• Hola! , para lo que no sepan soy Nyx
    Hija de Zeldris (actual rey demonio) y Gelda , así es un híbrido o una mezcla de dos razas vampiro y demonio ....
    La princesa del reino Demoníaco,
    Sobrina de Meliodas y Elizabeth claro prima de Tristán.
    Hola! , para lo que no sepan soy Nyx Hija de Zeldris (actual rey demonio) y Gelda , así es un híbrido o una mezcla de dos razas vampiro y demonio .... La princesa del reino Demoníaco, Sobrina de Meliodas y Elizabeth claro prima de Tristán.
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  • — Siempre trabajando de día, noche y lunas de sangre.. ser rey demonio no es una tarea sencilla, de echo les presumo a todos que soy el mejor rey de esta era, sé que les doy envidia, después de todo soy el orgullo de mi familia...
    — Siempre trabajando de día, noche y lunas de sangre.. ser rey demonio no es una tarea sencilla, de echo les presumo a todos que soy el mejor rey de esta era, sé que les doy envidia, después de todo soy el orgullo de mi familia...
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  • -Sin duda ellos son la mayor amenaza a erradicar por ahora, después de todo los 4 caballeros del apocalipsis aun están demasiado verdes


    No puede evitar fantasear con aquel día donde pueda finalmente derrotar a esos héroes solemnes. Cuando la luz de sus estrellas sean devoradas por él, cuando la leyenda del Rey Arturo superé a el de los 7 guerreros legendarios. Todo debido a si, una mezcla de admiración a el superar a aquellos caballeros legendarios que en su momento fueron su fuente de inspiración (Sobre todo el dragón de la ira), pero también debido a cierto rencor que no ha podido superar hacia ellos, después de todo su querida Camelot fue destruida en la pelea que ellos llevaron a cabo contra el Rey demonio.
    -Sin duda ellos son la mayor amenaza a erradicar por ahora, después de todo los 4 caballeros del apocalipsis aun están demasiado verdes No puede evitar fantasear con aquel día donde pueda finalmente derrotar a esos héroes solemnes. Cuando la luz de sus estrellas sean devoradas por él, cuando la leyenda del Rey Arturo superé a el de los 7 guerreros legendarios. Todo debido a si, una mezcla de admiración a el superar a aquellos caballeros legendarios que en su momento fueron su fuente de inspiración (Sobre todo el dragón de la ira), pero también debido a cierto rencor que no ha podido superar hacia ellos, después de todo su querida Camelot fue destruida en la pelea que ellos llevaron a cabo contra el Rey demonio.
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  • -Desde que me volví el recipiente del caos pude llegar a entender todas las cosas de forma sumamente clara. El caos creó todo y todo sera destruido eventualmente, como su usuario tengo permitido elegir aquello que se va a salvar ¿Por que oponerse a mi deseo?, solo deberían rendirse. Soy bastante misericordioso.

    -Aunque......si por otro lado deciden seguir oponiendose a mi, solo puedo decir que el calvarío que sufriran en carne propia sera de lo más tortuoso. Ni la diosa suprema ni el rey demonio erán  capaces de hacer lo que yo puedo hacer.......Estamos en la era del caos.
    -Desde que me volví el recipiente del caos pude llegar a entender todas las cosas de forma sumamente clara. El caos creó todo y todo sera destruido eventualmente, como su usuario tengo permitido elegir aquello que se va a salvar ¿Por que oponerse a mi deseo?, solo deberían rendirse. Soy bastante misericordioso. -Aunque......si por otro lado deciden seguir oponiendose a mi, solo puedo decir que el calvarío que sufriran en carne propia sera de lo más tortuoso. Ni la diosa suprema ni el rey demonio erán  capaces de hacer lo que yo puedo hacer.......Estamos en la era del caos.
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  • Me siento feliz , cuando estoy con mi primo Tristán y Lancelot , aquellos que me quieren .....
    Por un momento olvidó que Soy la hija de Actual Rey Demonio , ex mandamientos.
    https://youtu.be/cIlghWDd7RU?si=0G0TDq6UETzGzGk9
    Me siento feliz , cuando estoy con mi primo Tristán y Lancelot , aquellos que me quieren ..... Por un momento olvidó que Soy la hija de Actual Rey Demonio , ex mandamientos. https://youtu.be/cIlghWDd7RU?si=0G0TDq6UETzGzGk9
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  • — Hola mundo de gente subnormal! Espero encontrar nuevos compañeros en este mundo tan raro, me llamo Eraster, Rey demonio y si quieres llamarme un dios que así sea, solo te advierto que me gusta el caos y el dolor..
    *Se hacerca a tí*

