• CEREN BAŠAR

    En generɑl, los hombres juzgɑn mɑ́s por los ojos que por lɑ inteligenciɑ, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven
    CEREN BAŠAR En generɑl, los hombres juzgɑn mɑ́s por los ojos que por lɑ inteligenciɑ, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven
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  • La nieve cae lenta, el espacio contiene el aliento, no hay viento ni brisa en este amanecer.

    Entre las lápidas cubiertas de escarcha, avanza en silencio, envuelto en un abrigo remendado que apenas contiene el frío. Más grande que muchos hombres, más pesado y fuerte que cualquiera de ellos. Sus huellas son profundas, disparejas, pesadas y lentas.

    𝘌𝘭 𝘣𝘰𝘴𝘲𝘶𝘦 𝘺𝘢 𝘯𝘰 𝘦𝘹𝘪𝘴𝘵𝘦.

    Allí donde antes anidaban aves y corrían arroyos, ahora se alzan columnas de humo y ladrillo. Las bestias han huido; los hombres, en cambio, se multiplican como gusanos enfermos que devoran todo lo bello de esta tierra.

    Y el Monstruo, si es que merece este nombre más que los otros, encontró refugio entre los muertos.

    Los muertos, al menos, no gritan.
    No insultan.
    No disparan.
    No lastiman.

    Al llegar al centro de la parcela, se encuentra con ella tal y como en cada amanecer desde que llegó al cementerio; un ángel de mármol, alas extendidas, mirada perdida, cubierto por una fina capa de escarcha blanca, mil diamantes que no hacen justicia a la belleza de la talla.

    El rostro es sereno, con los labios entreabiertos como si aún susurrara una plegaria, como si la piedra orara con amor.
    Él se queda mirándola hasta que la neblina del alba empieza a teñirse de rosa.

    ▬▬▬ 𝙴𝚛𝚎𝚜 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚘𝚜𝚊… ▬▬▬murmura, la voz ronca suena temerosa de romper el silencio▬▬▬ 𝚃𝚊𝚗 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚊… 𝚚𝚞𝚎 𝚍𝚞𝚎𝚕𝚎... 𝚖𝚒𝚛𝚊𝚛𝚝𝚎...

    Tiende una mano, sus largos dedos tiemblan y las yemas rozan el mármol helado como mil noches anhelo tocar la tibia piel de una mujer.
    Por un instante, el frío le parece calor.
    Por un instante, cree que aquel ángel lo ve.

    ▬▬▬ 𝚂𝚒 𝚕𝚘𝚜 𝚑𝚘𝚖𝚋𝚛𝚎𝚜 𝚝𝚒𝚎𝚗𝚎𝚗 𝚊𝚕𝚖𝚊𝚜… ▬▬▬susurra▬▬▬, 𝚚𝚞𝚒𝚣á𝚜 𝚝ú 𝚐𝚞𝚊𝚛𝚍𝚎𝚜 𝚕𝚊 𝚖í𝚊... 𝙻𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚖𝚒 𝚌𝚛𝚎𝚊𝚍𝚘𝚛 𝚘𝚕𝚟𝚒𝚍ó 𝚍𝚊𝚛𝚖𝚎.

    Un repentino soplo de viento le arrebata la capucha y la nieve arde sobre su piel.
    Entre los cristales de hielo, un hilo de luz acaricia la estatua.
    El ángel sigue orando.

    Él sonríe, apenas, con una ternura imposible en un rostro tan remendado.

