• — ² —
    Fandom Disney, Tarzán
    Categoría Aventura
    Jane no había dejado de pensar en él. En esos ojos que parecían leerla mejor que cualquier palabra, de una forma primitiva, en la fuerza brutal con la que la había cargado en sus brazos, en cómo habían logrado comunicarse con simples gestos.

    Y luego estaba el diario.

    Lo había escondido en el interior de un baúl, bajo sus vestidos y ropajes de viaje, lejos de la vista de su padre y de cualquier otra persona. Temía sus preguntas, pero más temía que descubrieran lo que ella apenas había empezado a entender. Había pasado las últimas noches bajo la luz de una lámpara tenue, hojeando esas páginas desgastadas mientras luchaba contra los insectos atraídos por la luz. La caligrafía era firme, inglesa, con un trazo elegante pero a la vez rápido. En la primera página, apenas legible, había un nombre reducido a iniciales: J.C.

    Cada vez que las leía, algo en su pecho se agitaba. ¿Quién había sido aquel hombre? ¿Un explorador? ¿Un marinero perdido? ¿Un colono? No lo sabía aún, pero las entradas hablaban de la jungla, descripciones de criaturas, tormentas... Pero muchos de los pasajes se encontraban medio borrados, o emborronados al completo por la humedad y el paso del tiempo. Y no había nada más horrible y a la vez emocionante para alguien con el alma exploradora como la que Jane tenía que algo así cayera en sus manos, pero que tuvieran que rascar y rascar hasta el fondo para encontrarle un sentido.

    Pero tras las noches en vela tratando de entender tanto el descubrimiento de Tarzán como el del diario y su relación entre ellos, llegaban los días, y así era cono se encontraba en el tercer día desde su encuentro con Tarzán; un día que amaneció húmedo, con un cielo cubierto de unas fantasmagóricas nubes que prometían lluvias. Jane salió de la tienda ajustándose el sombrero mientras su padre, siempre entusiasta, ya daba instrucciones a los exploradores para preparar todo el instrumental. Lord Pembroke, un hombre pegado a una enorme barriga y con voz demasiado nasal para el gusto de cualquiera, hablaba de las magníficas fotografías que esperaba capturar de los chimpancés en su hábitat natural. Jane sonrió con cortesía, aunque por dentro sentía un nudo. El entusiasmo de los nobles era casi ridículo; para ellos la selva era un escenario de cacería y espectáculo, no un lugar vivo que podía devorarlos en cualquier instante, y a su vez un sitio maravilloso, lleno de historia y de un sinfín de vida. A cada paso que daban, ella pensaba en Tarzán, en cómo se movería él entre esas ramas con la misma ligereza con la que ellos apenas lograban caminar entre raíces y fango.

    —Jane, hija, ¿lista? —la voz de su padre la devolvió al presente. Él la observaba con ternura, aunque en su mirada había un atisbo de preocupación. No había pasado desapercibido que su hija estaba más pensativa que de costumbre.

