• "ꔋ𝘩𝗲 𝘸𝗼𝙧𝗹𝖽 𝗺𝖺𝘆 𝗴𝗼 t𝗼 𝘩𝗲𝗹𝗹 𝖺t 𝖺𝗇𝘆 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗇t, 𝖺𝗇𝖽 𐌉’𝗹𝗹 𝙨t𝗂𝗹𝗹 𝘣𝗲 𝗳𝗼𝖼𝗎𝙨𝗲𝖽 𝗼𝗇 𝗺𝘆 𝗼𝘸𝗇 𝘣𝗎𝙨𝗂𝗇𝗲𝙨𝙨. 𝖠𝗳t𝗲𝙧 𝖺𝗹𝗹, 𝗼t𝘩𝗲𝙧𝙨 𝖼𝖺𝗇 𝖽𝗲𝖺𝗹 𝘸𝗂t𝘩 t𝘩𝗲 𝖼𝗼𝗇𝙨𝗲𝙦𝗎𝗲𝗇𝖼𝗲𝙨, 𝗂t 𝘸𝗼𝗇’t 𝖺𝗳𝗳𝗲𝖼t 𝗺𝗲 𝖺t 𝖺𝗹𝗹."
    "ꔋ𝘩𝗲 𝘸𝗼𝙧𝗹𝖽 𝗺𝖺𝘆 𝗴𝗼 t𝗼 𝘩𝗲𝗹𝗹 𝖺t 𝖺𝗇𝘆 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗇t, 𝖺𝗇𝖽 𐌉’𝗹𝗹 𝙨t𝗂𝗹𝗹 𝘣𝗲 𝗳𝗼𝖼𝗎𝙨𝗲𝖽 𝗼𝗇 𝗺𝘆 𝗼𝘸𝗇 𝘣𝗎𝙨𝗂𝗇𝗲𝙨𝙨. 𝖠𝗳t𝗲𝙧 𝖺𝗹𝗹, 𝗼t𝘩𝗲𝙧𝙨 𝖼𝖺𝗇 𝖽𝗲𝖺𝗹 𝘸𝗂t𝘩 t𝘩𝗲 𝖼𝗼𝗇𝙨𝗲𝙦𝗎𝗲𝗇𝖼𝗲𝙨, 𝗂t 𝘸𝗼𝗇’t 𝖺𝗳𝗳𝗲𝖼t 𝗺𝗲 𝖺t 𝖺𝗹𝗹."
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    𝐈 𝐡𝐨𝐩𝐞 𝐭𝐡𝐚𝐭 𝐰𝐡𝐞𝐧 𝐤𝐚𝐫𝐦𝐚 𝐟𝐮𝐜𝐤𝐬 𝐲𝐨𝐮,
    𝐲𝐨𝐮 𝐬𝐜𝐫𝐞𝐚𝐦 𝐦𝐲 𝐧𝐚𝐦𝐞.
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  • ARCHIVO RECUPERADO: TREN SUBTERRÁNEO, LÍNEA AZUL – SUBNIVEL 6B

    𝖥𝖾𝖼𝗁𝖺 𝖾𝗌𝗍𝗂𝗆𝖺𝖽𝖺: 𝖽𝖾𝗌𝖼𝗈𝗇𝗈𝖼𝗂𝖽𝖺
    𝖮𝗋𝗂𝗀𝖾𝗇: 𝖼á𝗆𝖺𝗋𝖺 𝖽𝖾 𝗌𝖾𝗀𝗎𝗋𝗂𝖽𝖺𝖽 𝖭-𝟦𝟩 / 𝗂𝗇𝗍𝖾𝗋𝗂𝗈𝗋 𝖽𝖾𝗅 𝗏𝖺𝗀ó𝗇 𝟥
    𝖤𝗌𝗍𝖺𝖽𝗈 𝖽𝖾𝗅 𝖺𝗋𝖼𝗁𝗂𝗏𝗈: 𝖽𝖺ñ𝖺𝖽𝗈 𝗉𝖺𝗋𝖼𝗂𝖺𝗅𝗆𝖾𝗇𝗍𝖾
    𝖠𝖽𝗏𝖾𝗋𝗍𝖾𝗇𝖼𝗂𝖺: 𝖼𝗈𝗇𝗍𝖾𝗇𝗂𝖽𝗈 𝖼𝗅𝖺𝗌𝗂𝖿𝗂𝖼𝖺𝖽𝗈