    ▬▬▬ 𝚂𝚒 𝚙𝚞𝚍𝚒𝚎𝚛𝚊 𝚜𝚘ñ𝚊𝚛… 𝚜𝚘ñ𝚊𝚛í𝚊 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚒𝚐𝚘... ¿𝙲𝚘𝚗 𝚚𝚞é 𝚜𝚞𝚎ñ𝚊𝚗 𝚕𝚘𝚜 á𝚗𝚐𝚎𝚕𝚎𝚜... 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚌𝚒𝚎𝚕𝚘?
    La nieve cae lenta, el espacio contiene el aliento, no hay viento ni brisa en este amanecer. Entre las lápidas cubiertas de escarcha, avanza en silencio, envuelto en un abrigo remendado que apenas contiene el frío. Más grande que muchos hombres, más pesado y fuerte que cualquiera de ellos. Sus huellas son profundas, disparejas, pesadas y lentas. 𝘌𝘭 𝘣𝘰𝘴𝘲𝘶𝘦 𝘺𝘢 𝘯𝘰 𝘦𝘹𝘪𝘴𝘵𝘦. Allí donde antes anidaban aves y corrían arroyos, ahora se alzan columnas de humo y ladrillo. Las bestias han huido; los hombres, en cambio, se multiplican como gusanos enfermos que devoran todo lo bello de esta tierra. Y el Monstruo, si es que merece este nombre más que los otros, encontró refugio entre los muertos. Los muertos, al menos, no gritan. No insultan. No disparan. No lastiman. Al llegar al centro de la parcela, se encuentra con ella tal y como en cada amanecer desde que llegó al cementerio; un ángel de mármol, alas extendidas, mirada perdida, cubierto por una fina capa de escarcha blanca, mil diamantes que no hacen justicia a la belleza de la talla. El rostro es sereno, con los labios entreabiertos como si aún susurrara una plegaria, como si la piedra orara con amor. Él se queda mirándola hasta que la neblina del alba empieza a teñirse de rosa. ▬▬▬ 𝙴𝚛𝚎𝚜 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚘𝚜𝚊… ▬▬▬murmura, la voz ronca suena temerosa de romper el silencio▬▬▬ 𝚃𝚊𝚗 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚊… 𝚚𝚞𝚎 𝚍𝚞𝚎𝚕𝚎... 𝚖𝚒𝚛𝚊𝚛𝚝𝚎... Tiende una mano, sus largos dedos tiemblan y las yemas rozan el mármol helado como mil noches anhelo tocar la tibia piel de una mujer. Por un instante, el frío le parece calor. Por un instante, cree que aquel ángel lo ve. ▬▬▬ 𝚂𝚒 𝚕𝚘𝚜 𝚑𝚘𝚖𝚋𝚛𝚎𝚜 𝚝𝚒𝚎𝚗𝚎𝚗 𝚊𝚕𝚖𝚊𝚜… ▬▬▬susurra▬▬▬, 𝚚𝚞𝚒𝚣á𝚜 𝚝ú 𝚐𝚞𝚊𝚛𝚍𝚎𝚜 𝚕𝚊 𝚖í𝚊... 𝙻𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚖𝚒 𝚌𝚛𝚎𝚊𝚍𝚘𝚛 𝚘𝚕𝚟𝚒𝚍ó 𝚍𝚊𝚛𝚖𝚎. Un repentino soplo de viento le arrebata la capucha y la nieve arde sobre su piel. Entre los cristales de hielo, un hilo de luz acaricia la estatua. El ángel sigue orando. Él sonríe, apenas, con una ternura imposible en un rostro tan remendado. ▬▬▬ 𝚂𝚒 𝚙𝚞𝚍𝚒𝚎𝚛𝚊 𝚜𝚘ñ𝚊𝚛… 𝚜𝚘ñ𝚊𝚛í𝚊 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚒𝚐𝚘... ¿𝙲𝚘𝚗 𝚚𝚞é 𝚜𝚞𝚎ñ𝚊𝚗 𝚕𝚘𝚜 á𝚗𝚐𝚎𝚕𝚎𝚜... 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚌𝚒𝚎𝚕𝚘?
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  • De nuevo estoy en el bar de siempre, tomando un Johnnie Walker como de costumbre y fumándome un habano. Cada vez que vengo tienen mi sitio reservado, una mesa pequeña apartada al fondo del lugar, con un par de asientos de sillón de cuero, bastante cómodos he de decir.

    Solo vengo después de haber cerrado un acuerdo del que no estoy del todo satisfecho, y asi ha sido esta vez, aunque obviamente con todos mis acuerdos gano, solo que me hubiese gustado otras condiciones para este.