    —Sí, padre. —forzó una sonrisa, aferrando sus cuadernos de campo contra el pecho como si fueran un escudo, los mismos que esperaba llenar de anotaciones y bocetos si lograban encontrar la comunidad de chimpancés que días atrás habían visto por esa zona. Y mientras el grupo se adentraba finalmente en la espesura de la jungla, entre charlas triviales y risas huecas, Jane no podía evitar un pensamiento insistente: ¿y si Tarzán los estaba observando en ese mismo instante, escondido en lo alto de un árbol? O peor aún, ¿y si alguien lo descubría a él?
    Jane no había dejado de pensar en él. En esos ojos que parecían leerla mejor que cualquier palabra, de una forma primitiva, en la fuerza brutal con la que la había cargado en sus brazos, en cómo habían logrado comunicarse con simples gestos. Y luego estaba el diario. Lo había escondido en el interior de un baúl, bajo sus vestidos y ropajes de viaje, lejos de la vista de su padre y de cualquier otra persona. Temía sus preguntas, pero más temía que descubrieran lo que ella apenas había empezado a entender. Había pasado las últimas noches bajo la luz de una lámpara tenue, hojeando esas páginas desgastadas mientras luchaba contra los insectos atraídos por la luz. La caligrafía era firme, inglesa, con un trazo elegante pero a la vez rápido. En la primera página, apenas legible, había un nombre reducido a iniciales: J.C. Cada vez que las leía, algo en su pecho se agitaba. ¿Quién había sido aquel hombre? ¿Un explorador? ¿Un marinero perdido? ¿Un colono? No lo sabía aún, pero las entradas hablaban de la jungla, descripciones de criaturas, tormentas... Pero muchos de los pasajes se encontraban medio borrados, o emborronados al completo por la humedad y el paso del tiempo. Y no había nada más horrible y a la vez emocionante para alguien con el alma exploradora como la que Jane tenía que algo así cayera en sus manos, pero que tuvieran que rascar y rascar hasta el fondo para encontrarle un sentido. Pero tras las noches en vela tratando de entender tanto el descubrimiento de Tarzán como el del diario y su relación entre ellos, llegaban los días, y así era cono se encontraba en el tercer día desde su encuentro con Tarzán; un día que amaneció húmedo, con un cielo cubierto de unas fantasmagóricas nubes que prometían lluvias. Jane salió de la tienda ajustándose el sombrero mientras su padre, siempre entusiasta, ya daba instrucciones a los exploradores para preparar todo el instrumental. Lord Pembroke, un hombre pegado a una enorme barriga y con voz demasiado nasal para el gusto de cualquiera, hablaba de las magníficas fotografías que esperaba capturar de los chimpancés en su hábitat natural. Jane sonrió con cortesía, aunque por dentro sentía un nudo. El entusiasmo de los nobles era casi ridículo; para ellos la selva era un escenario de cacería y espectáculo, no un lugar vivo que podía devorarlos en cualquier instante, y a su vez un sitio maravilloso, lleno de historia y de un sinfín de vida. A cada paso que daban, ella pensaba en Tarzán, en cómo se movería él entre esas ramas con la misma ligereza con la que ellos apenas lograban caminar entre raíces y fango. —Jane, hija, ¿lista? —la voz de su padre la devolvió al presente. Él la observaba con ternura, aunque en su mirada había un atisbo de preocupación. No había pasado desapercibido que su hija estaba más pensativa que de costumbre. —Sí, padre. —forzó una sonrisa, aferrando sus cuadernos de campo contra el pecho como si fueran un escudo, los mismos que esperaba llenar de anotaciones y bocetos si lograban encontrar la comunidad de chimpancés que días atrás habían visto por esa zona. Y mientras el grupo se adentraba finalmente en la espesura de la jungla, entre charlas triviales y risas huecas, Jane no podía evitar un pensamiento insistente: ¿y si Tarzán los estaba observando en ese mismo instante, escondido en lo alto de un árbol? O peor aún, ¿y si alguien lo descubría a él?
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • Su alma aunque ahora estuviera rota, siempre aparentaba estar bien, estar entera. Siempre mostrando una dulce sonrisa para que vieran que era fuerte y no débil. No deseaba mostrar debilidad ante nadie ni nada. Ella se alegraba mucho por lo que estaba pasando a su alrededor.

    Subió a su habitación para cambiarse de ropa, poniéndose un bañador. Una vez que se lo puso, se colocó un albornoz y salió de su habitación. Se fue a la piscina, para estar sola, estar con sus pensamientos. Nada más llegar ahí, se quitó el albornoz, mostrando su traje de baño. Colocándose su gorro para la piscina y se lanzó de cabeza a la piscina.

    Empezando a hacer unos largos para calmarse cuando una vez se agotó. Se fue hacia el centro de la misma para sumergirse hacia el centro, empezando a gritar, donde algunas de sus lágrimas brotaron de sus ojos. El agua era el único elemento donde nadie vería que se escapaban de sus ojos.