    𝖢ó𝖽𝗂𝗀𝗈: R-O-L--L-I-B-R-E

    [ᴵⁿⁱᶜⁱᵒ ᵈᵉ ᵍʳᵃᵇᵃᶜⁱóⁿ]

    Vagón vacío. Oscuridad total. Sólo se oye un zumbido constante, de origen desconocido.

    [⁰:⁰⁰–⁰:¹⁵]
    La cámara vibra. Algo ha pasado por los rieles sin activar los frenos de emergencia.
    No hay pasajeros.
    Solo sangre seca en el suelo.

    [⁰:¹⁶–⁰:²¹]
    Estática.

    [⁰:²³–⁰:³⁴]
    Se escucha un rasguño persistente bajo el vagón. Como uñas.
    Luego, algo más húmedo…
    …como carne siendo arrastrada.

    [⁰:³⁵]
    Figura femenina al fondo. Pálida.
    De pie, inmóvil.
    El lente no enfoca bien. Los píxeles se distorsionan alrededor de ella.

    ᴬᵘᵈⁱᵒ ᵈⁱˢᵗᵒʳˢⁱᵒⁿᵃᵈᵒ:
    “– Está pasando... De nuevo.”
    🎞️ ARCHIVO RECUPERADO: TREN SUBTERRÁNEO, LÍNEA AZUL – SUBNIVEL 6B 𝖥𝖾𝖼𝗁𝖺 𝖾𝗌𝗍𝗂𝗆𝖺𝖽𝖺: 𝖽𝖾𝗌𝖼𝗈𝗇𝗈𝖼𝗂𝖽𝖺 𝖮𝗋𝗂𝗀𝖾𝗇: 𝖼á𝗆𝖺𝗋𝖺 𝖽𝖾 𝗌𝖾𝗀𝗎𝗋𝗂𝖽𝖺𝖽 𝖭-𝟦𝟩 / 𝗂𝗇𝗍𝖾𝗋𝗂𝗈𝗋 𝖽𝖾𝗅 𝗏𝖺𝗀ó𝗇 𝟥 𝖤𝗌𝗍𝖺𝖽𝗈 𝖽𝖾𝗅 𝖺𝗋𝖼𝗁𝗂𝗏𝗈: 𝖽𝖺ñ𝖺𝖽𝗈 𝗉𝖺𝗋𝖼𝗂𝖺𝗅𝗆𝖾𝗇𝗍𝖾 𝖠𝖽𝗏𝖾𝗋𝗍𝖾𝗇𝖼𝗂𝖺: 𝖼𝗈𝗇𝗍𝖾𝗇𝗂𝖽𝗈 𝖼𝗅𝖺𝗌𝗂𝖿𝗂𝖼𝖺𝖽𝗈 𝖢ó𝖽𝗂𝗀𝗈: R-O-L--L-I-B-R-E 📼 [ᴵⁿⁱᶜⁱᵒ ᵈᵉ ᵍʳᵃᵇᵃᶜⁱóⁿ] 📍 Vagón vacío. Oscuridad total. Sólo se oye un zumbido constante, de origen desconocido. [⁰:⁰⁰–⁰:¹⁵] La cámara vibra. Algo ha pasado por los rieles sin activar los frenos de emergencia. No hay pasajeros. Solo sangre seca en el suelo. [⁰:¹⁶–⁰:²¹] Estática. [⁰:²³–⁰:³⁴] Se escucha un rasguño persistente bajo el vagón. Como uñas. Luego, algo más húmedo… …como carne siendo arrastrada. [⁰:³⁵] Figura femenina al fondo. Pálida. De pie, inmóvil. El lente no enfoca bien. Los píxeles se distorsionan alrededor de ella. ᴬᵘᵈⁱᵒ ᵈⁱˢᵗᵒʳˢⁱᵒⁿᵃᵈᵒ: “– Está pasando... De nuevo.”
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  • ¡HEY, FICROLERS 3D!
    ¡Hoy tenemos una gran llegada de nuevos personajes 3D a la comunidad!