    Y tal vez tú seas mi próxima víctima >:), jajajaja, tranquile no muerdo, a menos que tú lo quieras claro.. espero conocernos mejor cariño.
    — Hola mundo de gente subnormal! Espero encontrar nuevos compañeros en este mundo tan raro, me llamo Eraster, Rey demonio y si quieres llamarme un dios que así sea, solo te advierto que me gusta el caos y el dolor.. *Se hacerca a tí* Y tal vez tú seas mi próxima víctima >:), jajajaja, tranquile no muerdo, a menos que tú lo quieras claro.. espero conocernos mejor cariño. :STK-13:
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  • Compañeros a la fuerza. -Gremio de Aventureros-
    Fandom Original.
    Categoría Fantasía
    Skye llevaba casi dos años como aventurero, pero no había logrado más que subir a acero, la segunda categoría más baja dentro de la clasificación del gremio, y no se debía a que fuera un incompetente, un vago o un cobarde, sino por los problemas que había tenido desde el primer día en no querer aceptar a nadie como jinete. Ser un feral y pertenecer al gremio significaba que el líder del lugar tenía el derecho de emparejar a aventureros bípedos o humanoides, con los ferales, para que hicieran equipo, a veces, habiendo dos o tres parejas así en un solo grupo, pues los aventureros hacían equipos de entre tres a cinco integrantes, aunque si todos eran jinetes solía redondearse a seis. El dragón se había inscrito al poco tiempo de salir de la Academia de Avalar, uno de los tres grandes renios de los dragones repartidos por continentes del mundo. Estuvo entre los cinco mejores de su promoción, podría haber trabajado en la creación de gemas mágicas u otro trabajo cómodo y bien pagado, pero prefirió dedicarse a ayudar a los demás, como hizo su madre en su juventud, la cual, se convirtió bastante famosa al derrotar, con su equipo, a un Rey Demonio que surgió en un reino vecino. El dragón turquesa mantenía aquella información en secreto, estaba orgulloso de su madre, pero no quería utilizar la fama que esta había conseguido para conseguir un trato especial o para conseguir mejores trabajos, de hecho él solito se había ganado la fama de intratable, pero de vez en cuando algún incauto aventurero novato aceptaba la sugerencia del líder del gremio de que lo cogiera como compañero de equipo y montura. De hecho, Skye acababa de aterrizar hacía solo unos minutos en una zona habilitada para ello cerca del gremio y un aterrado y joven aventurero, un furr felino, se había bajado de él, cayendo a cuatro patas y alejándose con los ojos desorbitados de miedo.

    —Menudo alfeñique... —se burló el dragón, que esperó paciente a que un mozo se acercara para quitarle la silla de montar y demás arreos, que no incluía riendas, pues se había negado en redondo al ser solo un vuelo de prueba para el novato, que había metido la cabeza entre unos arbustos para vomitar.

    Satisfecho con el resultado, se alejó hacia el gremio, para informar a la recepcionista que el último aventurero que lo había "solicitado" como montura, había cambiado de idea durante el vuelo de prueba que todos los ferales hacían con sus respectivos jinetes, o circuito en caso de los ferales no voladores, como unicornios o similares. Skye ignoró las miradas de desaprobación de algunos compañeros de gremio, ferales y bípedos, que habían visto el "espectáculo" desde tierra. El único inconveniente para el dragón es que se había puesto perdido de barro y hojas cuando había realizado una maniobra pasando muy cerca de la orilla cenagosa del lago cercano y luego volado peligrosamente cerca de las copas de unos árboles del bosque más allá de las instalaciones del gremio. Entró por las puertas, adaptadas al tamaño de ferales como él, y alzó el hocico con una sonrisa de orgullo y victoria en el hocico, alguien en un rincón donde había una pizarra, hizo una marca bajo el nombre: Skye, siendo el quinto aventurero al que el dragón derrotaba en aquel mes. Se dirigió hacia el mostrador donde había una furr loba de unos treinta y tantos años que lo miró con el ceño fruncido.

    —Algún día darás con alguien que te ponga en tu sitio, Skye —le advirtió ella, añadiendo de nuevo su nombre a la lista de ferales disponibles como monturas, y en aquel momento no eran muchos, solo él.

    —No tengo culpa de que Greek no sepa elegir bien a mis jinetes, además, trabajo mejor si no llevo a nadie encima, ya lo he demostrado varias veces —replicó.

    —Te volverán a penalizar por esto, a este paso volverás a porcelana —le dijo ella con indiferencia, ignorando su mueca de preocupación.

    —Ese tipo casi me vomita encima y solo hice maniobras básicas si nos vemos obligados a luchar en el aire... —trató de defenderse.

    —Te creo, pero siempre puedes empezar por algo más sencillo y no por la máxima dificultad. Te tendría que tocar alguien que sepa que puede ponerte riendas sin necesidad de pedirte permiso, o que usara ciertos "equipos" complementarios para someterte —indicó divertida.

    —Eso sería como esclavizarme o algo peor... dejaría tirado a la primera de cambio a un jinete así.

    —Leíste el contrato, y lo firmaste, se que suena injusto, pero no todas las ventajas son para el jinete, sabes perfectamente que ellos también tienen limitaciones y obligaciones que cumplir para con su montura...

    En aquel momento abrió la puerta el felino al que había dejado vomitando, y furioso lo señaló con un dedo.

    —¡Pienso hablar de lo ocurrido con Greek! ¡Esto no quedará así! —juró antes de dirigirse a las puertas que llevaba al aseo del gremio, un lugar amplio y bien equipado, con un onsen u aguas termales, donde los aventureros podían asearse y relajarse.

    —Creo que esta vez te bajarán de categoría, lo siento por ti —dijo la loba encogiendo los hombros, como si pensara que se lo tenía bien merecido—. Deberías buscar a alguien que te ayude a darte un baño, pareces que te hubieras revolcado en el barro —le aconsejó.