    Mis hombres me esperan tomando algo en otra mesa, porque este momento es solo mio. A veces disfruto de mi soledad, siempre con un buen whisky y un habano en mano, mis grandes vicios.
    De nuevo estoy en el bar de siempre, tomando un Johnnie Walker como de costumbre y fumándome un habano. Cada vez que vengo tienen mi sitio reservado, una mesa pequeña apartada al fondo del lugar, con un par de asientos de sillón de cuero, bastante cómodos he de decir. Solo vengo después de haber cerrado un acuerdo del que no estoy del todo satisfecho, y asi ha sido esta vez, aunque obviamente con todos mis acuerdos gano, solo que me hubiese gustado otras condiciones para este. Mis hombres me esperan tomando algo en otra mesa, porque este momento es solo mio. A veces disfruto de mi soledad, siempre con un buen whisky y un habano en mano, mis grandes vicios.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    《Ps se me esperan mis dos hombresotes porqué ando trabajando y ahorita no los puedo atender hasta más tarde》
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  • Mi concepto cambió completamente cuando me di cuenta que las mujeres, para algunos hombres sólo somos objeto de consumo, nuestra mera existencia se reduce a ser fetichizadas y en cuanto no se les da lo que quiere, simplemente se van en busca de alguien más que si lo haga y en el peor de los casos te insultan. Yo no soy ninguna clase de fetiche andante.

    ¿Y los monstruos son los demonios o los vampiros como yo? Ojalá empezaran a ver a las personas como lo que son, personas, no como un consumible, que si te da o no lo que necesitas es totalmente descartable. De verdad, me asquea como se encuentra la sociedad y como siempre ha sido.
    Mi concepto cambió completamente cuando me di cuenta que las mujeres, para algunos hombres sólo somos objeto de consumo, nuestra mera existencia se reduce a ser fetichizadas y en cuanto no se les da lo que quiere, simplemente se van en busca de alguien más que si lo haga y en el peor de los casos te insultan. Yo no soy ninguna clase de fetiche andante. ¿Y los monstruos son los demonios o los vampiros como yo? Ojalá empezaran a ver a las personas como lo que son, personas, no como un consumible, que si te da o no lo que necesitas es totalmente descartable. De verdad, me asquea como se encuentra la sociedad y como siempre ha sido.
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  • — Bueno... ya ha llegado el momento de actuar. ¡Cásate conmigo, Master! TE LO RUEGO, las dos sabemos que no resultaría, a ti te gustan los hombres y a mí la comida deliciosa, pero Gil no deja de decirme cosas extrañas. ¡No permitas que me lleve! Tu rey te necesita. [!?]
    — Bueno... ya ha llegado el momento de actuar. ¡Cásate conmigo, Master! TE LO RUEGO, las dos sabemos que no resultaría, a ti te gustan los hombres y a mí la comida deliciosa, pero Gil no deja de decirme cosas extrañas. ¡No permitas que me lleve! Tu rey te necesita. [!?]
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  • El Comienzo de Tarzán

    La selva no olvida.
    Entre el rugido de los ríos y el canto perpetuo de las cigarras, la jungla guarda los ecos de una historia que nació entre raíces y sangre.

    Tarzán vino al mundo en el corazón verde de África, allí donde el sol apenas toca el suelo y los árboles se alzan como columnas que sostienen el cielo. Su primer llanto no fue escuchado por los hombres, sino por los gorilas, los monos y las aves que custodiaban la espesura. La madre, débil por la travesía, apenas tuvo fuerzas para abrazarlo una vez antes de que la selva reclamara su vida. El padre, un hombre civilizado, luchó contra la locura del aislamiento, contra la humedad y la fiebre… pero la selva siempre gana.

    Cuando los cuerpos quedaron inertes en aquella cabaña improvisada, el destino se detuvo un instante. De entre la niebla apareció una sombra: una hembra de gorila, de ojos tristes y corazón roto por la pérdida de su propia cría. Se acercó al pequeño humano, lo olfateó con curiosidad, con dolor… y decidió que sería suyo.
    Así, la selva le dio un nuevo nombre: Tarzán —el hijo de la selva, el que no pertenece ni al cielo ni a la tierra de los hombres.

