tenerlo como hijo, más allá de ocultarlo por su inexplicable y escandaloso nacimiento.
    Junior decidió dejar de pensar en ello mientras bebía un sorbo de té Earl Grey, era muy temprano paran sucumbir al victimismo.
    El día estaba soleado, una cálida brisa entraba por la ventana entreabierta de la biblioteca y traía consigo el aroma de las flores de gardenia, las favoritas de su madre.
    Últimamente, Junior se encontraba muy aburrido, por lo que comenzó a investigar un asunto poco convencional y algo infantil: la existencia de seres sobrenaturales.
    Desde fantasmas, banshes, demonios, hadas e incluso hombres lobos y vampiros.
    Todavía no había terminado de informarse, y ahora estaba simplemente relajándose, encontrándose leyendo la obra de William Shakespeare, 'sueño de una noche de verano', relacionada de algún modo con su tema de investigación.
    —¿Alguna de estas criaturas ha existido, o existe realmente? —murmuró para sí.
    Hoy era un día excepcional. Sus padres se encontraban en la mansión y todo indicaba que permanecerían allí por unas semanas. Junior procuraba mantenerse indiferente, evitando ilusionarse con la posibilidad de realizar actividades típicas de una familia común, como salir a disfrutar del hermoso día en un picnic bajo los árboles de roble circundantes o simplemente tomar juntos el té de la tarde en el quiosco del jardín. Sin embargo, dadas las circunstancias, no parecía que sus padres tuvieran intención de hacer algo similar. En primer lugar, ¿eran una familia normal? Desde luego que no. Tanto la familia Phantomhive como la familia Grey eran nobles que servían a la corona británica, la mayor parte del tiempo estaban ocupados. Eran contados los días en los que podían recordar la existencia de Junior. A veces pensaba que estaba siendo demasiado dramático y poco comprensivo con sus padres, pero luego recordaba que por años le habían mentido sobre su identidad. Cabía la posibilidad de que nunca hubieran querido tenerlo como hijo, más allá de ocultarlo por su inexplicable y escandaloso nacimiento. Junior decidió dejar de pensar en ello mientras bebía un sorbo de té Earl Grey, era muy temprano paran sucumbir al victimismo. El día estaba soleado, una cálida brisa entraba por la ventana entreabierta de la biblioteca y traía consigo el aroma de las flores de gardenia, las favoritas de su madre. Últimamente, Junior se encontraba muy aburrido, por lo que comenzó a investigar un asunto poco convencional y algo infantil: la existencia de seres sobrenaturales. Desde fantasmas, banshes, demonios, hadas e incluso hombres lobos y vampiros. Todavía no había terminado de informarse, y ahora estaba simplemente relajándose, encontrándose leyendo la obra de William Shakespeare, 'sueño de una noche de verano', relacionada de algún modo con su tema de investigación. —¿Alguna de estas criaturas ha existido, o existe realmente? —murmuró para sí.
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  • El lobo alfa
    Fandom cualquiera
    Categoría Romance
    ¡Hola a todos! Estoy emocionado de presentarles un nuevo rol a. Por favor, lean la historia fijada en mi perfil para comprender mejor el trasfondo//

    Un susurro en el viento, una leyenda antigua grabada en runas misteriosas. En tiempos actuales, uno de estos seres legendarios camina entre nosotros, sin saber el destino que lleva dentro. En medio de la confusión y los desafíos del día a día, hay quienes comienzan a notar signos extraños, pistas de un poder oculto.

    Nuestro protagonista, conocido simplemente como "El Gran Alfa", ha vivido su vida sin conocer la verdadera magnitud de su destino. Sin embargo, recientemente, una runa ancestral ha comenzado a manifestarse en su piel cuando se emociona demasiado, se pone nervioso o se enoja. Esta marca, invisible para la mayoría, ha sido reconocida por una mujer lobo o bruja, una sabia conocedora de antiguas profecías.

    Este observador(tu personaje) , con un conocimiento profundo de las leyendas y una comprensión clara de los peligros que se avecinan, decide tomar al Gran Alfa bajo su protección. Su objetivo es ayudarlo a comprender y dominar su naturaleza lobuna, sin revelar aún la totalidad de la leyenda que rodea su existencia.

    Así comienza nuestra historia. Si estás interesado en unirte a esta fascinante trama llena de misterio, transformación y destino, envíame un mensaje

    //requisitos:

    Ser Mujer loba/Bruja (la leyenda es solo de lobos no tendria sentido que cualquier random supiera, almenos que me expliques como sabe de la leyenda)
    SOLO Mujeres , no hago yaoi sorry
    ¡Hola a todos! Estoy emocionado de presentarles un nuevo rol a. Por favor, lean la historia fijada en mi perfil para comprender mejor el trasfondo// Un susurro en el viento, una leyenda antigua grabada en runas misteriosas. En tiempos actuales, uno de estos seres legendarios camina entre nosotros, sin saber el destino que lleva dentro. En medio de la confusión y los desafíos del día a día, hay quienes comienzan a notar signos extraños, pistas de un poder oculto. Nuestro protagonista, conocido simplemente como "El Gran Alfa", ha vivido su vida sin conocer la verdadera magnitud de su destino. Sin embargo, recientemente, una runa ancestral ha comenzado a manifestarse en su piel cuando se emociona demasiado, se pone nervioso o se enoja. Esta marca, invisible para la mayoría, ha sido reconocida por una mujer lobo o bruja, una sabia conocedora de antiguas profecías. Este observador(tu personaje) , con un conocimiento profundo de las leyendas y una comprensión clara de los peligros que se avecinan, decide tomar al Gran Alfa bajo su protección. Su objetivo es ayudarlo a comprender y dominar su naturaleza lobuna, sin revelar aún la totalidad de la leyenda que rodea su existencia. Así comienza nuestra historia. Si estás interesado en unirte a esta fascinante trama llena de misterio, transformación y destino, envíame un mensaje //requisitos: Ser Mujer loba/Bruja (la leyenda es solo de lobos no tendria sentido que cualquier random supiera, almenos que me expliques como sabe de la leyenda) SOLO Mujeres , no hago yaoi sorry
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