    Con un gruñido de desánimo, el dragón se alejó hacia una mesa donde había un par de ferales que conocía, un grifo y otro dragón que lo "felicitaron" por su hazaña y lo invitaron a una bebida sin alcohol, para que les narrara lo que había pasado en el vuelo de prueba. Mientras, gente iba entrando o saliendo del gremio.
    Skye llevaba casi dos años como aventurero, pero no había logrado más que subir a acero, la segunda categoría más baja dentro de la clasificación del gremio, y no se debía a que fuera un incompetente, un vago o un cobarde, sino por los problemas que había tenido desde el primer día en no querer aceptar a nadie como jinete. Ser un feral y pertenecer al gremio significaba que el líder del lugar tenía el derecho de emparejar a aventureros bípedos o humanoides, con los ferales, para que hicieran equipo, a veces, habiendo dos o tres parejas así en un solo grupo, pues los aventureros hacían equipos de entre tres a cinco integrantes, aunque si todos eran jinetes solía redondearse a seis. El dragón se había inscrito al poco tiempo de salir de la Academia de Avalar, uno de los tres grandes renios de los dragones repartidos por continentes del mundo. Estuvo entre los cinco mejores de su promoción, podría haber trabajado en la creación de gemas mágicas u otro trabajo cómodo y bien pagado, pero prefirió dedicarse a ayudar a los demás, como hizo su madre en su juventud, la cual, se convirtió bastante famosa al derrotar, con su equipo, a un Rey Demonio que surgió en un reino vecino. El dragón turquesa mantenía aquella información en secreto, estaba orgulloso de su madre, pero no quería utilizar la fama que esta había conseguido para conseguir un trato especial o para conseguir mejores trabajos, de hecho él solito se había ganado la fama de intratable, pero de vez en cuando algún incauto aventurero novato aceptaba la sugerencia del líder del gremio de que lo cogiera como compañero de equipo y montura. De hecho, Skye acababa de aterrizar hacía solo unos minutos en una zona habilitada para ello cerca del gremio y un aterrado y joven aventurero, un furr felino, se había bajado de él, cayendo a cuatro patas y alejándose con los ojos desorbitados de miedo. —Menudo alfeñique... —se burló el dragón, que esperó paciente a que un mozo se acercara para quitarle la silla de montar y demás arreos, que no incluía riendas, pues se había negado en redondo al ser solo un vuelo de prueba para el novato, que había metido la cabeza entre unos arbustos para vomitar. Satisfecho con el resultado, se alejó hacia el gremio, para informar a la recepcionista que el último aventurero que lo había "solicitado" como montura, había cambiado de idea durante el vuelo de prueba que todos los ferales hacían con sus respectivos jinetes, o circuito en caso de los ferales no voladores, como unicornios o similares. Skye ignoró las miradas de desaprobación de algunos compañeros de gremio, ferales y bípedos, que habían visto el "espectáculo" desde tierra. El único inconveniente para el dragón es que se había puesto perdido de barro y hojas cuando había realizado una maniobra pasando muy cerca de la orilla cenagosa del lago cercano y luego volado peligrosamente cerca de las copas de unos árboles del bosque más allá de las instalaciones del gremio. Entró por las puertas, adaptadas al tamaño de ferales como él, y alzó el hocico con una sonrisa de orgullo y victoria en el hocico, alguien en un rincón donde había una pizarra, hizo una marca bajo el nombre: Skye, siendo el quinto aventurero al que el dragón derrotaba en aquel mes. Se dirigió hacia el mostrador donde había una furr loba de unos treinta y tantos años que lo miró con el ceño fruncido. —Algún día darás con alguien que te ponga en tu sitio, Skye —le advirtió ella, añadiendo de nuevo su nombre a la lista de ferales disponibles como monturas, y en aquel momento no eran muchos, solo él. —No tengo culpa de que Greek no sepa elegir bien a mis jinetes, además, trabajo mejor si no llevo a nadie encima, ya lo he demostrado varias veces —replicó. —Te volverán a penalizar por esto, a este paso volverás a porcelana —le dijo ella con indiferencia, ignorando su mueca de preocupación. —Ese tipo casi me vomita encima y solo hice maniobras básicas si nos vemos obligados a luchar en el aire... —trató de defenderse. —Te creo, pero siempre puedes empezar por algo más sencillo y no por la máxima dificultad. Te tendría que tocar alguien que sepa que puede ponerte riendas sin necesidad de pedirte permiso, o que usara ciertos "equipos" complementarios para someterte —indicó divertida. —Eso sería como esclavizarme o algo peor... dejaría tirado a la primera de cambio a un jinete así. —Leíste el contrato, y lo firmaste, se que suena injusto, pero no todas las ventajas son para el jinete, sabes perfectamente que ellos también tienen limitaciones y obligaciones que cumplir para con su montura... En aquel momento abrió la puerta el felino al que había dejado vomitando, y furioso lo señaló con un dedo. —¡Pienso hablar de lo ocurrido con Greek! ¡Esto no quedará así! —juró antes de dirigirse a las puertas que llevaba al aseo del gremio, un lugar amplio y bien equipado, con un onsen u aguas termales, donde los aventureros podían asearse y relajarse. —Creo que esta vez te bajarán de categoría, lo siento por ti —dijo la loba encogiendo los hombros, como si pensara que se lo tenía bien merecido—. Deberías buscar a alguien que te ayude a darte un baño, pareces que te hubieras revolcado en el barro —le aconsejó. Con un gruñido de desánimo, el dragón se alejó hacia una mesa donde había un par de ferales que conocía, un grifo y otro dragón que lo "felicitaron" por su hazaña y lo invitaron a una bebida sin alcohol, para que les narrara lo que había pasado en el vuelo de prueba. Mientras, gente iba entrando o saliendo del gremio.
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    Grupal
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  • Pues ni modo, ya la secuestraron..
    La chica intenta escapar por la puerta que dejaron abierta por unos segundos, pero como los secuestradores eran en mayor cantidad, fué fácil evitar que se escapara..