    Creció entre rugidos y golpes de pecho, aprendiendo a correr con los simios, a escuchar lo que el viento decía, a distinguir el lenguaje de cada criatura. Su cuerpo se volvió fuerte, rápido, flexible; su mente, curiosa y salvaje. No conocía la vergüenza, ni el miedo, ni la palabra “imposible”.
    La selva era su madre, los árboles su hogar, el aire su voz. Y aunque aún no lo sabía, su destino aguardaba más allá de las lianas: en los ojos de una mujer que un día cambiaría todo su mundo.

    Pero antes de conocerla, Tarzán fue solo un nombre susurrado entre las ramas, una sombra que los cazadores temían, una leyenda con alma de hombre y corazón de bestia.
    El Comienzo de Tarzán La selva no olvida. Entre el rugido de los ríos y el canto perpetuo de las cigarras, la jungla guarda los ecos de una historia que nació entre raíces y sangre. Tarzán vino al mundo en el corazón verde de África, allí donde el sol apenas toca el suelo y los árboles se alzan como columnas que sostienen el cielo. Su primer llanto no fue escuchado por los hombres, sino por los gorilas, los monos y las aves que custodiaban la espesura. La madre, débil por la travesía, apenas tuvo fuerzas para abrazarlo una vez antes de que la selva reclamara su vida. El padre, un hombre civilizado, luchó contra la locura del aislamiento, contra la humedad y la fiebre… pero la selva siempre gana. Cuando los cuerpos quedaron inertes en aquella cabaña improvisada, el destino se detuvo un instante. De entre la niebla apareció una sombra: una hembra de gorila, de ojos tristes y corazón roto por la pérdida de su propia cría. Se acercó al pequeño humano, lo olfateó con curiosidad, con dolor… y decidió que sería suyo. Así, la selva le dio un nuevo nombre: Tarzán —el hijo de la selva, el que no pertenece ni al cielo ni a la tierra de los hombres. Creció entre rugidos y golpes de pecho, aprendiendo a correr con los simios, a escuchar lo que el viento decía, a distinguir el lenguaje de cada criatura. Su cuerpo se volvió fuerte, rápido, flexible; su mente, curiosa y salvaje. No conocía la vergüenza, ni el miedo, ni la palabra “imposible”. La selva era su madre, los árboles su hogar, el aire su voz. Y aunque aún no lo sabía, su destino aguardaba más allá de las lianas: en los ojos de una mujer que un día cambiaría todo su mundo. Pero antes de conocerla, Tarzán fue solo un nombre susurrado entre las ramas, una sombra que los cazadores temían, una leyenda con alma de hombre y corazón de bestia.
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  • Comenzó de un día a otro. Primero desaparecían hombres una vez cada semana, hombres por lo general jóvenes, aunque también hubo excepciones. Poco después, empezaron a ser dos víctimas cada semana, luego tres, cuatro....

    El número iba en aumento, aunque por ciertos periodos las desapariciones parecían detenerse. Porque eran eso. Jamás lograban encontrar los cuerpos, ni sus pertenencias.

    Hasta una noche en particular. Se encontró un cuerpo en un callejón, un hombre que tenía el rostro desfigurado por lonque fue imposible hacer un reconocimiento inicial sin pruebas de adn. Luego se encontraron varias moriddas en el cuerpo. Mordidas de, según expertos, algún animal ya que eran obvias las marcas de dientes afilados y la manera en que destrozaron la carne y piel. No solo eso, el cuerpo estaba completamente helado, lo que no tenía sentido porque al encontrarlo la sangre aún brotaba sin coagular.

    Ahí mismo empezaron los rumores.

    —"Te das cuenta cuando te toca, se escucha una voz, cantando, y se va acercando a ti hasta que es demasiado tarde."

    —"Mira entre las sombras, ojos que brillan, el diablo mirándote directamete al alma."