    Una vez que sintió que su alma se calmo, salió nuevamente a la superficie para tumbarse sobre el agua y mirar hacia las estrellas.
    Su alma aunque ahora estuviera rota, siempre aparentaba estar bien, estar entera. Siempre mostrando una dulce sonrisa para que vieran que era fuerte y no débil. No deseaba mostrar debilidad ante nadie ni nada. Ella se alegraba mucho por lo que estaba pasando a su alrededor. Subió a su habitación para cambiarse de ropa, poniéndose un bañador. Una vez que se lo puso, se colocó un albornoz y salió de su habitación. Se fue a la piscina, para estar sola, estar con sus pensamientos. Nada más llegar ahí, se quitó el albornoz, mostrando su traje de baño. Colocándose su gorro para la piscina y se lanzó de cabeza a la piscina. Empezando a hacer unos largos para calmarse cuando una vez se agotó. Se fue hacia el centro de la misma para sumergirse hacia el centro, empezando a gritar, donde algunas de sus lágrimas brotaron de sus ojos. El agua era el único elemento donde nadie vería que se escapaban de sus ojos. Una vez que sintió que su alma se calmo, salió nuevamente a la superficie para tumbarse sobre el agua y mirar hacia las estrellas.
    Me gusta
    3
    9 turnos 0 maullidos
  • Aveces me da miedo ..... expresame, es decir .... lo que siento.
    Aveces me da miedo ..... expresame, es decir .... lo que siento.
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • EL inicio de una aventura
    Fandom Crossover
    Categoría Aventura
    La mansión Croft, ahora en mejor estado que el de hacia un par de decadas, siempre había tenido algo particular que la gente del exterior ignoraba o prefería mantener en un misterio pues desde que los herederos del titulo se habían dejado a la arqueologia, la investigación y exploración de tumbas antiguas. SI no era el padre buscando indicios sobre la isla perdida en el triangulo de las vermudas, hasta las tierras aztecas en busca de tierras perdidas escondida en las selvas desde México hasta Brasil, mientras la hija se dedicaba a la búsqueda entre Siberia, Rusia y Siria, siguiendo las pistas de su difunto padre.
    Era tan extraño encontrarla en casa que muchos usaban la mansión Croft como un mito o un sitio de leyenda, como un lugar embrujado o la verdadera mina de oro a la que todos temían entrar.

    -¿En serio? ¿Eso es lo que piensa la gente?

    Lara se limito a sonreir a la pantalla. Jamas habría pensado que su propio hogar se volvería un lugar misterioso y fantasmal en un foro de Reddit. Zip, con su relajada personalidad solo se tomaba las cosas con calma, mientras Jonah se revolvía en su asiento mientras seguía leyendo como "El fantasma de Lady Croft"

    -Si pasaras mas tiempo en casa, estoy seguro que asustaría mucho mas que esas cámaras o la cara de Winston cada que le das un susto.

    -Jaja, muy gracioso Jonah.

    No era para menos, en los ultimos meses, con tantas investigaciones, apenas habia salido de la biblioteca. De no ser por el mayordomo y la necesidad urgente de bañarse, comenzaría a parecer un verdadero fantasma.

    -Da igual, mientras no entren en casa todo esta bien. -Salio de la 'cueva' llena de cables bostezando ligeramente- Me pone los pelos de punta saber que rondan fuera del porton, mas aun teniendo a la Trinidad pisandonos los talones.

    Recordar la 'muerte' de su padre y la constante paranoia de que un extraño entre en su hogar y atente contra sus amigos por su culpa no era la sensación mas agradable. Gracias a los ingresos por investigaciones, había podido poner tantas camaras, sistemas de bloqueo y muchas armas regadas entre esculturas, figuras y pinturas para poder dormir tranquila, aunque fuera por poco.
    Tres horas despues, justo cuando el reloj de péndulo invadió el silencioso lugar, un ruido bien calculado le hizo rebotar de la cama y saltar sigilosamente hacia la puerta, no sin antes sacar la pistola bajo la almohada.

    Susurros, pasos, como habían traspasado la segurida no era su principal preocupacion, solo quería deshacerse de los intrusos y buscar las respuestas después de eso.

    -¡MIerda! Hay un montón de cosas aquí ¿Como mierda vamos a encontrar la pieza que nos falta?