    Al fin y al cabo la llevaron adentro a la fuerza, serraron y taparon todas las posibles salidas, apagaron las luces y la ataron ataron a una silla..

    — sueltemen!

    Secuestrador 1: *la golpea*, cállate pu** perra! Mantén silencio!, dime qué hacías con el hijo de pu** de Eraster?! Se supone que lo habíamos desterrado hace siglos..

    — pero quién es E-eraster?

    Secuestrador 2: es el rey demonio que estaba al lado tuyo, logramos desterrarlo a otra dimensión en una caja del que nunca se podría escapar, todos saben de su existencia, acaso tú vienes del otro universo?

    Secuestrador 1: o peor aún.. tu lo liberaste?!

    — heee no se supongo que sí, pero no sabía que era así de cruel y-yo, ya sueltemen porfavor *se pone nerviosa*

    Secuestrador 3: tu eres la culpable, te aremos pagar por lo que has echo, tu vida es imperdonable

    *Saca un cuchillo*

    Secuestrador 1: vas a sufrir per**

    La chica se puso tan nerviosa que rompió a llorar porque de alguna manera le lograron recordar su pasado, todos eso días de miseria dentro de un pueblo de agonía.. será este el fin de esta criatura que solo desea una vida de paz?, a caso todos sus esfuerzos fueron en vano? Cómo sea, sus ojos solo demostraban un símbolo de sufrimiento.. como siempre lo fue a lo largo de su vida..


    Pero por dentro tal vez sabe que sería lo mejor....
    Pues ni modo, ya la secuestraron.. La chica intenta escapar por la puerta que dejaron abierta por unos segundos, pero como los secuestradores eran en mayor cantidad, fué fácil evitar que se escapara.. Al fin y al cabo la llevaron adentro a la fuerza, serraron y taparon todas las posibles salidas, apagaron las luces y la ataron ataron a una silla.. — sueltemen! Secuestrador 1: *la golpea*, cállate pu** perra! Mantén silencio!, dime qué hacías con el hijo de pu** de Eraster?! Se supone que lo habíamos desterrado hace siglos.. — pero quién es E-eraster? Secuestrador 2: es el rey demonio que estaba al lado tuyo, logramos desterrarlo a otra dimensión en una caja del que nunca se podría escapar, todos saben de su existencia, acaso tú vienes del otro universo? Secuestrador 1: o peor aún.. tu lo liberaste?! — heee no se supongo que sí, pero no sabía que era así de cruel y-yo, ya sueltemen porfavor *se pone nerviosa* Secuestrador 3: tu eres la culpable, te aremos pagar por lo que has echo, tu vida es imperdonable *Saca un cuchillo* Secuestrador 1: vas a sufrir per** La chica se puso tan nerviosa que rompió a llorar porque de alguna manera le lograron recordar su pasado, todos eso días de miseria dentro de un pueblo de agonía.. será este el fin de esta criatura que solo desea una vida de paz?, a caso todos sus esfuerzos fueron en vano? Cómo sea, sus ojos solo demostraban un símbolo de sufrimiento.. como siempre lo fue a lo largo de su vida.. Pero por dentro tal vez sabe que sería lo mejor....
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  • 𝑴𝒐𝒏𝒐𝒓𝒓𝒐𝒍

    La tarde ya estaba cayendo cuando Reena se asomó a una de las ventanas del Palacio Real.

    Desde su enfrentamiento con Serpiente, [XELLOS] no quería que abandonara el castillo si no iba con él y, aunque a ella no le gustaban aquel tipo de medidas, también sabía que el poder de Serpiente era muy superior al suyo y solo Xellos podría hacerle frente.

    Sin embargo, al mirar a través de los cristales de aquella ventana, observó a un hechicero de aspecto extraño y con ropajes oscuros deambulando por los jardines del Palacio Real de Saillune.

    En ese instante recordó que días atrás algunos aldeanos le habían comentado que, antes de enfermar, habían visto en varias ocasiones al Principe Philionel hablando con un hechicero de aspecto extraño al que los aldeanos llamaban El Extranjero.

    La Hechicera no podía quedarse con la duda, quería saber si aquel hombre que estaba por allí era El Extranjero y, si lo era, por qué había vuelto y qué buscaba.