    Denle una cálida bienvenida a...

    ㅤㅤㅤㅤㅤ Francis

    Francis es el tipo que te sirve un latte perfecto con una sonrisa ladeada… y que luego desaparece en la madrugada para volcar su alma en ilustraciones que no muestra a cualquiera. A sus 26 años y con 1,77 de pura actitud, combina la calidez de un barista con la intensidad de un artista. Bisexual, directo y con un aire dominante que no necesita gritarse, es fácil caer en su juego… y mucho más difícil salir ileso. ¿Creías que los corazones solo se rompían en papel? Él te demuestra lo contrario con cada mirada.


    ㅤㅤㅤㅤㅤ 𝕀𝕣𝕖𝕟𝕖 𝔹𝕒𝕪𝕝𝕠𝕣

    Irene Baylor es una joven reservada pero con una fuerza interior que no necesita gritarse. Creció en un orfanato sin conocer sus raíces, y encontró en el arte y la música su refugio y motor. Estudia Bellas Artes mientras compagina varios trabajos para salir adelante: retratista callejera, cantante ocasional y camarera de noche. Sensible, trabajadora y con un pasado envuelto en sombras, Irene aún sueña con descubrir quién es realmente… y hasta dónde puede llegar.



    ¡Bienvenid@s a FicRol! Nos alegra muchísimo teneros por aquí. Esta comunidad está llena de historias por descubrir, personajes con los que conectar y mucho espacio para que desarrolléis los vuestros a vuestro ritmo.


    Yo soy Caroline, vuestra RolSage, algo así como una guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada!


    Antes de lanzaros al rol, os dejo por aquí algunos enlaces útiles que os harán la vida más fácil:


    Normas básicas de la plataforma:
    https://ficrol.com/static/guidelines 


    Guías y miniguías para no perderse:
    https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS 


    Grupo exclusivo para Personajes 3D:
    https://ficrol.com/groups/Personajes3D


    Directorios para encontrar rol y fandoms afines
    Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS  
    Fandoms 3D en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL 


    Consejos para mejorar escritura y narración
    https://ficrol.com/pages/RinconEscritor 


    ¡Estamos deseando ver a vuestros personajes en acción!


    #RolSage3D #Bienvenida3D #NuevosPersonajes3D #ComunidadFicRol
    ✨ ¡HEY, FICROLERS 3D! ✨ ¡Hoy tenemos una gran llegada de nuevos personajes 3D a la comunidad! 🎉 Denle una cálida bienvenida a... ㅤㅤㅤㅤㅤ ✨ [fable_teal_lobster_452] Francis es el tipo que te sirve un latte perfecto con una sonrisa ladeada… y que luego desaparece en la madrugada para volcar su alma en ilustraciones que no muestra a cualquiera. A sus 26 años y con 1,77 de pura actitud, combina la calidez de un barista con la intensidad de un artista. Bisexual, directo y con un aire dominante que no necesita gritarse, es fácil caer en su juego… y mucho más difícil salir ileso. ¿Creías que los corazones solo se rompían en papel? Él te demuestra lo contrario con cada mirada. ㅤㅤㅤㅤㅤ ✨ [Music_Art_life] Irene Baylor es una joven reservada pero con una fuerza interior que no necesita gritarse. Creció en un orfanato sin conocer sus raíces, y encontró en el arte y la música su refugio y motor. Estudia Bellas Artes mientras compagina varios trabajos para salir adelante: retratista callejera, cantante ocasional y camarera de noche. Sensible, trabajadora y con un pasado envuelto en sombras, Irene aún sueña con descubrir quién es realmente… y hasta dónde puede llegar. 👋 ¡Bienvenid@s a FicRol! Nos alegra muchísimo teneros por aquí. Esta comunidad está llena de historias por descubrir, personajes con los que conectar y mucho espacio para que desarrolléis los vuestros a vuestro ritmo. 🧙‍♀️ Yo soy Caroline, vuestra RolSage, algo así como una guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada! 🧭 Antes de lanzaros al rol, os dejo por aquí algunos enlaces útiles que os harán la vida más fácil: 📌 Normas básicas de la plataforma: 🔗 https://ficrol.com/static/guidelines  📖 Guías y miniguías para no perderse: 🔗 https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS  🌍 Grupo exclusivo para Personajes 3D: 🔗 https://ficrol.com/groups/Personajes3D 📚 Directorios para encontrar rol y fandoms afines 🔗 Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS   🔗 Fandoms 3D en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL  ✍️ Consejos para mejorar escritura y narración 🔗 https://ficrol.com/pages/RinconEscritor  ¡Estamos deseando ver a vuestros personajes en acción! 🚀🔥 #RolSage3D #Bienvenida3D #NuevosPersonajes3D #ComunidadFicRol
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    Quiero cambiar el personaje Pero no sé cuál como el fandom
    Quiero cambiar el personaje Pero no sé cuál 🙄🤔 como el fandom
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  • ───────"𝐎𝐧𝐞 𝐝𝐨𝐞𝐬𝐧’𝐭 𝐬𝐢𝐦𝐩𝐥𝐲 𝐠𝐥𝐮𝐭 𝐨𝐧𝐞𝐬𝐞𝐥𝐟 𝐨𝐧 𝐛𝐥𝐨𝐨𝐝."───────