    Y, al parecer, no eran del tipo profesional incluso podría decir, carecían de cierta inteligencia.
    (ROL LIBRE)
    La mansión Croft, ahora en mejor estado que el de hacia un par de decadas, siempre había tenido algo particular que la gente del exterior ignoraba o prefería mantener en un misterio pues desde que los herederos del titulo se habían dejado a la arqueologia, la investigación y exploración de tumbas antiguas. SI no era el padre buscando indicios sobre la isla perdida en el triangulo de las vermudas, hasta las tierras aztecas en busca de tierras perdidas escondida en las selvas desde México hasta Brasil, mientras la hija se dedicaba a la búsqueda entre Siberia, Rusia y Siria, siguiendo las pistas de su difunto padre. Era tan extraño encontrarla en casa que muchos usaban la mansión Croft como un mito o un sitio de leyenda, como un lugar embrujado o la verdadera mina de oro a la que todos temían entrar. -¿En serio? ¿Eso es lo que piensa la gente? Lara se limito a sonreir a la pantalla. Jamas habría pensado que su propio hogar se volvería un lugar misterioso y fantasmal en un foro de Reddit. Zip, con su relajada personalidad solo se tomaba las cosas con calma, mientras Jonah se revolvía en su asiento mientras seguía leyendo como "El fantasma de Lady Croft" -Si pasaras mas tiempo en casa, estoy seguro que asustaría mucho mas que esas cámaras o la cara de Winston cada que le das un susto. -Jaja, muy gracioso Jonah. No era para menos, en los ultimos meses, con tantas investigaciones, apenas habia salido de la biblioteca. De no ser por el mayordomo y la necesidad urgente de bañarse, comenzaría a parecer un verdadero fantasma. -Da igual, mientras no entren en casa todo esta bien. -Salio de la 'cueva' llena de cables bostezando ligeramente- Me pone los pelos de punta saber que rondan fuera del porton, mas aun teniendo a la Trinidad pisandonos los talones. Recordar la 'muerte' de su padre y la constante paranoia de que un extraño entre en su hogar y atente contra sus amigos por su culpa no era la sensación mas agradable. Gracias a los ingresos por investigaciones, había podido poner tantas camaras, sistemas de bloqueo y muchas armas regadas entre esculturas, figuras y pinturas para poder dormir tranquila, aunque fuera por poco. Tres horas despues, justo cuando el reloj de péndulo invadió el silencioso lugar, un ruido bien calculado le hizo rebotar de la cama y saltar sigilosamente hacia la puerta, no sin antes sacar la pistola bajo la almohada. Susurros, pasos, como habían traspasado la segurida no era su principal preocupacion, solo quería deshacerse de los intrusos y buscar las respuestas después de eso. -¡MIerda! Hay un montón de cosas aquí ¿Como mierda vamos a encontrar la pieza que nos falta? Y, al parecer, no eran del tipo profesional incluso podría decir, carecían de cierta inteligencia. (ROL LIBRE)
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • 𝑖𝑚𝑙 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑠𝑡𝑜𝑟

    Una historia cálida entre lo cotidiano y lo mágico. El pequeño Nekomata llegó tímido, con sus orejas negras asomando entre la incertidumbre, y poco a poco encontró refugio en mi compañía. Juntos atravesamos el umbral del Castillo Ishtar, donde lo recibieron jardines eternos y pasillos que respiran memoria.

    Allí, entre luces suaves y murmullos de piedra, lo vi sonreír por primera vez. Fue frente a un chuletón vasco servido sobre piedra ardiente, con la sal chisporroteando y el aroma envolviendo la sala. Yo lo miraba feliz mientras él, con ojos brillantes, probaba aquel festín como si descubriera un mundo nuevo.

    Parece que el Sr. Pochinko ha hecho un amigo.
    [caramel.com] Una historia cálida entre lo cotidiano y lo mágico. El pequeño Nekomata llegó tímido, con sus orejas negras asomando entre la incertidumbre, y poco a poco encontró refugio en mi compañía. Juntos atravesamos el umbral del Castillo Ishtar, donde lo recibieron jardines eternos y pasillos que respiran memoria. Allí, entre luces suaves y murmullos de piedra, lo vi sonreír por primera vez. Fue frente a un chuletón vasco servido sobre piedra ardiente, con la sal chisporroteando y el aroma envolviendo la sala. Yo lo miraba feliz mientras él, con ojos brillantes, probaba aquel festín como si descubriera un mundo nuevo. Parece que el Sr. Pochinko ha hecho un amigo.
    Me gusta
    Me encocora
    7
    0 turnos 0 maullidos
  • La noche se alza sobre Mondstadt como un manto de terciopelo oscuro, y aun así, las estrellas parecen demasiado lejanas para ofrecer consuelo. En la quietud de la taberna, el fuego crepita, proyectando sombras que se inclinan como si guardaran secretos antiguos.