    —"Todo comenzó con la llegada de alguien en particular."

    Y ese alguien en particular era Solene. Se veía como una joven tranquila, llamativa por sus cabellos y forma de vestir tan colorida, pero la mayoría creían que era una chica cualquiera. Después de todo, aunque intentaron registrarla, jamás encontraron nada, y tampoco había nada que la conectara directamete con las desapariciones salvo eso, el momento de su llegada y el comienzo de las víctimas.

    Aikaterine Ouro
    Comenzó de un día a otro. Primero desaparecían hombres una vez cada semana, hombres por lo general jóvenes, aunque también hubo excepciones. Poco después, empezaron a ser dos víctimas cada semana, luego tres, cuatro.... El número iba en aumento, aunque por ciertos periodos las desapariciones parecían detenerse. Porque eran eso. Jamás lograban encontrar los cuerpos, ni sus pertenencias. Hasta una noche en particular. Se encontró un cuerpo en un callejón, un hombre que tenía el rostro desfigurado por lonque fue imposible hacer un reconocimiento inicial sin pruebas de adn. Luego se encontraron varias moriddas en el cuerpo. Mordidas de, según expertos, algún animal ya que eran obvias las marcas de dientes afilados y la manera en que destrozaron la carne y piel. No solo eso, el cuerpo estaba completamente helado, lo que no tenía sentido porque al encontrarlo la sangre aún brotaba sin coagular. Ahí mismo empezaron los rumores. —"Te das cuenta cuando te toca, se escucha una voz, cantando, y se va acercando a ti hasta que es demasiado tarde." —"Mira entre las sombras, ojos que brillan, el diablo mirándote directamete al alma." —"Todo comenzó con la llegada de alguien en particular." Y ese alguien en particular era Solene. Se veía como una joven tranquila, llamativa por sus cabellos y forma de vestir tan colorida, pero la mayoría creían que era una chica cualquiera. Después de todo, aunque intentaron registrarla, jamás encontraron nada, y tampoco había nada que la conectara directamete con las desapariciones salvo eso, el momento de su llegada y el comienzo de las víctimas. [Mercenary1x]
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  • Mitsuri vs Daki
    Fandom Kimetsu no Yaiba
    Categoría Anime / Mangas
    Durante varios días se han reportado alrededor de 9 desaparecidos, en una pequeña aldea que queda conectada con un gran bosque en el norte de Okinawa, no se ha sabido nada más de esas personas, se decía que esas personas solían salir durante la noche o incluso de gente que trabajaba hasta muy tarde. El caso es que en la Organización de Cazadores de Demonios han sospechado de que se trate de un Demonio que ha provocado esas desapariciones de humanos. Por lo que el patrón Kagaya Ubuyashiki le asignó esta misión a la Pilar Mitsuri Kanroji, dónde en la oscura noche en el norte de Okinawa debe averiguar qué Demonio está ocasionando esa desapariciones. Por unos instantes, corrió un rumor de que una de las Lunes Superiores por alguna razón el cual se desconoce ha resucitado luego de ser derrotada por un Pilar y otros cazadores más, ¿De quién se tratará?. En una reunión entre los Pilares esperan que tal Luna Superior no haya vuelto con más poder del que ya tenía antes de ser derrotada, ya que a más de un cazador experimentado le ha traído varios inconvenientes enfrentarse a las Lunas Superiores.
    Mitsuri llega a la aldea al mediodía, los aldeanos la saludan y le dan una cálida bienvenida, mientras la investigación se pone en marcha. Mitsuri ha hablado con familiares de los desaparecidos, entre esos desaparecidos se encuentran adultos y jóvenes, cinco hombres y cuatro mujeres, en una franja de edad en dónde la persona más joven desaparecida es de 20 años, y la mayor persona que ha desaparecido tenía 45 años (ambas de género femenino).
    Entonces Mitsuri Kanroji decide hospedarse en una de las casas de la aldea, en un lugar ubicado al este de la misma.
    Una vez llegada la noche, Mitsuri se prepara para patrullar por la zona, sabe que está cerca del Demonio que seguramente está detrás de las desapariciones de los aldeanos, sin embargo, un grito desgarrador y de pánico ha provocado la primera alerta de misión, Mitsuri ya preparada con su katana, sale de la casa dónde se hospedaba, y ve a una mujer gritando desesperadamente:

    — Se acaban de llevar a mi hija! — La mujer en lágrimas y desesperada no supo explicar quien se la llevó pero si supo ver por dónde se la llevaban, señaló el bosque que está casi pegado a la aldea.
    Mitsuri le dijo a la mujer y a los aldeanos que estaban ahí:

    — No se preocupe, yo traeré a su hija devuelta! — Con determinación, Mitsuri se dirigió al bosque armada con su katana decidida a rescatar a esa jóven que fué raptada.
    El bosque de la aldea es un tanto oscuro, por lo que no será fácil para Mitsuri, por lo que debe ser lo más cuidadosa posible, si aquel Demonio se trata de una Luna Superior que ha resucitado, entonces no será una misión fácil para ella sola.
    Durante varios días se han reportado alrededor de 9 desaparecidos, en una pequeña aldea que queda conectada con un gran bosque en el norte de Okinawa, no se ha sabido nada más de esas personas, se decía que esas personas solían salir durante la noche o incluso de gente que trabajaba hasta muy tarde. El caso es que en la Organización de Cazadores de Demonios han sospechado de que se trate de un Demonio que ha provocado esas desapariciones de humanos. Por lo que el patrón Kagaya Ubuyashiki le asignó esta misión a la Pilar Mitsuri Kanroji, dónde en la oscura noche en el norte de Okinawa debe averiguar qué Demonio está ocasionando esa desapariciones. Por unos instantes, corrió un rumor de que una de las Lunes Superiores por alguna razón el cual se desconoce ha resucitado luego de ser derrotada por un Pilar y otros cazadores más, ¿De quién se tratará?. En una reunión entre los Pilares esperan que tal Luna Superior no haya vuelto con más poder del que ya tenía antes de ser derrotada, ya que a más de un cazador experimentado le ha traído varios inconvenientes enfrentarse a las Lunas Superiores. Mitsuri llega a la aldea al mediodía, los aldeanos la saludan y le dan una cálida bienvenida, mientras la investigación se pone en marcha. Mitsuri ha hablado con familiares de los desaparecidos, entre esos desaparecidos se encuentran adultos y jóvenes, cinco hombres y cuatro mujeres, en una franja de edad en dónde la persona más joven desaparecida es de 20 años, y la mayor persona que ha desaparecido tenía 45 años (ambas de género femenino). Entonces Mitsuri Kanroji decide hospedarse en una de las casas de la aldea, en un lugar ubicado al este de la misma. Una vez llegada la noche, Mitsuri se prepara para patrullar por la zona, sabe que está cerca del Demonio que seguramente está detrás de las desapariciones de los aldeanos, sin embargo, un grito desgarrador y de pánico ha provocado la primera alerta de misión, Mitsuri ya preparada con su katana, sale de la casa dónde se hospedaba, y ve a una mujer gritando desesperadamente: — Se acaban de llevar a mi hija! — La mujer en lágrimas y desesperada no supo explicar quien se la llevó pero si supo ver por dónde se la llevaban, señaló el bosque que está casi pegado a la aldea. Mitsuri le dijo a la mujer y a los aldeanos que estaban ahí: — No se preocupe, yo traeré a su hija devuelta! — Con determinación, Mitsuri se dirigió al bosque armada con su katana decidida a rescatar a esa jóven que fué raptada. El bosque de la aldea es un tanto oscuro, por lo que no será fácil para Mitsuri, por lo que debe ser lo más cuidadosa posible, si aquel Demonio se trata de una Luna Superior que ha resucitado, entonces no será una misión fácil para ella sola.
    Tipo
    Grupal
    Líneas
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    Estado
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  • Que agradable dia para pasarlo con alguien especial... mientras tanto yo, jugando mi juego de hombres guapos, jeje... suena muy patetico?
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