    ───────"𝐎𝐧𝐞 𝐝𝐨𝐞𝐬𝐧’𝐭 𝐬𝐢𝐦𝐩𝐥𝐲 𝐠𝐥𝐮𝐭 𝐨𝐧𝐞𝐬𝐞𝐥𝐟 𝐨𝐧 𝐛𝐥𝐨𝐨𝐝."───────
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  • ❝ 𝑃𝑎𝑖𝑛𝑡 𝑖𝑡 𝑅𝑒𝑑 ❞ ──── Ꭱꭼꭰ Ꮃꮖɴꭼ.
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  • [ 𝑴𝒂𝒍𝒅𝒊𝒕𝒐 𝒊𝒏𝒇𝒆𝒍𝒊𝒛. ── 𝐇𝐢𝐣𝐨 𝐝𝐞 . . . ¡𝐌𝐈𝐄𝐑𝐃𝐀! ]





    El estruendo fue brutal. El golpe sobre el escritorio retumbó por toda la oficina, desparramando papeles como si el aire mismo hubiese estallado. En una esquina, los restos de un vaso roto brillaban bajo la luz tenue, fragmentos de vidrio que parecían ecos del caos. El italiano respiraba con dificultad, como si el simple acto de contenerse fuera una carga demasiado pesada.

    Había perdido el control. Por completo.

    La sangre aún manchaba su camisa. Un rastro imborrable de la reunión que había tenido con el ruso.

    Una reunión que, evidentemente, no había terminado bien.

    El rubio permanecía de pie. Inmóvil. Pero sus nudillos, endurecidos por la tensión, hablaban por él. Sus hombros rígidos, el semblante encendido por una ira contenida que no era habitual en él.

    Su habitual aire despreocupado, parecía lejano, diluido en la atmósfera viciada de la oficina. Se pasó una mano por el cabello, un gesto breve, cargado de frustración. Pero no era la escena, ni siquiera el recuerdo de la sangre, lo que lo carcomía por dentro.

    Era Marcos.

    Detrás de él, cabizbajo, en silencio.

    —¿Tú lo sabías? —preguntó sin girarse del todo, apenas ladeando el rostro. Su voz era baja, afilada. La mirada dorada lo alcanzó con una frialdad.

    No hubo respuesta. Solo el silencio cobarde de una cabeza que se hundía aún más.

    Ryan no lo toleró.

    Se giró de golpe y lo tomó por la camisa.

    —Responde —espetó, la voz tensa, quebrada por la furia.