    Cierro los ojos un instante, dejando que el aroma del vino acaricie la memoria. Hay batallas que uno libra con la espada… y otras que se libran en silencio, en la soledad de los pensamientos.

    Al abrirlos, mi mirada se cruza con la tuya. No pronuncio tu nombre, pues la cortesía dicta prudencia, pero mi voz, grave y serena, corta el aire con suavidad:

    —Las noches suelen ser demasiado largas cuando uno las enfrenta en soledad. Si deseas… puedes compartir esta mesa. No como un deber, sino como un respiro antes de que el mundo reclame de nuevo nuestras fuerzas.

    Mis palabras se desvanecen como el último acorde de un laúd, dejando la decisión en tus manos, como corresponde.
    La noche se alza sobre Mondstadt como un manto de terciopelo oscuro, y aun así, las estrellas parecen demasiado lejanas para ofrecer consuelo. En la quietud de la taberna, el fuego crepita, proyectando sombras que se inclinan como si guardaran secretos antiguos. Cierro los ojos un instante, dejando que el aroma del vino acaricie la memoria. Hay batallas que uno libra con la espada… y otras que se libran en silencio, en la soledad de los pensamientos. Al abrirlos, mi mirada se cruza con la tuya. No pronuncio tu nombre, pues la cortesía dicta prudencia, pero mi voz, grave y serena, corta el aire con suavidad: —Las noches suelen ser demasiado largas cuando uno las enfrenta en soledad. Si deseas… puedes compartir esta mesa. No como un deber, sino como un respiro antes de que el mundo reclame de nuevo nuestras fuerzas. Mis palabras se desvanecen como el último acorde de un laúd, dejando la decisión en tus manos, como corresponde.
    Me gusta
    3
    16 turnos 0 maullidos
  • Saturado de labores, con más peso del que su alma podía sostener, y apenas tres horas de sueño que no alcanzaban a mitigar el desvelo del corazón.

    El trabajo se volvió su refugio, su escudo contra el pensamiento, la única disciplina que lo mantenía erguido, severo, profesional, como un faro que resiste la tormenta sin mirar atrás.

    El departamento que alguna vez compartió con ella permanecía intacto, como un santuario abandonado, solo la comida fue retirada, no por olvido, sino por necesidad.

    Con lo que le quedaba, se mudó a Roppongi,
    a un rincón donde la ciudad no podía alcanzarlo del todo.

    Su rostro envejeció antes de tiempo,
    marcado por la depresión, esa amante silenciosa que lo sedujo con la promesa de una soledad absoluta.

    Él era la encarnación de la eficiencia, la eficacia y la efectividad, atento a cada entrevista, cada firma de libros, y hasta las regalías de una película por venir, un dorama que quizás contaría su historia sin decir su nombre con generos y épocas diferentes.

    Su manager lamentaba su tragedia íntima,
    pero en el escenario público, Kagehiro era ya una eminencia. Sus libros para adultos, cargados de pasión, habían dado paso a narrativas más crudas, más contemporáneas, historias que dolían por lo cercanas, por lo reales.

    Haruki Murakami tenía ahora un rival,
    pero también un amigo entrañable,
    un espejo en el que la literatura japonesa se miraba con nuevos ojos.
    Saturado de labores, con más peso del que su alma podía sostener, y apenas tres horas de sueño que no alcanzaban a mitigar el desvelo del corazón. El trabajo se volvió su refugio, su escudo contra el pensamiento, la única disciplina que lo mantenía erguido, severo, profesional, como un faro que resiste la tormenta sin mirar atrás. El departamento que alguna vez compartió con ella permanecía intacto, como un santuario abandonado, solo la comida fue retirada, no por olvido, sino por necesidad. Con lo que le quedaba, se mudó a Roppongi, a un rincón donde la ciudad no podía alcanzarlo del todo. Su rostro envejeció antes de tiempo, marcado por la depresión, esa amante silenciosa que lo sedujo con la promesa de una soledad absoluta. Él era la encarnación de la eficiencia, la eficacia y la efectividad, atento a cada entrevista, cada firma de libros, y hasta las regalías de una película por venir, un dorama que quizás contaría su historia sin decir su nombre con generos y épocas diferentes. Su manager lamentaba su tragedia íntima, pero en el escenario público, Kagehiro era ya una eminencia. Sus libros para adultos, cargados de pasión, habían dado paso a narrativas más crudas, más contemporáneas, historias que dolían por lo cercanas, por lo reales. Haruki Murakami tenía ahora un rival, pero también un amigo entrañable, un espejo en el que la literatura japonesa se miraba con nuevos ojos.
    Me gusta
    Me shockea
    5
    0 turnos 0 maullidos
  • ────Ñam... dicen que las uvas son como la Cajita Feliz: en lugar de tener el juguete especial adentro, traen buena suerte. Si es cierto o no, quién sabe... lo que sí sé es que están deliciosas y que misteriosamente ya desapareció medio racimo.
    ────Ñam... dicen que las uvas son como la Cajita Feliz: en lugar de tener el juguete especial adentro, traen buena suerte. Si es cierto o no, quién sabe... lo que sí sé es que están deliciosas y que misteriosamente ya desapareció medio racimo.
    Me encocora
    Me gusta
    Me shockea
    9
    7 turnos 0 maullidos
  • Once upon a time I was the scribe of all my dreams
    I ve seen the years turn into dust, now feel the rust in me

