𝕷os días volvieron a ser ajetreados; hacía mucho que no se dormía con tanta rapidez. 𝕻ara su suerte, el insomnio emprendió viaje y, aunque su vida era un caos andante, su descanso no se vio afectado. 𝕿an pronto como su cabeza reposó sobre la cómoda almohada, se adentró en el mundo de los sueños, quedándose completamente dormida.
𝕷os días volvieron a ser ajetreados; hacía mucho que no se dormía con tanta rapidez. 𝕻ara su suerte, el insomnio emprendió viaje y, aunque su vida era un caos andante, su descanso no se vio afectado. 𝕿an pronto como su cabeza reposó sobre la cómoda almohada, se adentró en el mundo de los sueños, quedándose completamente dormida.