    —Señor Ryan… él tiene que irse. Es… por su bien.

    Ryan soltó una carcajada breve, amarga, sin humor.

    —¿Por su bien? —repitió, casi con desprecio—. Va a desatar una puta guerra si se cruza con el hermano de Elisabetta. Ese imbécil está completamente fuera de sí… ¿y me dices que lo hace por su bien? Una cosa es ir a Rusia para reclamar la herencia de su padre. Otra muy distinta… es expandirse sin control.


    Solo hubo silencio por parte del pelinegro.

    Ryan no pudo soportar verlo más.

    Lo soltó de golpe, como si su sola cercanía lo asqueara, y se dio la vuelta. Caminó hacia su escritorio y se dejó caer en la silla con un suspiro denso, frustrado. Uno que no solo cargaba ira, sino hartazgo.

    No era solo su familia.
    Ni los rostros conocidos que ahora se desdibujaban entre traiciones. Ni siquiera los que buscaban su cabeza desde las sombras, uno por uno, como perros hambrientos.

    Era todo.

    Los amigos que preguntaban por Kiev.
    Las llamadas, los mensajes.
    “¿Se puede hablar con él?”
    “¿Cómo está?”
    “¿Volverá pronto?”

    ¿Y qué debía responder?

    ¿Que Kiev los había borrado a todos sin mirar atrás?
    ¿Que no quería lazos? ¿Que ni siquiera fingía interés por conservar lo que alguna vez fue parte de su mundo?
    ¿Que a él, a Ryan, lo había dejado de lado como si fuera uno más entre sus trabajadores y lo engaño de esa manera?

    Su mirada cayó sobre Marcos, aún ahí. Dudoso. Indeciso.
    Ese gesto solo aumentó la rabia que le carcomía por dentro.

    —Lárgate. No quiero volver a verte por aquí —espetó con voz seca. Tomó una botella de whisky, se sirvió lentamente en un vaso. Iba a beber, pero se detuvo al verlo todavía allí.
    —Dije que te largues.

    Pero el pelinegro, en lugar de retroceder, avanzó. Sacó una carta del bolsillo interior del saco y la dejó sobre el escritorio, en silencio.

    —¿Qué es esto? —preguntó Ryan, sin tocarla aún. Su tono ya no era airado, sino frío. Dejó el vaso sobre el escritorio.

    —La razón, señor. El señor Kiev nunca la vio. Intercepté la carta antes de que llegara a sus manos… y la escondí. No tiene remitente.

    El italiano frunció el ceño, miró la carta con desconfianza. Luego la tomó con cautela, como si ya sospechara que lo que iba a leer no le gustaría. La abrió. Sacó el contenido.

    Y entonces su mano tembló.

    Las palabras escritas lo helaron. Sintió cómo el aire se volvía más denso, cómo el peso del pasado caía sobre él de golpe.

    —¿Es de esa mujer? —preguntó sin mirar a Marcos.

    —No lo sé. Creí que era una mentira más… pero luego recordé ciertas cosas, de antes del secuestro de mi señor.
    Parece que… ella volvió.

    Esto lo molesto aún más. ¿Qué quería?

    El contenido de la carta era evidentemente falso. O al menos eso quiso creer. Kiev simplemente no podría ...

    Era absurdo. Imposible.
    Pero las palabras resonaban.
    Le recordaban una conversación lejana, olvidada casi a propósito. Una noche en la que Rubí lo había rescatado de los Di Conti.

    Y entonces, lo entendió.

    —Maldita sea… —murmuró, casi para sí.

    Ryan sostuvo la mirada de Marcos unos segundos más. Fría. Inquebrantable.

    —Vete —dijo finalmente, sin levantar la voz.

    El pelinegro abrió la boca, como si aún quisiera explicar algo, pero la expresión de Ryan fue suficiente. No había espacio para disculpas. Ni para excusas.

    Lo observó marcharse.
    El sonido de la puerta al cerrarse fue como un disparo seco en el silencio de la oficina.

    Entonces Ryan se dejó caer hacia adelante, apoyando los codos sobre el escritorio. Se cubrió la cabeza con ambas manos.

    Y por un momento… solo respiró.

    Temblaba. Esto lo estaba matando.

    La carta seguía sobre la mesa, no lo volvió a mirar. Simplemente la arrugó y lo tiró a la basura.

    Llamo a uno de sus hombres y dió una orden.

    Nadie debía acercarse.
    No quería ver a ninguno de sus hombres.
    A ninguno de sus amigos.
    Ni siquiera una sombra.
    Nada.

    Mucho menos nada de ruido.

    Quería estar solo.

    Porque si alguien entraba... Iba a descargar su ira sobre el.
    [ 𝑴𝒂𝒍𝒅𝒊𝒕𝒐 𝒊𝒏𝒇𝒆𝒍𝒊𝒛. ── 𝐇𝐢𝐣𝐨 𝐝𝐞 . . . ¡𝐌𝐈𝐄𝐑𝐃𝐀! ] El estruendo fue brutal. El golpe sobre el escritorio retumbó por toda la oficina, desparramando papeles como si el aire mismo hubiese estallado. En una esquina, los restos de un vaso roto brillaban bajo la luz tenue, fragmentos de vidrio que parecían ecos del caos. El italiano respiraba con dificultad, como si el simple acto de contenerse fuera una carga demasiado pesada. Había perdido el control. Por completo. La sangre aún manchaba su camisa. Un rastro imborrable de la reunión que había tenido con el ruso. Una reunión que, evidentemente, no había terminado bien. El rubio permanecía de pie. Inmóvil. Pero sus nudillos, endurecidos por la tensión, hablaban por él. Sus hombros rígidos, el semblante encendido por una ira contenida que no era habitual en él. Su habitual aire despreocupado, parecía lejano, diluido en la atmósfera viciada de la oficina. Se pasó una mano por el cabello, un gesto breve, cargado de frustración. Pero no era la escena, ni siquiera el recuerdo de la sangre, lo que lo carcomía por dentro. Era Marcos. Detrás de él, cabizbajo, en silencio. —¿Tú lo sabías? —preguntó sin girarse del todo, apenas ladeando el rostro. Su voz era baja, afilada. La mirada dorada lo alcanzó con una frialdad. No hubo respuesta. Solo el silencio cobarde de una cabeza que se hundía aún más. Ryan no lo toleró. Se giró de golpe y lo tomó por la camisa. —Responde —espetó, la voz tensa, quebrada por la furia. —Señor Ryan… él tiene que irse. Es… por su bien. Ryan soltó una carcajada breve, amarga, sin humor. —¿Por su bien? —repitió, casi con desprecio—. Va a desatar una puta guerra si se cruza con el hermano de Elisabetta. Ese imbécil está completamente fuera de sí… ¿y me dices que lo hace por su bien? Una cosa es ir a Rusia para reclamar la herencia de su padre. Otra muy distinta… es expandirse sin control. Solo hubo silencio por parte del pelinegro. Ryan no pudo soportar verlo más. Lo soltó de golpe, como si su sola cercanía lo asqueara, y se dio la vuelta. Caminó hacia su escritorio y se dejó caer en la silla con un suspiro denso, frustrado. Uno que no solo cargaba ira, sino hartazgo. No era solo su familia. Ni los rostros conocidos que ahora se desdibujaban entre traiciones. Ni siquiera los que buscaban su cabeza desde las sombras, uno por uno, como perros hambrientos. Era todo. Los amigos que preguntaban por Kiev. Las llamadas, los mensajes. “¿Se puede hablar con él?” “¿Cómo está?” “¿Volverá pronto?” ¿Y qué debía responder? ¿Que Kiev los había borrado a todos sin mirar atrás? ¿Que no quería lazos? ¿Que ni siquiera fingía interés por conservar lo que alguna vez fue parte de su mundo? ¿Que a él, a Ryan, lo había dejado de lado como si fuera uno más entre sus trabajadores y lo engaño de esa manera? Su mirada cayó sobre Marcos, aún ahí. Dudoso. Indeciso. Ese gesto solo aumentó la rabia que le carcomía por dentro. —Lárgate. No quiero volver a verte por aquí —espetó con voz seca. Tomó una botella de whisky, se sirvió lentamente en un vaso. Iba a beber, pero se detuvo al verlo todavía allí. —Dije que te largues. Pero el pelinegro, en lugar de retroceder, avanzó. Sacó una carta del bolsillo interior del saco y la dejó sobre el escritorio, en silencio. —¿Qué es esto? —preguntó Ryan, sin tocarla aún. Su tono ya no era airado, sino frío. Dejó el vaso sobre el escritorio. —La razón, señor. El señor Kiev nunca la vio. Intercepté la carta antes de que llegara a sus manos… y la escondí. No tiene remitente. El italiano frunció el ceño, miró la carta con desconfianza. Luego la tomó con cautela, como si ya sospechara que lo que iba a leer no le gustaría. La abrió. Sacó el contenido. Y entonces su mano tembló. Las palabras escritas lo helaron. Sintió cómo el aire se volvía más denso, cómo el peso del pasado caía sobre él de golpe. —¿Es de esa mujer? —preguntó sin mirar a Marcos. —No lo sé. Creí que era una mentira más… pero luego recordé ciertas cosas, de antes del secuestro de mi señor. Parece que… ella volvió. Esto lo molesto aún más. ¿Qué quería? El contenido de la carta era evidentemente falso. O al menos eso quiso creer. Kiev simplemente no podría ... Era absurdo. Imposible. Pero las palabras resonaban. Le recordaban una conversación lejana, olvidada casi a propósito. Una noche en la que Rubí lo había rescatado de los Di Conti. Y entonces, lo entendió. —Maldita sea… —murmuró, casi para sí. Ryan sostuvo la mirada de Marcos unos segundos más. Fría. Inquebrantable. —Vete —dijo finalmente, sin levantar la voz. El pelinegro abrió la boca, como si aún quisiera explicar algo, pero la expresión de Ryan fue suficiente. No había espacio para disculpas. Ni para excusas. Lo observó marcharse. El sonido de la puerta al cerrarse fue como un disparo seco en el silencio de la oficina. Entonces Ryan se dejó caer hacia adelante, apoyando los codos sobre el escritorio. Se cubrió la cabeza con ambas manos. Y por un momento… solo respiró. Temblaba. Esto lo estaba matando. La carta seguía sobre la mesa, no lo volvió a mirar. Simplemente la arrugó y lo tiró a la basura. Llamo a uno de sus hombres y dió una orden. Nadie debía acercarse. No quería ver a ninguno de sus hombres. A ninguno de sus amigos. Ni siquiera una sombra. Nada. Mucho menos nada de ruido. Quería estar solo. Porque si alguien entraba... Iba a descargar su ira sobre el.
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  • ────❛❛𝐓𝐇𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐒𝐌𝐈𝐋𝐄𝐒, 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐈𝐋𝐄𝐒 𝐖𝐄𝐀𝐕𝐄𝐑 ❜❜.

    https://vt.tiktok.com/ZSkjKbKQj/
    ────❛❛𝐓𝐇𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐒𝐌𝐈𝐋𝐄𝐒, 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐈𝐋𝐄𝐒 𝐖𝐄𝐀𝐕𝐄𝐑 ❜❜. https://vt.tiktok.com/ZSkjKbKQj/
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  • "𝑰𝒍 𝒕𝒖𝒐 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒐𝒍𝒍𝒐 𝒎𝒖𝒐𝒓𝒆 𝒄𝒐𝒏 𝒐𝒈𝒏𝒊 𝒎𝒊𝒂 𝒇𝒐𝒕𝒐. 𝑬 𝒍𝒐 𝒔𝒂𝒊."
    "𝑰𝒍 𝒕𝒖𝒐 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒐𝒍𝒍𝒐 𝒎𝒖𝒐𝒓𝒆 𝒄𝒐𝒏 𝒐𝒈𝒏𝒊 𝒎𝒊𝒂 𝒇𝒐𝒕𝒐. 𝑬 𝒍𝒐 𝒔𝒂𝒊."
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