    I ve walked the shores of Avalon, I ve seen the seasons change
    I ve laughed and cried, I ve lived and died, but only on the page

    Now all I have, all I am
    All I ever was is here, on the page
    It s all the same, it never mattered anyway
    It s all a lie so let it burn

    -Cantaba sutilmente aquella canción con voz calmada, y así tomó aquel libro entre sus manos, colocandose en cuclillas para dejarlo sobre aquel bote de basura, y tras esto, sacar un cigarrillo, llevándolo a sus labios, encendiendo este con su encendedor tipo zipo, dejándo caer el mismo sobre aquel viejo libro, buscando hacerlo arder.

    Tras esto, se levantó, manteniendo su mirada fija en aquellas llamas, dando una calada más a aquel cigarrillo-
    Once upon a time I was the scribe of all my dreams I ve seen the years turn into dust, now feel the rust in me I ve walked the shores of Avalon, I ve seen the seasons change I ve laughed and cried, I ve lived and died, but only on the page Now all I have, all I am All I ever was is here, on the page It s all the same, it never mattered anyway It s all a lie so let it burn -Cantaba sutilmente aquella canción con voz calmada, y así tomó aquel libro entre sus manos, colocandose en cuclillas para dejarlo sobre aquel bote de basura, y tras esto, sacar un cigarrillo, llevándolo a sus labios, encendiendo este con su encendedor tipo zipo, dejándo caer el mismo sobre aquel viejo libro, buscando hacerlo arder. Tras esto, se levantó, manteniendo su mirada fija en aquellas llamas, dando una calada más a aquel cigarrillo-
    Me gusta
    Me encocora
    7
    10 turnos 0 maullidos


  • A ʜᴏᴘᴇʟᴇss ʀᴏᴍᴀɴᴛɪᴄ ᴀʟʟ ᴍʏ ʟɪғᴇ
    Sᴜʀʀᴏᴜɴᴅᴇᴅ ʙʏ ᴄᴏᴜᴘʟᴇs ᴀʟʟ ᴛʜᴇ ᴛɪᴍᴇ
    I ɢᴜᴇss I sʜᴏᴜʟᴅ ᴛᴀᴋᴇ ɪᴛ ᴀs ᴀ sɪɢɴ

    I'ᴍ ғᴇᴇʟɪɴɢ ʟᴏɴᴇʟʏ
    Oʜ, I ᴡɪsʜ I'ᴅ ғɪɴᴅ ᴀ ʟᴏᴠᴇʀ ᴛʜᴀᴛ ᴄᴏᴜʟᴅ ʜᴏʟᴅ ᴍᴇ
    Nᴏᴡ I'ᴍ ᴄʀʏɪɴɢ ɪɴ ᴍʏ ʀᴏᴏᴍ
    Sᴏ sᴋᴇᴘᴛɪᴄᴀʟ ᴏғ ʟᴏᴠᴇ
    Bᴜᴛ sᴛɪʟʟ I ᴡᴀɴᴛ ɪᴛ ᴍᴏʀᴇ, ᴍᴏʀᴇ, ᴍᴏʀᴇ