    Salió corriendo por los pasillos del Palacio Real y bajó numerosas escaleras. Finalmente logró salir al exterior y se internó entre los jardines del Palacio buscando a aquel hombre.

    Sentía que cada vez se adentraba más y más en los jardines pero no había rastro de aquel hombre.

    —Eres muy valiente viniendo aquí — dijo una voz a sus espaldas.

    La hechicera giró sobre sí misma bruscamente y, entonces todo cambió.

    Donde antes estaban los jardines del Palacio Real, hermosos y floridos bajo la dorada luz de la tarde, ahora había una extensa llanura de suelo terroso, el cielo estaba completamente oscurecido y del mismo caían poderosos relámpagos acompañados de un sonido atronador.

    —Una distorsión espacial... —murmuró Reena dándose cuenta gracias a esa distorsión de que no era un hechicero, sino un Mazoku. —¿Por qué haces esto?

    —Es obvio, ¿no? —rió el mazoku de forma siniestra. —Desde que tú y tu amiguito llegasteis aquí te has convertido en una enemiga para mis intereses. A [XELLOS] no puedo matarle, una cuestión de desequilibrio de poder entre él y yo —hizo una mueca de desagrado. —Pero a ti voy a matarte ahora mismo.

    —¿Por qué hiciste enfermar a Philionel? —preguntó la hechicera desenvainando su espada.

    Sabía que no era la mejor guerrera con la espada, jamás podría hacerle sombra a grandes espadachines como Gaudy y Zelgadiss, pero sí sabía mantener el tipo con una espada en batalla.

    —Porque estorbaba. Es gracioso como puedes enloquecer la mente de un hombre poderoso haciéndole creer que hay una conspiración en su contra, así te ganas su confianza y cuando la tienes, borrarle del mapa es cuestión de tiempo... Y créeme, lo habría logrado de no haber sido por ti y tus amigos.

    —¿En qué estorbaba a un Mazoku el Principe Philionel? ¿Qué quiere un Mazoku de Saillune?

    —Gobernar y extender el dominio Mazoku hacia el resto de territorios bajo la Barrera Mazoku. Recuperar nuestra hegemonía en estas tierras.

    —¿Y por qué empezar por Saillune?

    —Porque su corona es débil desde hace muchos años. Philionel ha sabido reinar bien, pero está solo... Su hermano menor está más preocupado en llorar la muerte de su propio hijo que en ayudar a su hermano mayor, su hija Ameria está más preocupada por la salud de su padre que su reino... ¿A quién recurrirán ahora que ni Philionel ni Ameria están?

    —No tienes el apoyo de nadie en Saillune. Nadie confía en ti. No lograrás ocupar la regencia.

    Entonces el Mazoku esbozó una sonrisa macabra y, en un abrir y cerrar de ojos, donde debería de estar El Extrajero, ahora se encontraba Ameria.

    —Eres un maldito bastardo.

    —Solo soy un Demonio. Está en mi naturaleza ser como soy. Dado que te acuestas con uno de los nuestros, deberías de saberlo mejor que nadie.

    Y con un movimiento rápido lanzó un ataque de magia oscura contra la Hechicera. ¿En serio la iba a obligar a luchar mientras él mantenía la apariencia de Ameria?

    Reena se lanzó bruscamente contra el suelo esquivando por puro milagro el ataque.

    Mientras volvía a ponerse en pie recitó rápidamente unas palabras invocando al poder del Rey Demonio Shabranigdu:

    —¡FIRE BALL!

    Una enorme bola de fuego brotó de las manos de la hechicera y salió lanzada hacia el Mazoku.

    Este desapareció, volviendo a aparecer justo detrás de Reena. Le dio una patada en la espalda y la derribó contra el suelo.

    Teniéndola en el suelo le colocó el filo de una espada en su cuello. Era una burla. Estaba insultando al poder de la Hechicera insinuándole que le bastante el arma más humana para matarla.

    —Voy a ser muy afortunado al poder ver cómo se apaga la luz de tus ojos.

    Reena movió su propia espada y la hizo chocar con la contraria. Logró apartar la espada del Mazoku de su cuello, aunque le quedó una pequeña herida en su garganta.

    —¡FLARE ARROW!

    Gritó Reena nada más que se puso en pie. Una flecha brotó de sus manos, como si sostuviera un arco invisible y la lanzó hacia el Mazoku.

    El Mazoku se apartó bruscamente, esquivando el ataque, pero Reena ya contaba con que hiciera aquello.

    —¡BRAKE!

    La flecha se fragmentó en múltiples flechas muchas de las cuales alcanzaron al Mazoku.

    Movido por el odio, con un chasquido de dedos hizo que unas gruesas cadenas de pura energía se enrollaran alrededor del cuerpo de la Hechicera.

    Reena perdió el equilibrio y cayó al suelo.

    Aquellas cadenas apretaban tanto que a penas podía respirar. Sus ojos se llenaron de lágrimas, ¡iba a morir y no había nadie allí para ayudarla!

    Entonces vio su propia sombra en el suelo. Había un hechizo para el que no necesitaba sus manos.

    —¡Dis Fang!

    De su propia sombra brotó un enorme dragón de oscuridad que se abalanzó contra el Mazoku.

    Aquello no lo esperaba el Mazoku, por lo que el dragón, capaz de atacar el lado astral de cualquier enemigo, le desgarró parte de un hombro y un brazo.

    Con un simple hechizo de luz el Mazoku hizo desaparecer el dragón de oscuridad, pero ya estada herido, y había perdido la concentración sobre Reena, por lo que las cuerdas de energía con la que la tenía atada habían desaparecido.

    Reena ya se había puesto de pie, y ya había recitado su siguiente hechizo.

    —En las profundidades del bosque helado, rey que gobiernas sobre las criaturas salvajes, con vuestro colmillo que trae la destrucción, a aquellos que bloquean nuestro camino, con el poder que vos y yo poseemos, recompensémosles con la destrucción. ¡ZELAS BRID!

    Con este hechizo había invocado el poder de Zelas Metallium, la creadora de Xellos.

    Reena reunió el poder en su mano y lo liberó en forma de un rayo de luz. Ese rayo era capaz de destruir a cualquier Mazoku de clase media.

    Al no tener tiempo para reaccionar, el Mazoku con el aspecto de Ameria recibió el impacto y quedó reducido a cenizas.

    La distorsión espacial desapareció y Reena apareció de nuevo en los jardines del Palacio Real de Saillune.

    Cayó en el suelo de rodillas jadeando y temblando. Sentía que había esquivado a la muerte por pura suerte.

    Aquel hechizo que había destruido al Mazoku había drenado toda su energía y su cabello se había vuelto completamente blanco. No le quedaba más energía.

    Elevó la mirada y miró al cielo.

    —¡ENVY! —gritó cuando se dio cuenta de que, mientras luchaba con aquel Mazoku, la noche había caído y la luna llena brillaba en lo alto del cielo.







    #2D #Personajes2D #Comunidad2D #Slayers
    🌿🌺 𝑴𝒐𝒏𝒐𝒓𝒓𝒐𝒍 🌺🌿 La tarde ya estaba cayendo cuando Reena se asomó a una de las ventanas del Palacio Real. Desde su enfrentamiento con Serpiente, [XELLOS] no quería que abandonara el castillo si no iba con él y, aunque a ella no le gustaban aquel tipo de medidas, también sabía que el poder de Serpiente era muy superior al suyo y solo Xellos podría hacerle frente. Sin embargo, al mirar a través de los cristales de aquella ventana, observó a un hechicero de aspecto extraño y con ropajes oscuros deambulando por los jardines del Palacio Real de Saillune. En ese instante recordó que días atrás algunos aldeanos le habían comentado que, antes de enfermar, habían visto en varias ocasiones al Principe Philionel hablando con un hechicero de aspecto extraño al que los aldeanos llamaban El Extranjero. La Hechicera no podía quedarse con la duda, quería saber si aquel hombre que estaba por allí era El Extranjero y, si lo era, por qué había vuelto y qué buscaba. Salió corriendo por los pasillos del Palacio Real y bajó numerosas escaleras. Finalmente logró salir al exterior y se internó entre los jardines del Palacio buscando a aquel hombre. Sentía que cada vez se adentraba más y más en los jardines pero no había rastro de aquel hombre. —Eres muy valiente viniendo aquí — dijo una voz a sus espaldas. La hechicera giró sobre sí misma bruscamente y, entonces todo cambió. Donde antes estaban los jardines del Palacio Real, hermosos y floridos bajo la dorada luz de la tarde, ahora había una extensa llanura de suelo terroso, el cielo estaba completamente oscurecido y del mismo caían poderosos relámpagos acompañados de un sonido atronador. —Una distorsión espacial... —murmuró Reena dándose cuenta gracias a esa distorsión de que no era un hechicero, sino un Mazoku. —¿Por qué haces esto? —Es obvio, ¿no? —rió el mazoku de forma siniestra. —Desde que tú y tu amiguito llegasteis aquí te has convertido en una enemiga para mis intereses. A [XELLOS] no puedo matarle, una cuestión de desequilibrio de poder entre él y yo —hizo una mueca de desagrado. —Pero a ti voy a matarte ahora mismo. —¿Por qué hiciste enfermar a Philionel? —preguntó la hechicera desenvainando su espada. Sabía que no era la mejor guerrera con la espada, jamás podría hacerle sombra a grandes espadachines como Gaudy y Zelgadiss, pero sí sabía mantener el tipo con una espada en batalla. —Porque estorbaba. Es gracioso como puedes enloquecer la mente de un hombre poderoso haciéndole creer que hay una conspiración en su contra, así te ganas su confianza y cuando la tienes, borrarle del mapa es cuestión de tiempo... Y créeme, lo habría logrado de no haber sido por ti y tus amigos. —¿En qué estorbaba a un Mazoku el Principe Philionel? ¿Qué quiere un Mazoku de Saillune? —Gobernar y extender el dominio Mazoku hacia el resto de territorios bajo la Barrera Mazoku. Recuperar nuestra hegemonía en estas tierras. —¿Y por qué empezar por Saillune? —Porque su corona es débil desde hace muchos años. Philionel ha sabido reinar bien, pero está solo... Su hermano menor está más preocupado en llorar la muerte de su propio hijo que en ayudar a su hermano mayor, su hija Ameria está más preocupada por la salud de su padre que su reino... ¿A quién recurrirán ahora que ni Philionel ni Ameria están? —No tienes el apoyo de nadie en Saillune. Nadie confía en ti. No lograrás ocupar la regencia. Entonces el Mazoku esbozó una sonrisa macabra y, en un abrir y cerrar de ojos, donde debería de estar El Extrajero, ahora se encontraba Ameria. —Eres un maldito bastardo. —Solo soy un Demonio. Está en mi naturaleza ser como soy. Dado que te acuestas con uno de los nuestros, deberías de saberlo mejor que nadie. Y con un movimiento rápido lanzó un ataque de magia oscura contra la Hechicera. ¿En serio la iba a obligar a luchar mientras él mantenía la apariencia de Ameria? Reena se lanzó bruscamente contra el suelo esquivando por puro milagro el ataque. Mientras volvía a ponerse en pie recitó rápidamente unas palabras invocando al poder del Rey Demonio Shabranigdu: —¡FIRE BALL! Una enorme bola de fuego brotó de las manos de la hechicera y salió lanzada hacia el Mazoku. Este desapareció, volviendo a aparecer justo detrás de Reena. Le dio una patada en la espalda y la derribó contra el suelo. Teniéndola en el suelo le colocó el filo de una espada en su cuello. Era una burla. Estaba insultando al poder de la Hechicera insinuándole que le bastante el arma más humana para matarla. —Voy a ser muy afortunado al poder ver cómo se apaga la luz de tus ojos. Reena movió su propia espada y la hizo chocar con la contraria. Logró apartar la espada del Mazoku de su cuello, aunque le quedó una pequeña herida en su garganta. —¡FLARE ARROW! Gritó Reena nada más que se puso en pie. Una flecha brotó de sus manos, como si sostuviera un arco invisible y la lanzó hacia el Mazoku. El Mazoku se apartó bruscamente, esquivando el ataque, pero Reena ya contaba con que hiciera aquello. —¡BRAKE! La flecha se fragmentó en múltiples flechas muchas de las cuales alcanzaron al Mazoku. Movido por el odio, con un chasquido de dedos hizo que unas gruesas cadenas de pura energía se enrollaran alrededor del cuerpo de la Hechicera. Reena perdió el equilibrio y cayó al suelo. Aquellas cadenas apretaban tanto que a penas podía respirar. Sus ojos se llenaron de lágrimas, ¡iba a morir y no había nadie allí para ayudarla! Entonces vio su propia sombra en el suelo. Había un hechizo para el que no necesitaba sus manos. —¡Dis Fang! De su propia sombra brotó un enorme dragón de oscuridad que se abalanzó contra el Mazoku. Aquello no lo esperaba el Mazoku, por lo que el dragón, capaz de atacar el lado astral de cualquier enemigo, le desgarró parte de un hombro y un brazo. Con un simple hechizo de luz el Mazoku hizo desaparecer el dragón de oscuridad, pero ya estada herido, y había perdido la concentración sobre Reena, por lo que las cuerdas de energía con la que la tenía atada habían desaparecido. Reena ya se había puesto de pie, y ya había recitado su siguiente hechizo. —En las profundidades del bosque helado, rey que gobiernas sobre las criaturas salvajes, con vuestro colmillo que trae la destrucción, a aquellos que bloquean nuestro camino, con el poder que vos y yo poseemos, recompensémosles con la destrucción. ¡ZELAS BRID! Con este hechizo había invocado el poder de Zelas Metallium, la creadora de Xellos. Reena reunió el poder en su mano y lo liberó en forma de un rayo de luz. Ese rayo era capaz de destruir a cualquier Mazoku de clase media. Al no tener tiempo para reaccionar, el Mazoku con el aspecto de Ameria recibió el impacto y quedó reducido a cenizas. La distorsión espacial desapareció y Reena apareció de nuevo en los jardines del Palacio Real de Saillune. Cayó en el suelo de rodillas jadeando y temblando. Sentía que había esquivado a la muerte por pura suerte. Aquel hechizo que había destruido al Mazoku había drenado toda su energía y su cabello se había vuelto completamente blanco. No le quedaba más energía. Elevó la mirada y miró al cielo. —¡ENVY! —gritó cuando se dio cuenta de que, mientras luchaba con aquel Mazoku, la noche había caído y la luna llena brillaba en lo alto del cielo. #2D #Personajes2D #Comunidad2D #Slayers
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  • — Nada más que Gaudy leyó aquella carta que Reena le había enviado salió corriendo en busca de [DragonLady].

    Tenía que hablar con ella urgentemente. Aquella espada, que ahora ella tenía en su poder, no era más que una parte del mismísimo Rey Demonio Shabranigdu.

    Las palabras de Reena habían dado respuesta y sentido a todas las dudas que él tenía sobre aquella espada.

    No sabía cuánto sabía Jade sobre Shabranigdu y no se consideraba el más experto en el tema, pero si Jade tenía dudas estaba dispuesto a responderle del mejor modo posible.

    Al mismo tiempo si Saillune estaba al borde de la guerra, tal y como rezaba en aquella carta, el Imperio Elmekia entraría en batalla en defensa de Saillune, lo que significaba que su propio territorio natal también estaba al borde de la guerra y su familia en peligro.

    Tenía que regresar y reunirse con Reena y los demás en Saillune y, probablemente, viajar después al Imperio Elmekia. —

    ¡Jade!

    — La llamó nada más que la vio a unos metros de él. Corrió hacia ella y se detuvo. —

    Es grave.

    — No hubo más palabras. Simplemente le tendió aquella carta para que la leyera. —


    [Carta:

    Hola, Gaudy;

    no sé dónde estás, ni cómo estás. Me hubiera gustado despedirme de ti antes de que te fueras pero nada ocurrió como ninguno de nosotros queríamos.

    Creo que teníamos muchas cosas pendientes de las que hablar, en especial de esa espada: la Blast Sword.

    Escuché lo que le explicaste a Xellos. Desde entonces he estado intentando averiguar cosas sobre esa espada y he logrado entender muchas cosas...

    He descubierto que esa espada no tiene ningún mal, esa espada es el mal en sí mismo. Esa espada fue forjada por el Rey Demonio Shabranigdu con una escisión de su propio poder. Esa espada es un Mazoku, por eso eras capaz de herir demonios con ella, por eso no eras capaz de controlarla completamente y por eso estaba corrompiendo tu corazón. Te estaba llenando de odio.

    Ahora sé que tú no fuiste culpable o, mejor dicho, no hiciste ningún daño intencionadamente, sino que fue esa espada; pero ya tendremos tiempo para hablar sobre esos asuntos.

    Gaudy, te escribo porque Ameria ha recibido una carta de la Cancillería de Saillune. Al parecer el Príncipe Philionel está gravemente enfermo. Tengo la sensación de que le ocurre lo mismo que al Rey, pero no puedo asegurarlo hasta que no le veamos. Ameria debe tomar la Regencia de Saillune.

    Al mismo tiempo, e ignoro si lo sabes, hay rumores sobre una guerra por parte de los territorios externos a la Barrera Mazoku en contra de Saillune y, por supuesto, también arrasarían el Imperio Elmekia y el Reino de Zephiria.

    Nosotros estaremos en Saillune dentro de algo más de una semana. Por favor, reúnete con nosotros en Saillune.

    Espero que estés bien.

    Un fuerte abrazo,
    Reena. »]







    © de la imagen: [REENA].
    — Nada más que Gaudy leyó aquella carta que Reena le había enviado salió corriendo en busca de [DragonLady]. Tenía que hablar con ella urgentemente. Aquella espada, que ahora ella tenía en su poder, no era más que una parte del mismísimo Rey Demonio Shabranigdu. Las palabras de Reena habían dado respuesta y sentido a todas las dudas que él tenía sobre aquella espada. No sabía cuánto sabía Jade sobre Shabranigdu y no se consideraba el más experto en el tema, pero si Jade tenía dudas estaba dispuesto a responderle del mejor modo posible. Al mismo tiempo si Saillune estaba al borde de la guerra, tal y como rezaba en aquella carta, el Imperio Elmekia entraría en batalla en defensa de Saillune, lo que significaba que su propio territorio natal también estaba al borde de la guerra y su familia en peligro. Tenía que regresar y reunirse con Reena y los demás en Saillune y, probablemente, viajar después al Imperio Elmekia. — ¡Jade! — La llamó nada más que la vio a unos metros de él. Corrió hacia ella y se detuvo. — Es grave. — No hubo más palabras. Simplemente le tendió aquella carta para que la leyera. — [Carta: Hola, Gaudy; no sé dónde estás, ni cómo estás. Me hubiera gustado despedirme de ti antes de que te fueras pero nada ocurrió como ninguno de nosotros queríamos. Creo que teníamos muchas cosas pendientes de las que hablar, en especial de esa espada: la Blast Sword. Escuché lo que le explicaste a Xellos. Desde entonces he estado intentando averiguar cosas sobre esa espada y he logrado entender muchas cosas... He descubierto que esa espada no tiene ningún mal, esa espada es el mal en sí mismo. Esa espada fue forjada por el Rey Demonio Shabranigdu con una escisión de su propio poder. Esa espada es un Mazoku, por eso eras capaz de herir demonios con ella, por eso no eras capaz de controlarla completamente y por eso estaba corrompiendo tu corazón. Te estaba llenando de odio. Ahora sé que tú no fuiste culpable o, mejor dicho, no hiciste ningún daño intencionadamente, sino que fue esa espada; pero ya tendremos tiempo para hablar sobre esos asuntos. Gaudy, te escribo porque Ameria ha recibido una carta de la Cancillería de Saillune. Al parecer el Príncipe Philionel está gravemente enfermo. Tengo la sensación de que le ocurre lo mismo que al Rey, pero no puedo asegurarlo hasta que no le veamos. Ameria debe tomar la Regencia de Saillune. Al mismo tiempo, e ignoro si lo sabes, hay rumores sobre una guerra por parte de los territorios externos a la Barrera Mazoku en contra de Saillune y, por supuesto, también arrasarían el Imperio Elmekia y el Reino de Zephiria. Nosotros estaremos en Saillune dentro de algo más de una semana. Por favor, reúnete con nosotros en Saillune. Espero que estés bien. Un fuerte abrazo, Reena. »] © de la imagen: [REENA].
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