    I ɢᴀᴠᴇ ᴀ sᴇᴄᴏɴᴅ ᴄʜᴀɴᴄᴇ ᴛᴏ ᴄᴜᴘɪᴅ
    Bᴜᴛ ɴᴏᴡ I'ᴍ ʟᴇғᴛ ʜᴇʀᴇ ғᴇᴇʟɪɴɢ sᴛᴜᴘɪᴅ
    Oʜ, ᴛʜᴇ ᴡᴀʏ ʜᴇ ᴍᴀᴋᴇs ᴍᴇ ғᴇᴇʟ ᴛʜᴀᴛ ʟᴏᴠᴇ ɪsɴ'ᴛ ʀᴇᴀʟ
    Cᴜᴘɪᴅ ɪs sᴏ ᴅᴜᴍʙ.


                                                       .•♫•♬••♬•♫•.


    En ocasiones, navegar por las publicaciones de las diferentes redes sociales hacía que Ha-Rin se sintiese un poco celoso. Ver todas esas fotos y vídeos de parejas que parecían genuinamente felices, compartiendo momentos divertidos mientras recreaban poses, trends populares o mostraban platillos elaborados y los sitios que visitaban, era casi como un golpe directo: un recordatorio de que, para alguien involucrado dentro del mundo del entretenimiento, no era sencillo aspirar a tener algo como eso.

    Había muchos impedimentos y todavía más razones por las cuales resultaba demasiado complicado llegar a tener una relación estable. La carga de trabajo era excesiva, y esa falta de tiempo se transformaba en la principal causa de malentendidos o rupturas al poco tiempo de haber iniciado algo. Por otro lado, tratar de conocer a alguien fuera del medio era casi como intentar completar exitosamente una misión que, desde el inicio, estaba destinada a fracasar.


    En vivo ahora ✦


    Ha-Rin apareció en escena con una sonrisa: estaba transmitiendo desde su cuenta personal. El directo no había sido anunciado, fue algo que simplemente surgió desde la espontaneidad del joven artista. Mientras los fans se preparaban y esperaban recibir alguna actualización sobre su música o proyectos futuros, él levantó en brazos a una hermosa gata de pelaje gris con rayas oscuras y ojos brillantes.

    —Hoy… quiero presentarles al amor de mi vida —dijo con seriedad.

    Los mensajes en el chat se descontrolaron de inmediato. En tan solo unos segundos, estaba lleno de signos de interrogación, corazones y comentarios que expresaban confusión. Algunos incluso llegaron a creer que se trataba de una confesión inesperada o de una confirmación. Pero entonces, Ha-Rin alzó con cuidado a la gata frente a la cámara, asegurándose de que pudiesen observarla bien.

    —Ella es la razón por la que trabajo arduamente; también es dueña de mi salario y la que me espera cada día —continuó, dándole un pequeño beso en la cabeza.

    Los fans estallaron en risas y ternura al mismo tiempo.
    —Miren esa cara, ¿acaso no es lo más perfecto que han visto en sus vidas? —preguntó Ha-Rin mientras sonreía y hacía una pequeña pausa. Dejó escapar un suspiro y, finalmente, admitió—: A veces me pongo celoso cuando todos presumen a sus novios, novias o parejas… pero luego recuerdo que yo tengo a esta señorita y me doy cuenta de que no necesito presumir, porque ya tengo a la mejor compañera del mundo.

    Al final, entre caricias, ronroneos y risas, la transmisión se convirtió en uno de los momentos más tiernos y comentados por los fans. Pronto aparecieron fanarts de la gata coronada como “la reina de Ha-Rin” y memes con frases como “dueña del salario de Ha-Rin”.
    「 🎙️📝 」 A ʜᴏᴘᴇʟᴇss ʀᴏᴍᴀɴᴛɪᴄ ᴀʟʟ ᴍʏ ʟɪғᴇ Sᴜʀʀᴏᴜɴᴅᴇᴅ ʙʏ ᴄᴏᴜᴘʟᴇs ᴀʟʟ ᴛʜᴇ ᴛɪᴍᴇ I ɢᴜᴇss I sʜᴏᴜʟᴅ ᴛᴀᴋᴇ ɪᴛ ᴀs ᴀ sɪɢɴ I'ᴍ ғᴇᴇʟɪɴɢ ʟᴏɴᴇʟʏ Oʜ, I ᴡɪsʜ I'ᴅ ғɪɴᴅ ᴀ ʟᴏᴠᴇʀ ᴛʜᴀᴛ ᴄᴏᴜʟᴅ ʜᴏʟᴅ ᴍᴇ Nᴏᴡ I'ᴍ ᴄʀʏɪɴɢ ɪɴ ᴍʏ ʀᴏᴏᴍ Sᴏ sᴋᴇᴘᴛɪᴄᴀʟ ᴏғ ʟᴏᴠᴇ Bᴜᴛ sᴛɪʟʟ I ᴡᴀɴᴛ ɪᴛ ᴍᴏʀᴇ, ᴍᴏʀᴇ, ᴍᴏʀᴇ I ɢᴀᴠᴇ ᴀ sᴇᴄᴏɴᴅ ᴄʜᴀɴᴄᴇ ᴛᴏ ᴄᴜᴘɪᴅ Bᴜᴛ ɴᴏᴡ I'ᴍ ʟᴇғᴛ ʜᴇʀᴇ ғᴇᴇʟɪɴɢ sᴛᴜᴘɪᴅ Oʜ, ᴛʜᴇ ᴡᴀʏ ʜᴇ ᴍᴀᴋᴇs ᴍᴇ ғᴇᴇʟ ᴛʜᴀᴛ ʟᴏᴠᴇ ɪsɴ'ᴛ ʀᴇᴀʟ Cᴜᴘɪᴅ ɪs sᴏ ᴅᴜᴍʙ.                                                    .•♫•♬••♬•♫•. En ocasiones, navegar por las publicaciones de las diferentes redes sociales hacía que Ha-Rin se sintiese un poco celoso. Ver todas esas fotos y vídeos de parejas que parecían genuinamente felices, compartiendo momentos divertidos mientras recreaban poses, trends populares o mostraban platillos elaborados y los sitios que visitaban, era casi como un golpe directo: un recordatorio de que, para alguien involucrado dentro del mundo del entretenimiento, no era sencillo aspirar a tener algo como eso. Había muchos impedimentos y todavía más razones por las cuales resultaba demasiado complicado llegar a tener una relación estable. La carga de trabajo era excesiva, y esa falta de tiempo se transformaba en la principal causa de malentendidos o rupturas al poco tiempo de haber iniciado algo. Por otro lado, tratar de conocer a alguien fuera del medio era casi como intentar completar exitosamente una misión que, desde el inicio, estaba destinada a fracasar. ✦ 🔴 En vivo ahora ✦ Ha-Rin apareció en escena con una sonrisa: estaba transmitiendo desde su cuenta personal. El directo no había sido anunciado, fue algo que simplemente surgió desde la espontaneidad del joven artista. Mientras los fans se preparaban y esperaban recibir alguna actualización sobre su música o proyectos futuros, él levantó en brazos a una hermosa gata de pelaje gris con rayas oscuras y ojos brillantes. —Hoy… quiero presentarles al amor de mi vida —dijo con seriedad. Los mensajes en el chat se descontrolaron de inmediato. En tan solo unos segundos, estaba lleno de signos de interrogación, corazones y comentarios que expresaban confusión. Algunos incluso llegaron a creer que se trataba de una confesión inesperada o de una confirmación. Pero entonces, Ha-Rin alzó con cuidado a la gata frente a la cámara, asegurándose de que pudiesen observarla bien. —Ella es la razón por la que trabajo arduamente; también es dueña de mi salario y la que me espera cada día —continuó, dándole un pequeño beso en la cabeza. Los fans estallaron en risas y ternura al mismo tiempo. —Miren esa cara, ¿acaso no es lo más perfecto que han visto en sus vidas? —preguntó Ha-Rin mientras sonreía y hacía una pequeña pausa. Dejó escapar un suspiro y, finalmente, admitió—: A veces me pongo celoso cuando todos presumen a sus novios, novias o parejas… pero luego recuerdo que yo tengo a esta señorita y me doy cuenta de que no necesito presumir, porque ya tengo a la mejor compañera del mundo. Al final, entre caricias, ronroneos y risas, la transmisión se convirtió en uno de los momentos más tiernos y comentados por los fans. Pronto aparecieron fanarts de la gata coronada como “la reina de Ha-Rin” y memes con frases como “dueña del salario de Ha-Rin”.
    Me encocora
    1
    0 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados